Crece la sombra de la violencia feminicida en Sonora

En Sonora, la violencia contra las mujeres se ha intensificado en 2025, con aumentos del 33% en homicidios dolosos y casi del 90% en desapariciones, pese a la aparente contención del feminicidio
Por Antonio López/Redacción
A pesar de una disminución en varias categorías delictivas, Sonora enfrenta una grave y creciente crisis de violencia contra las mujeres. Mientras las cifras oficiales muestran una contención en el delito de feminicidio, los homicidios dolosos de mujeres han aumentado un 33% y las desapariciones forzadas casi un 90% en lo que va del año 2025. Colectivos feministas y expertos en seguridad denuncian que la impunidad opera como una “norma estructural”, la Alerta de Violencia de Género no se implementa adecuadamente y la falta de presupuesto para la prevención agrava el problema.
Contrastes Estadísticos
Los datos de incidencia delictiva para Sonora, tal como si fuera moneda presenta dos caras. Por un lado, el informe del Comité Ciudadano de Seguridad Pública, con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) hasta octubre de 2025, muestra reducciones significativas en varios frentes en comparación con el mismo periodo de 2024:
En el delito de Homicidio doloso, destaca una disminución del 21% en el acumulado anual (966 víctimas en 2025 vs. 1,223 en 2024).
En el Feminicidio, se observa una reducción del 13% en el acumulado anual (20 víctimas en 2025 vs. 23 en 2024).
Violencia familiar: Caída del 34% en las denuncias acumuladas (4,593 en 2025 vs. 7,002 en 2024).
Sin embargo, un análisis más profundo revela tendencias alarmantes que contradicen cualquier noción de mejora sustancial en la seguridad de las mujeres.
Marco Paz, vocero del Comité Ciudadano de Seguridad Pública, en entrevista para “Primera Plana” subrayó la gravedad de la situación: “En lo que va del 2025, ha crecido el 33% el caso de “homicidios de” mujeres… Si nos vamos también en el aumento de desapariciones forzosas de mujeres, pues ha crecido casi un 90% en lo que va del año”.
De enero a octubre de este año, en Sonora se registraron 63 homicidios mujeres, según datos del SESNSP.
El mes de octubre de 2025 fue particularmente violento, registrando 5 víctimas de feminicidio, un aumento del 150% respecto a las 2 víctimas de septiembre. Con esta cifra, Sonora se posicionó junto a Morelos como la tercera entidad con más feminicidios en el país durante ese mes, solo por debajo de la Ciudad de México y Sinaloa.
El rubro «Otros delitos que atentan contra la libertad personal», que incluye la desaparición forzada, muestra que 2025 es el año con la mayor incidencia acumulada registrada. El 70% de estos delitos se concentra en Hermosillo (33%), Cajeme (15%), Caborca (11%) y Nogales (11%).
Según el detalle del informe especial sobre Violencia contra la Mujer del Gobierno Federal, de enero a octubre en Sonora se registraron 13 secuestros de mujeres. La entidad empata en segundo lugar nacional con Morelos, debajo de Chihuahua con 31 casos.
¿Homicidio o Feminicidio?
El dilema constante entre autoridades y colectivos es la clasificación de los asesinatos de mujeres. Paz explicó a este Semanario que, técnicamente, para que un caso sea feminicidio “tiene que prevalecer el criterio que se que sufrió feminicidio por el hecho de ser mujer”. Ante la desconfianza que esto genera, el experto lanzó una sugerencia para la integración de estos expedientes: “Lo que tal vez se requiere ahí es que participen representantes de los colectivos de defensa de las mujeres en la revisión de estas clasificaciones para desaparecer cualquier duda”.
Colectivos señalan incumplimiento e impunidad estructural
La percepción de las activistas en el terreno es de un abandono institucional. Lizette Sandoval, representante de “Observatoria Ciudadana Todas Mx-Sonora”, a través de un video en redes denunció el incumplimiento sistemático de la Alerta de Violencia de Género (AVGM) aprobada para Sonora en 2021.
En la evaluación que hace sostiene: “Son 13 medidas que no se cumplen a cabalidad. Ninguna de las medidas podemos darle una palomita de cumplida”, sentenció Sandoval.
Las fallas, según detalla la académica y activista, son graves y abarcan todo el sistema:
–Prevención y Diagnóstico: Se ha omitido la creación de un diagnóstico crucial sobre desapariciones de mujeres que identifique patrones y zonas de riesgo. «Es un producto que pueden sacar, que no les cuesta dinero, que tienen la información, pero no han querido realizarlo».
–Búsqueda: El Protocolo Alba se activa de manera discrecional y sin la debida diligencia, como lo demuestra el caso de Lourdes en Cajeme, cuya familia la encontró en su propio domicilio después de haber denunciado su desaparición.
–Justicia: No existen los mecanismos de vigilancia ordenados para asegurar que las investigaciones de feminicidios y desapariciones se realicen con perspectiva de género. Peor aún, el gobierno estatal dejó de informar sobre estas tres medidas clave a partir de su cuarto informe de cumplimiento.
La investigadora cuestiona sin cortapisas al Gobierno Estatal: “Yo le preguntaría al gobernador Alfonso Durazo de quién es aliado… ¿Es aliado de las mujeres que desaparecen? ¿Es aliado de las mujeres que asesinan?”. Describe el perfil de las víctimas como “mujeres jóvenes, estudiantes, que tienen situaciones laborales precarias, que viven en colonias de alta marginalidad”.
Esta visión es reforzada por un pronunciamiento de colectivos feministas que acusa: “Persiste la ausencia de transparencia y rendición de cuentas, y con ello la impunidad como norma estructural. La violencia Institucional del Estado continúa intacta”.
En el documento critican además la reclasificación de muertes violentas de mujeres, en contraste con estados como Sinaloa, donde todo homicidio de una mujer se investiga de inicio como feminicidio, cumpliendo estándares internacionales.
Cultura, impunidad y falta de recursos
Para Marco Paz, quien tiene décadas participando en Comités Ciudadano de Seguridad, las raíces del problema son más profundas. Reveló que de acuerdo a la encuesta ENDIREH del INEGI de 2021, el 71.6% de las mujeres sonorenses de 15 años o más han experimentado algún tipo de violencia, una cifra que califica como “demasiado”.
En este contexto es claro al definir que se requieren acciones contundentes en múltiples frentes para ser efectivos contra la violencia de género:
- No normalizar la violencia: Erradicar la cultura machista que justifica la agresión y reconocer que existen nuevos riesgos como el ciberacoso sexual.
- Acabar con la impunidad: Asegurar que los agresores enfrenten consecuencias reales. “El mejor ejemplo para acabar con la violencia con la mujer es que quien la haga la pague”, afirmó, lamentando que, según datos del INEGI, solo 1 o 2 de cada 100 delitos cometidos terminan en sanción.
- Mejorar la coordinación: Fortalecer la comunicación y el trabajo conjunto entre las distintas dependencias de gobierno, que a menudo operan de forma aislada.
- Invertir en prevención: La prevención es la forma más económica y humana de combatir la violencia, pero es el área más desatendida. “Tenemos la impresión que se va el 90-95% (del presupuesto a operación), que en prevención se dedica muy poco”, comentó.
El acierto del Programa “Salva” y el limitado presupuesto
En medio del sombrío panorama, consideró una iniciativa reconocida como un acierto: el programa “Salva” de la Secretaría de Seguridad Pública estatal.
Marco Paz lo describió como una “muy buena práctica” que va más allá de ofrecer espacios seguros, pues realiza un seguimiento puntual a las llamadas de violencia al 911, asesora a las víctimas para que denuncien y coordina una mesa mensual con todas las instituciones involucradas para revisar los casos más críticos. Paz atribuye a este programa la notable disminución en las denuncias por violencia familiar.
Sin embargo, las buenas intenciones chocan con una dura realidad fiscal. Paz calificó los presupuestos de seguridad como “totalmente insuficientes”. Aunque Sonora invierte un 0.7% de su PIB en el rubro, más que el promedio nacional (0.5%), esta cifra es apenas la mitad del 1.5% recomendado por la OCDE. El reciente aumento del 8% al presupuesto de seguridad, aunque positivo, no resuelve el déficit estructural, especialmente en la prevención y en el rescate de las policías municipales, a quienes se considera «abandonadas».
La situación de inseguridad para las mujeres en Sonora es compleja, entre los lentos avances en algunas áreas que son opacados por el recrudecimiento de la brutal violencia contra las mujeres y la insuficiencia presupuestal para prevenir y no lamentar.
Observan disminución de feminicidios en Sonora
La titular de la Secretaría de las Mujeres en el país Citlali Hernández, aseguró que los delitos de feminicidio han mostrado una tendencia hacia la baja, pero resaltó que gran parte del reto está en la persecución de los crímenes.
Hernández, quien estuvo de visita en Hermosillo, comentó a “Primera Plana” que en el caso de Sonora los números les muestran optimismo.
“En todo el país han disminuido los índices de feminicidio, sin embargo no vamos a descansar hasta que deje de haber uno solo, hay mucho por hacer, estamos trabajando con Fiscalías, tiene que adoptarse más perspectiva de género, es toda una estrategia integral”, dijo.
Agregó que en todo el país se han constituido centros de apoyo, donde brindan asesoría a mujeres víctimas de violencia.








