DE PRIMERA MANODestacada

Columna de Ruiz Quirrín | Evo, dictador que AMLO ha abrazado

2021, gran prueba rumbo a la dictadura

Sonora: “Todos Unidos Contra Durazo”

EVO MORALES y el escenario actual de su país, Bolivia y su inesperada relación con México a partir de su renuncia como presidente de esa nación sudamericana, no deben ser ajenas al conocimiento de una ciudadanía que, como la nuestra, eligió en el 2018 a un hombre para que llegara a palacio nacional con la esperanza de un cambio real.

Pero cabría hoy la pregunta, ¿el pueblo mexicano fue engañado? López Obrador está haciendo lo suficiente para concentrar todo el poder en sus manos. Eso conduce a una dictadura. Y evidentemente eso no puede tener la aprobación popular.

Jeanine Añez, la senadora proclamada nueva presidenta de Bolivia, declaró a un noticiario horas después de asumido su cargo, que “Los mexicanos me dan pena. Decidieron votar por un socialista que al final les miente a los ciudadanos, porque se quiere perpetuar en el poder. México decidió entrar a un régimen del que ahora nosotros en Bolivia queremos salir. Lo único que queremos todos es tener democracia y libertad”.

No estamos de acuerdo en esa fatalidad. Los mexicanos votaron por Andrés López Obrador porque éste representó una esperanza para cambiar un país sumido en la corrupción, la inseguridad y la corrupción. Este fue el espíritu de ese cambio. El pueblo no se equivocó porque su deseo es vivir mejor, con justicia y en paz.

Otra cosa muy distinta es vivir una decepción. Fíjese usted muy bien. Los bolivianos no hablan de miseria, el “indio” Evo logró en sus primeros tres periodos como presidente, números aceptables en la economía. El gran reproche nacional, es que cometió un monumental fraude electoral para aumentar su presencia en la casa presidencial por un cuarto periodo más, cuando la voluntad popular le dijo que ya era suficiente.

Los bolivianos salieron a la calle y la hicieron suya para exigir democracia y libertad. Cuando los militares le pidieron a Evo su renuncia, éste decidió redactarla y hacer el anuncio, pero no están dadas las características de un golpe de Estado. Ningún mando militar se proclamó presidente ni existió amenaza alguna para atentar contra la vida de Morales.

Y luego se dio la “invitación del gobierno de México” para brindarle asilo político. Y al mismo tiempo surgió la duda: ¿Por qué Evo no determinó asilarse en Cuba, en Venezuela o en Nicaragua, cuyos gobiernos son sus “hermanos”? ¿Ni Castro, ni Maduro, ni Ortega quisieron cargar con un pesado lastre que sólo aumentaría el peso que como dictadores llevan en sus espaldas?

Bueno, pues las reacciones en México –más en contra que a favor- luego de la generosidad de López Obrador para con Morales, no se dejaron esperar.

Esta acción del gobierno de la llamada “Cuarta Transformación”, aumentó el saco de decepciones de miles de mexicanos que inicialmente, apoyaron con todo la llegada de AMLO a palacio nacional.

Fue como un ladrillo más sobre una pared que cada vez es más alta, porque escenarios como el aumento en la inseguridad pública con asesinatos mucho más violentos y desalmados, la aceptación de un Estado “fallido” en operativos contra la delincuencia organizada y el empeño constante del Presidente por deshacer organismos del Estado Mexicano que representan un equilibrio político y social, para su control desde Palacio, han iniciado un proceso de descrédito y desconfianza hacia el “hombre de la esperanza” en los comicios del 2018.

Las reformas de Estado promovidas en los sexenios a partir de 1988 que finalizaron en instituciones que dieron mayor libertad y vida democrática a la Nación (La autonomía del Banco de México, la creación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, del Instituto Nacional Electoral (que sacó las manos del gobierno en la organización de las elecciones), la Comisión Reguladora de Energía, el Instituto Nacional de Transparencia Informativa, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el CONEVAL, la Reforma Educativa y el Instituto Nacional de Evaluación Educativa, entre otros) a casi un año de haber llegado al poder, López Obrador se ha encargado de controlarlos, utilizando en ocasiones desviaciones en la Ley, como en reciente caso de la descarada imposición en el Senado de la señora Rosario Piedra Ibarra, como nueva presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, a pesar de existir aceptación expresa de haber sido dirigente de MORENA y activa militante de este partido político.

Lo que hoy está en proceso, es reformar la Ley para que el actual presidente del INE, Lorenzo Córdova, no cumpla sus nueve años en ese cargo para los que fue designado y salga en los próximos meses, para dejar el control en algún recomendado o recomendada del Presidente.

Eso es concentración de poder en un solo hombre. Para algunos observadores, eso no representa novedad alguna. Lo que sigue entonces, una vez que controle el Instituto Nacional Electoral, es enviar al recuerdo las elecciones constitucionales y sustituirlas por consultas populares, luego de un “teatro bien armado con el acompañamiento controlado de un ejercicio de revocación de mandato”, lo que le permitirá perpetuarse en el poder.

Estamos a quince días de que el Presidente López Obrador llegue a su primer año de gobierno. Reiterará que “vamos muy bien”, pero su realidad personal se contrapone enfáticamente con la realidad que se vive a lo largo y ancho del país.

Grandes nubarrones en la economía presagian recesión; la desconfianza empresarial nacional y extranjera por sus decisiones absurdas en la materia han colapsado la creación de nuevos empleos; la estrategia contra la inseguridad pública lo han hecho ver ante el pueblo y el extranjero como un Estado fallido y, para el remate, su inocultable lucha por controlar las instituciones autónomas que han permitido un equilibrio en el poder público, son las causas principales de su también inocultable caída en su credibilidad y confianza, generando enorme decepción para quienes inicialmente le abrazaron.

Y con dos botones es suficiente muestra: Los actores Gael García y Héctor Suárez externando su indignación y desilusión de AMLO. ¿Acaso ambos son representantes del conservadurismo hipócrita, como estigmatiza a sus opositores el Presidente?

Las empresas expertas en sondeos, Mitofski y México Elige, mostraron resultados de estudios recientes donde el Presidente ha perdido más de 5 y hasta 11 puntos de aprobación. Desde luego, esto lo sabe López Obrador y de ahí su prisa por el control total antes del 2021, año en que se probará su influencia en los poderes Legislativo y Judicial que, hoy por hoy, ya controla.

Año crucial, de elecciones intermedias

EL FENÓMENO electoral en México, trascendente, empezará a darse en el venidero 2020… Se elegirán nuevos gobernadores en quince entidades del país, pero será en el 2021 cuando se ponga a prueba el poder acumulado en la persona del Presidente López Obrador… Ese año será algo especial… Se cumplirán 500 años de la consumación de la conquista de la gran Tenochtitlan por Hernán Cortés y el 27 de septiembre de ese mismo año se cumplirán 200 de la consumación de la independencia de España por el genio político de aquella época, Agustín de Iturbide, hoy satanizado por la historia gracias al éxito en su labor diplomática a favor de los Estados Unidos por parte del embajador entonces de los vecinos del norte en México, Joel R. Poinsset, quien logró que el nuevo gobierno republicano encabezado por Guadalupe Victoria, asesinara a su compatriota que había reunido al último Virrey de España, Juan O´Donojú y al último jefe del grupo insurgente, Vicente Guerrero, para firmar la separación oficial de la Madre Patria… La historia que hoy escribimos incluye la posibilidad de que vivamos la historia recientemente vivida en Bolivia, donde un presidente electo democráticamente en el año 2006, llevó a cabo los cambios relevantes en su Constitución para perpetuarse en el poder… ¿Qué falta a AMLO para lograr repetir esa historia?… Falta algo aún, pero se advierte que sus pasos son firmes y ágiles… El régimen al que aspira nuestro actual Presidente ya se ha vivido en Cuba, en Venezuela, en Nicaragua, en Brasil y de manera corroborada, han resultado un fracaso en lo económico y en lo social, con el establecimiento de dictaduras a la vista de todo el mundo… López Obrador seguirá negando ese propósito, como lo negó Fidel Castro al hacer uso de la voz en el pleno de la Organización de las Naciones Unidas, en 1960, cuando dijo en inglés, “I`m not communist” (No soy comunista) y como también negara de forma reiterada Hugo Chávez, su filia por las expropiaciones, sus ataques a medios de comunicación a quienes golpeó luego de llamarles “conservadores al servicio del imperio” y mentir al decir que no se mantendría en el poder… En México, la opinión pública nacional se gana y se pierde todos los días… En el 2018, Juan Pueblo entregó toda su confianza a López Obrador y a los candidatos de MORENA al Senado y a la Cámara de los Diputados, sin conocerles… A quince días de cumplirse el primer año de haber arribado al poder, cualquiera con dos dedos de frente concluiría que esa supremacía está en riesgo de perderse en los próximos comicios, por tanta decepción evidente en las decisiones de gobierno y en los tristes espectáculos en el Congreso de la Unión… Sin embargo –ojo- los mexicanos siguen sin mayores opciones… El Partido Acción Nacional es quien más ha llevado a cabo manifestaciones en contra de la llamada “4-T”, pero sigue sin convencer y el PRI, nomás no se levanta de la lona y cada vez más hundido con una actitud que muestra que no sabe y no quiere ser oposición, asumiendo un papel vergonzante de porra de los intereses de palacio nacional, porque simple y sencillamente, quiere ir sentado en el camión de los victoriosos.

En marcha, el control del INE

EN ESTE espacio adelantamos que el personaje llamado Sergio Gutiérrez Luna, veracruzano, asesor jurídico del exgobernador Guillermo Padrés y hoy convertido en diputado federal por MORENA gracias a su buena fortuna, es el instrumento para hacer llegar la iniciativa teledirigida desde palacio nacional para quitar a Lorenzo Córdova como presidente del Instituto Nacional Electoral, antes del tiempo establecido para ocupar ese cargo que se cumple en el año 2023… Gutiérrez Luna tiene como socio y cómplice dentro del mismo INE al consejero José Roberto Ruiz Saldaña y ambos se coordinan con Horacio Duarte, quien fuera representante de MORENA en el organismo electoral y que hoy ocupa la subsecretaría del Trabajo, por lo que entregó la diputación federal que ganó en los pasados comicios a su suplente en la fórmula, Gutiérrez Luna… Los alcances de éste último se han visto en Sonora, donde ha trabajado por el control del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana… Todo este grupo sabe que el hombre fuerte para llegar al Gobierno de Sonora se llama Alfonso Durazo Montaño, pero su ADN, identificado con Guillermo Padrés y éste último con personajes ligados al gran poder del PRI (aunque usted no lo crea), no resultarían confiables para los intereses del Presidente López Obrador en la tierra de Obregón, Elías Calles y Luis Donaldo Colosio.

POR CIERTO, quienes mantienen veladoras encendidas para que Durazo sea destituido como secretario de seguridad y protección ciudadana, siguen esperando sentados… De todas formas, la fortaleza del hombre de Bavispe, en dado caso de una renuncia a su actual cargo, le permitiría caer como los gatos, parado, porque regresaría a su escaño en el Senado de la República, (algo que le provocaría enormes dolores de estómago a Arturo Bours Griffith)… Mientras tanto y en construcción al 2021 en Sonora, la Gobernadora Pavlovich ha entrado en un pragmatismo político… Su expresión en el sentido de que “en las próximas elecciones la gente votará por las personas y no por los partidos”, confirma que sus esperanzas podrían ya no estar firmes con el PRI… Manlio Fabio Beltrones, quien –dígase lo que se diga- sigue pesando muy fuerte en el Estado, anda en busca no de un partido, sino de una persona con la que se permita hacer acuerdos, hacer política, independientemente del partido al que pertenezca… Y no la encuentra todavía… Por su lado, Ernesto Gándara sigue fiel a la tradición de placearse por los pueblos, convencido de su gran aceptación y carisma, como si las experiencias anteriores no le hayan enseñado nada… Antonio Astiazarán toca puertas, toca ventanas y Ricardo Bours ve gente aquí y ve gente allá, casi convencido de que la vía libre, quizá no sea la más adecuada… Todos ellos mantienen un denominador común: Vencer a Alfonso Durazo.

PARA FINALIZAR, me permito publicar (a insistencia mía) un reconocimiento especial firmado por la Gobernadora del Estado para el director de recursos humanos de la Secretaría de Educación y Cultura, Oscar Lagarda Treviño, por su manejo innovador en el cargo que ocupa… Enhorabuena.