DE PRIMERA MANO

De Primera Mano | ¿Cree Damián Zepeda que el sonorense no tiene memoria?

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín

rq-columnaSE PUEDE entender el papel de la oposición política. Sin embargo, la dirigencia del Partido Acción Nacional en Sonora encabezada por Damián Zepeda Vidales y David Galván, debería preocuparse por sustentar sus acciones y ofrecer a la sociedad sonorense una oposición inteligente y digna de un mejor nivel.

Porque oponerse a las ternas enviadas por comités ciudadanos -que el mismo PAN avaló al momento de sugerirlas y conformarlas- para ocupar la titularidad de diversos cargos relacionados con la persecución de delitos y la rendición de cuentas de los dineros públicos, de entrada, ofrecen el verdadero rostro del encubrimiento y la impunidad a acciones ilegales muy frescas en la mente de los ciudadanos de Sonora.

¿Por qué se oponen a la posibilidad de que Odracir Espinoza sea el primer Fiscal Anticorrupción? Porque evidentemente este funcionario ha integrado los expedientes y conoce las actuaciones legales en el combate a la corrupción generada el pasado sexenio. Por demás lógico evitar que quien ya conoce las mañas y a los mañosos, tenga mayores facultades para actuar.

Zepeda, Galván y su gente, argumentan que la Gobernadora Pavlovich está designando a un fiscal “a modo” con el riesgo de repetir los casos de Duarte en Veracruz y de Borge, en Quintana Roo. Luego entonces, ¿por qué el PAN avaló la designación de Rodolfo Montes de Oca como el primer Fiscal General de Justicia en Sonora?

La respuesta pudiera resultar sencilla: Zepeda ordenó oponerse sistemáticamente a la ratificación de Odracir, en una estrategia mediática golpeadora y para refrendar los argumentos de la defensa de Guillermo Padrés, quien continúa argumentando en medios la “inconstitucionalidad” de la Fiscalía Anticorrupción, inicial, a pesar de ser conscientes de que tal resolutivo es absolutamente irrelevante.

Independientemente de lo anterior, en Sonora se ha combatido la corrupción y la impunidad. Ahí están los más de doscientos expedientes abiertos, las órdenes de aprehensión sustentadas contra exfuncionarios y el registro de ingreso a la cárcel de otros tantos. ¿Con qué cara el PAN sale a decir que tiene una enorme preocupación por el combate a la corrupción, cuando no han sido siquiera capaces de reconocer sus errores del pasado aún fresco en la memoria de la gente y en el sufrimiento de los más vulnerables por el desastre financiero heredado y que se refleja en la falta de medicinas y en la destrucción de proyectos en beneficio de Juan Pueblo?

¿Por qué Zepeda y Galván, tonta o perversamente, navegan en medios con una aureola de santidad, creyendo quizá que los sonorenses no tenemos memoria o, de plano, somos muy tontos?

Y lo más evidente, en las ternas dadas a conocer a los “sensibles cargos públicos” pendientes de designar, se contempla a personas muy identificadas con el PAN o con Guillermo Padrés.

Para elegir al nuevo contador mayor del Instituto Superior de Auditoría y Fiscalización (ISAF) se integró a Patricia Argüelles, la exdirectora de auditoría de la Secretaría de Hacienda en el “padresismo”. Ahí también están Othón Ramos, una propuesta empresarial y José Ramón Moya, identificado con el PRI. Pregunta: ¿No hay equilibrio en esta terna? Yo digo que sí.

Para designar al primer Fiscal Anticorrupción está Odracir Espinoza, sí, pero también se contempla a Sergio Gutiérrez Luna, asesor jurídico estelar del padresismo tanto en el Congreso del Estado en el pasado sexenio, como fantasmal titular de la puesta en marcha del nuevo Sistema de Justicia Penal en Sonora, para lo cual se le destinaron 80 millones de pesos, que probablemente fueron a parar a algunas entidades de la república para ayudar a candidatos panistas en las elecciones del momento. Pregunta: ¿No hay equilibrio? Yo digo que sí. Luego entonces, ¿Por qué el PAN no cabildea por su gente y decide abandonarla a su suerte?

Finalmente, en el caso de la terna para elegir al primer Fiscal Especial para delitos electorales, aparece Pedro Pablo Chirinos, un importado del “padresismo” que se convirtió en representante del PAN ante el Instituto Estatal Electoral y “ave negra” para todo tipo de argucias legales a favor del exgobernador albiazul. Pregunta, ¿Por qué el PAN en ese caso no saca la cara por Chirinos?

Conclusión: Lo que realmente le interesa a Damián Zepeda y que ha sabido instruir muy bien a David Galván, es tratar de evitar las persecuciones contra Guillermo Padrés y sus excolaboradores que se sirvieron con la cuchara grande del 2009 al 2015 y que muchos de ellos son prófugos de la justicia. Sin embargo, difícilmente tendrán éxito.

Es una verdadera grosería de su parte, pensar que los sonorenses somos desmemoriados o que somos tontos. Por lo pronto, decidieron levantarse de la mesa del Congreso para evitar el consenso general y tratar de engañar a Juan Pueblo con la “ilegitimidad” en la designación de nuevos funcionarios a propuestas ciudadanas de acuerdo con procedimientos legales.

Quizá y no sea exagerado pensar que la sociedad sonorense aplaudiría su actitud ahora, porque ayuda más el que no estorba.