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Banquetas en Hermosillo, olvidadas e inseguras

 La ciudad no cuenta con una red peatonal establecida como tal, y aunque sí hay obras para dar accesibilidad en zonas con mayor concentración de personas, en general las banquetas son reducidas y con obstáculos para los peatones

 

 

Por Emilio Martínez

Dentro de las prioridades del actual gobierno municipal de Hermosillo se ha manifestado la realización de obra pública, tema que junto con seguridad y agua ha tenido mayores solicitudes por parte de la ciudadanía. En la ciudad fuera de estos temas, la infraestructura es una necesidad imperante en más de un sentido, siendo el más llamativo el asunto de la vialidad y los icónicos baches de la región. Sin embargo, hay un tema profundamente olvidado que va de la mano con este anterior: las banquetas.

Durante el año pasado varias asociaciones civiles estimaron que en la ciudad el 80% de las calles no cuenta con banquetas o flujo peatonal efectivo; esta se encuentra dañada, obstruida o no pueden ser utilizadas por las personas con discapacidad que utilizan silla de ruedas u otros aparatos para facilitar la movilidad a adultos mayores y discapacitados.

Hermosillo no cuenta con una red peatonal establecida como tal, incluso si se ha estado realizando algunos trabajos en dar accesibilidad en las banquetas de las zonas con mayor concentración de personas, como es el caso del sector centro que alberga el centro histórico, comercial y cívico, las zonas turísticas, así como sus parques y edificios públicos. La ciudad en general ha crecido con banquetas reducidas con ancho no mayor a los dos metros, y tramos donde se carece de ellas. Las banquetas en algunas zonas además de ser reducidas presentan obstáculos para los peatones por el equipamiento de las edificaciones, del mobiliario urbano, escombro, paradas de autobuses o publicidad.

La movilidad dentro de Hermosillo, según la Encuesta Origen–Destino realizada por el IMPLAN en 2015, el 5% de las personas se desplazan a pie en la ciudad, y sólo 3% lo hacen en bicicleta. Siendo el 48% de los viajes se realiza en automóvil particular, seguido por el 42% en transporte público, que invariablemente se convierte en peatonal por la distribución de las paradas. Por otra parte, respecto a los accidentes peatonales, estadísticas de Jefatura de Policía Preventiva y Tránsito Municipal, señalan que en el período del 2010 al 2015, resultaron atropellados 1,159 peatones, de los cuales fallecieron 81.

Alfonso López, de Vigilantes del Transporte.

Al respecto el presidente de Vigilantes del Transporte, Alfonso López Villa, comentó que la movilidad es un derecho humano y el Estado debe de crear las condiciones en igualdad de género, integral y en cuidado del medio ambiente. La movilidad en una ciudad como Hermosillo debe de estar priorizada primero para personas con discapacidad, peatones, ciclistas, transporte urbano, transporte de carga y al final los automóviles. En sus palabras Hermosillo se ha construido pensando en los automovilistas, ya que ofrece calles para que los vehículos transiten a altas velocidades, pero no hay infraestructura básica para peatones y mucho menos para ciclistas o personas con discapacidad.

Jorge Güereca, presidente de la Asociación Por un Mejor Andar, indicó que, según los datos del Instituto Municipal de Planeación Urbana (Implan), aproximadamente la mitad de la infraestructura peatonal en la capital sonorense no está en condiciones óptimas para su utilización.

“La rampa no es el problema de accesibilidad número uno, es la falta de banquetas, no tenemos banquetas y las que hay no tienen esquinas con rampa (para silla de ruedas) entonces se tiene que bajar a la calle, ahí está la inseguridad que por no tener banquetas tenemos que invadir los carriles de circulación”, denunció.

“Tenemos banquetas o áreas peatonales muy restringidas, todavía hay ciudadanos que le roban un pedazo a la banqueta o situaciones donde las personas siembran mucha vegetación en el área donde debería de haber banqueta (árboles son los principales destructores de las aceras en la ciudad). En ese sentido, la responsabilidad es de todos, no únicamente de la autoridad o de la ciudadanía, sino de todos”, puntualizó. Esto claramente forma parte de las responsabilidades y atribuciones del Gobierno municipal en un inicio, por lo que pareciese que es el Ayuntamiento de Hermosillo el encargado de mantener en buen estado las banquetas y de brindarle y dotarles de todo lo necesario.

 

¿A quién le toca construir y cuidar las banquetas?

Jorge Güereca, de la agrupación Por un Mejor Andar.

Las banquetas son espacios públicos, pero una persona que construya su casa o negocio es el encargado de la construcción de la banqueta. En ese sentido, cabe destacar que el Reglamento de Desarrollo Urbano y del Espacio Público para el Municipio de Hermosillo, en su artículo 59, señala lo siguiente:

“La fuente de abastecimiento para el suministro de agua potable, red de drenaje, descargas domiciliarias, planta de tratamiento, red de distribución de energía eléctrica, acometidas domiciliarias, alumbrado público, guarniciones, banquetas y pavimento entre otras, será responsabilidad del propietario y los adquirentes de los lotes que conforman el desarrollo, el cual deberá establecerse bajo el régimen de propiedad en condominio, liberando a la autoridad municipal de cualquier compromiso de ejecución, operación y mantenimiento de obras”.

El problema recae que estas construcciones (clandestinas, privadas o comerciales) no se vigilan frecuentemente y por lo tanto no se regula ni sanciona a quienes no cumplen con la normativa. Asimismo, de acuerdo con el artículo 77, caerá la responsabilidad y dependerá del desarrollo inmobiliario la infraestructura pública básica, como guarniciones, banquetas y rampas de acceso para personas con discapacidad conforme a las disposiciones legales establecidas. Lo anterior está avalado por el Reglamento de Construcción y el Reglamento de Desarrollo Urbano de Hermosillo, donde se toman en cuenta las medidas de las banquetas, sin embargo, tales lineamientos se incumplen principalmente en las calles más viejas de la capital sonorense, lo que paradójicamente es el caso contrario a lo que ocurre en nuevos fraccionamientos.

Tanto ciudadanos que construyen o remodelan su propiedad, autoridades y desarrolladores o constructores, deben pensar siempre en que cuando se realice una obra, en este caso pública, debe incluir a todas las personas. Se debe de mejorar la forma en la que se diseña y construye, para que incluya tanto a peatones, ciclistas, automovilistas y sobre todo a niños, adultos mayores y personas con discapacidad. Por lo que de alguna forma habría que tomar responsabilidad, fundamental para este tema, y realizar acciones en conjunto con autoridades para una mejor cultura vial.

 

¿No se está haciendo nada?

Por el tema complejo que es y las especificidades antes mencionadas, el tema de las banquetas para los organismos de planeación y ejecución de obra pública urbana está congelado. Quizá por la prioridad nuevamente a la que se les da a los baches/automóviles por sobre la seguridad del peatón. Y salvo que un particular sea el actor principal de la rehabilitación y/o renovación de los andadores, las banquetas del municipio parecen tiradas al olvido a no ser que sean perímetro de alguna otra obra en particular.

Como lo es la segunda obra pública con mayor costo impulsada en esta administración, la cual es la rehabilitación del Parque Guaymitas en la colonia Modelo, con una inversión de 2 millones 385 mil 807 pesos. En el espacio que tenía casi 40 años sin ser intervenido se hicieron trabajos de rehabilitación de jardineras, mobiliario urbano, sistema de riego, instalación de cerco, aparatos de ejercicio así como de guarniciones y banquetas. O la obra de construcción de andador y rehabilitación de baños en Cecyte Hermosillo 111 con un costo de 174,605 pesos.

Siendo la única obra registrada en el portal tuobra.hermosillo.gob.mx en respecto a este tema la construcción de banquetas de concreto hidráulico en Av. Manzanillo y Calle Adair en Bahía de Kino con un costo de 97,603 peso de inversión.