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¿Cómo se transformó la fiesta de navidad en Hermosillo?

La fiesta de nochebuena consideraba los cánticos que emulaban a José y María pidiendo una posada porque pronto nacería el niño Jesús.

Para el cronista de la Ciudad, Ignacio Lagarda, la celebración actualmente “está muy deshumanizada”; explica que el mundo moderno añadió nuevos símbolos, producto de la mercadotecnia, sustituyendo el sentido original, el nacimiento del niño Dios

Por Gerardo Moreno

La Celebración de la Navidad en Hermosillo y en prácticamente en todo México se ha ido transformando en pocas décadas de una celebración completamente religiosa y familiar a un evento marcado por la mercadotecnia, el consumismo y los excesos.

Ignacio Lagarda, cronista de Hermosillo.

El historiador Ignacio Lagarda Lagarda, Cronista de la Ciudad de Hermosillo, explicó que los cambios se deben principalmente por la influencia de países extranjeros como Estados Unidos, así como la modernidad y las tecnologías.

“Está muy deshumanizada la celebración y también muy alejada de su original sentido que es el cristianismo, que todo eso se ha ido desafortunadamente perdiendo, el mundo cambia”.

Las fiestas navideñas siempre comenzaban el 12 de diciembre con el día de la Virgen de Guadalupe, donde se hacían peregrinaciones al cerrito de la virgen. Luego estaban las tradicionales posadas en todas las iglesias y concluían con misa de gallo el 24 de diciembre para amanecer 25 con el festejo del nacimiento del niño Jesús. Ahora todo eso se ha ido sustituyendo por otras cosas.

Un giro total a las tradicionales posadas

Las posadas que se celebraban antes representaban aquel alojamiento que pidió la virgen María y San José en Belem, buscando un lugar donde pudiera tener a su hijo. Fueron rechazados en muchas casas hasta que fueron recibidos en una y ahí nació Jesús.

El significado de las posadas modernas dio un giro completo a su origen.

“En las casas había la tradicional posada que tenía toda esta representación, los peregrinos que tocan la puerta y piden posada con cánticos y los que están adentro o los rechazan o los aceptan. Eran celebraciones familiares no de empresas ni mucho menos”.

En México se agregó a las posadas la famosa piñata, que representa la estrella de Belem, y los dulces típicos que caían al suelo y los niños los recogían. Pero eso se transformó a fiestas donde los trabajadores o amigos se reúnen, comen y beben en exceso.

¿Navidad sin nacimiento? Los nuevos símbolos comerciales

Otra tradición navideña que fue sustituida es que antes en prácticamente todas las casas se ponía un nacimiento que representaba el pesebre donde dio a luz la Virgen María.

La tradición marcaba ir a misa de gallo, es decir de media noche, y luego regresar a la casa y colocar al niño Jesús en el nacimiento e irse a dormir para esperar los regalos.

“Lo que se esperaba era el nacimiento del niño Jesús y era el niño Jesús el que nos traía los regalos a los niños, en una silla que poníamos por ahí en la cabecera de la cama”.

Pero esto fue sustituido por otro personaje que se sumó a la celebración traído de la cultura nórdica, especialmente de Alemania, que es el Árbol de Navidad el cual antes se adornaba con manzanas y veladoras, pero después se pasó a esferas rojas simulando la fruta y luces eléctricas en vez de las velas.

“Ese era el simbolismo del árbol de navidad, donde los regalos ya no los traía el niño Jesús sino que se ponían abajo del árbol”.

Luego apareció un personaje llamado Santa Claus, que nació en Estados Unidos y fue retomado en Europa, se basaron en un santo italiano de la Iglesia Católica llamado San Nicolás, quien en navidad regalaba juguetes a los niños.

Santaclós es de los nuevos símbolos que se han unido a esta celebración comercial.

Pero por mercadotecnia lo convirtieron en una persona gorda vestida de verde y luego los publicistas lo cambiaron a color rojo y terminó siendo apoderado por una compañía de refrescos.

“Entonces esta nueva tradición dice que Santa Claus viene del Polo Norte en unos renos cargando con todos estos regalos para todos los niños del mundo y entra por las chimeneas, algo también muy del norte del planeta porque en el centro del mundo no hay chimeneas”.

De nueva cuenta se olvidaron de la tradición católica-cristina de que era el niño Jesús quien traía los regalos a los niños y ahora es Santa Claus quien los deja debajo del árbol navideño.

Todo esto empezó en los años 50´s en el país, pero en las zonas rurales en los años 70´s, y conforme México se fue haciendo más urbano llegaron estas tradiciones y en poco tiempo inundaron todas las casas de Hermosillo.

No olvidar el fin de la celebración

El Maestro Lagarda comentó que no se puede negar y debemos aceptar que el mundo está en constante cambio y la modernidad y ahora también las nuevas tecnologías son parte de la  vida diaria.

“Seguramente ya no se colocará adornos sino que serán hologramas o solo proyecciones. Así es el mundo, así cambia y así debe seguir cambiando y es algo muy natural”.

Lo único que debe perdurar es el verdadero sentido de la Navidad donde debemos recordar que es una celebración religiosa cristiana que marca el nacimiento del hijo de Dios, pero también un tiempo para congregar a la familia y promover la paz entre los hombres de buena voluntad.