DE PRIMERA MANO

De Primera Mano | “Antes como antes… Y ahora, como siempre”

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín

¿SABE USTED qué fue lo que originó la instalación de retenes como el PRECOS que tenemos en Sonora cerca de Benjamín Hill?

En realidad es un servicio que México brinda al gobierno de los Estados Unidos. El objetivo de esas instalaciones es evitar que el trasiego de drogas alcance el propósito de llegar a territorio del Tío Sam.

Fue un acuerdo entre presidentes desde la década de los años ochenta. ¿En qué colabora EU con México?

En los hechos, poner a los millones de consumidores en territorio norteamericano y vender las armas los grupos criminales en nuestro país.

Los Presidentes siempre han “acordado” con sus homólogos del norte y México termina siendo el patio de los Estados Unidos.

Benito Juárez pidió ayuda militar para enfrentar a su enemigo conservador, Miguel Miramón, a cambio de firmar el Pacto “Mc-Lane-Ocampo” que pretendía abrir un canal entre Veracruz y Oaxaca.

Alvaro Obregón solicitó apoyo militar al gobierno norteamericano para acabar con la insurrección de su paisano, Adolfo de la Huerta, a cambio de firmar los llamados “Tratados de Bucarelli”, que de hecho autorizaba a los gringos a meter mano a nuestro petróleo.

En los días que vivimos Estados Unidos tiene un Presidente que como político es buen negociador. Agresivo e insultante, se dio cuenta de la debilidad del Presidente Andrés Manuel López Obrador y de lo poco efectivo en materia migratoria.

Le bastó lanzar una amenaza (aplicar un impuesto del 5 por ciento inicialmente a todos los productos de importación mexicanos) para generar una crisis económico-política en nuestro país y, de paso, sacar de la agenda periodística la implicación de Donald Trump con agentes especiales rusos que influyeron en la victoria de las elecciones presidenciales sobre Hillary Clinton.

Finalmente, se llegó al acuerdo de suspender indefinidamente la amenaza de aplicar el 5 por ciento de aranceles, a cambio de varias obligaciones mexicanas, entre ellas desplegar seis mil efectivos de la guardia nacional para evitar la inmigración ilegal de centroamericanos a México, convertirse en “tercer país seguro”, que no es otra cosa que obligarnos a retener a inmigrantes que realicen trámites para ingresar a los Estados Unidos, respetarles sus derechos humanos, alimentarles y, de ser necesario, ofrecerles trabajo y, entre otras cosas, adquirir productos elaborados por agricultores norteamericanos.

¿A qué se obliga Estados Unidos? El país, a nada. El Presidente Trump, a retirar su amenaza. Nada más.

En los noticiarios de la CNN y FOX el día de este acuerdo, la información se manejaba como una victoria contundente del Presidente de los Estados Unidos. En México, a pesar de la lluvia de críticas por el desventajoso acuerdo, el gobierno y toda la “élite” del país hacía un público reconocimiento al “extraordinario logro” alcanzado al evitar la amenaza del Presidente Trump.

Andrés Manuel López Obrador quiso reafirmar ante el mundo su gran convocatoria y reunió a gobernadores, líderes sociales, religiosos y empresarios, para “levantar su mano amistosa al Presidente de los Estados Unidos”. Fue un acto netamente “conservador”. Nada de revolucionario.

No fue capaz, el gobierno mexicano, de arrancarle un acuerdo en beneficio de México y los mexicanos. Hay diez motivos cuando menos en materia migratoria, desventajosa para nuestros paisanos en los Estados Unidos. La separación de los niños de sus padres, la amenaza sobre los “dreamers”. Nada. No fuimos capaces de lograr nada. Y todavía Trump se atrevió a decir, horas después de anunciado el trato, que “hubo más acuerdos que no fueron dados a conocer”.

¿Qué más perderemos en el futuro inminente?

Finalmente, ambos gobiernos festejaron su triunfo. Trump logró la implementación de un muro en la frontera sur de México, que pagaremos todos los mexicanos y López Obrador se quitó una amenaza de encima –según dijo- “gracias a la solidaridad del pueblo”.

Cualquier relación con el vocablo “Sumisión”, no es mera coincidencia.

“Antes como antes… y hoy como siempre”.

LA GOBERNADORA Claudia Pavlovich atendió la convocatoria del Presidente de la República y asistió al evento “por la dignidad” de Tijuana… La mandataria sonorense simplemente mostró congruencia personal… El día del acuerdo lanzó un “Twitt” felicitando y refrendando su apoyo al Presidente de México… Ella ha manifestado que López Obrador le ha cumplido y el agradecimiento y solidaridad para con el primer mandatario, no se ha hecho esperar.