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Conscriptos denuncian ultraje durante el Servicio Militar

Por Daniel Sánchez Dórame/

Humillados y ultrajados dijeron sentirse varios conscriptos de la clase 1994, anticipados y remisos, luego que durante el primer día de su Servicio Militar Nacional (SMN), el soldado instructor y médico militar los obligó a desnudarse y pararse frente a sus colegas.

Fue el pasado sábado 2 de febrero, cuando con el pretexto de realizar exámenes de respiración, el médico militar obligó a los jóvenes del 73 Batallón de Infantería con sede en esta capital del Estado, a despojarse de sus ropas y quedarse solo con los calcetines y pararse de frente a otros conscriptos, para luego auscultarlos con un estetoscopio al tiempo que les repetía «desde el momento que se en listaron sus nalgas me pertenecen».

En Sonora más de mil jóvenes realizan su SMN como requisito indispensable para otros trámites burocráticos; en Hermosillo son 650 conscriptos de la clase 1994, anticipados y remisos, quienes cumplen su obligación con la patria divididos entre el 24 y 73 Batallón de Infantería ubicados en el cuartel militar al norte de la ciudad.

Aunque éste hecho no fue denunciado formalmente ante las autoridades judiciales o Derechos Humanos, al menos 10 jóvenes aprovecharon los espacios de opinión y Redes Sociales de distintos medios de comunicación para corroborar los malos tratos que fueron objetos por parte de los instructores militares.

«Entiendo que nos pongan a hacer ejercicio hasta agotarnos, que nos quieran disciplinar con firmeza y que los militares sean muy estrictos, pero desnudarnos y ponernos frente a frente fue totalmente innecesario y más si solo se trataba de una revisión médica a los pulmones, me sentí humillado», declaró un joven que accedió hablar a cambio del anonimato.

Éste explicó como muchos de los jóvenes trataron de taparse las partes nobles con las manos, pero que el instructor gritaba firmes y los obligaba a poner las manos a los costados.

«Primero nos pesaron y separaron, a los más gordos les decían, en repetidas ocasiones, que eran inútiles a la patria, luego nos separaron en grupos de 40 para pasarnos a un cuarto donde nos pidieron que nos quitáramos toda la ropa y nos dejáramos solo los calcetines, a muchos nos ganó la risa de nervios y fue cuando el militar preguntó de qué nos reíamos, si desde el momento que nos enrolamos sus nalgas me pertenecen”.

«Después hicimos dos filas de 20 y nos pusieron espalda con espalda para que rozaran nuestras nalgas, luego nos voltearon y fue cuando el doctor se acercó para escuchar nuestros pulmones», declaró otro de los denunciantes.

Al finalizar la jornada, platicando con los conscriptos del 24 Batallón, los jóvenes se enteraron que a sus colegas solo les hicieron quitarse las camisas para el chequeo médico; supuestamente, hacia el sábado 9 de febrero se redujo drásticamente el número de jóvenes en el 73 Batallón, de hecho los entrevistados declararon que ya no regresarán por miedo a represalias o que una vez que se haga público el abuso los instructores sean más estrictos.

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