De Primera Mano | El “Regreso” de Padrés

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín

SIN DUDA alguna. Si Ernesto Munro conquista la presidencia del comité directivo estatal del Partido Acción Nacional, estará de regreso en el control de ese partido político en Sonora el exgobernador Guillermo Padrés, quien recuperará su libertad después de la salida de Enrique Peña Nieto de Los Pinos.

Y una prueba de mayor contundencia sería la incorporación muy cerca de Munro, de Agustín Rodríguez, un hombre muy cercano al corrupto exmandatario panista y a pesar de llevar en sus espaldas una orden de aprehensión por el caso Gisela Peraza, la que no se ha cumplimentado por “acuerdos políticos” que concluyeron en la unión PAN-PRI en el Congreso del Estado, antes del pasado 13 de septiembre.

Por otro lado, inocultable, la llegada de “padresistas” a la administración municipal de Célida López Cárdenas en Hermosillo. Para empezar, se asegura la presencia en palacio municipal de la capital del Estado de dos grandes influencias del pasado sexenio: Roberto Dagnino y Mario Abeyta.

Aparte, el matrimonio compuesto por la pareja Vásquez Bueno-Ruiz Romero (de abierta filia “padresiana”), ya despacha en la secretaría particular y dirección general del DIF en la administración “morenista” de Célida.

No se sabe con certeza el camino que tomará el exgobernador de Sonora al salir del Reclusorio Oriente de la ciudad de México.

Aseguran que desaparecerá del país un buen tiempo con destino seguro en Canadá. Otros, que permanecerá en su rancho. Otros más que no tendrá por qué ocultarse.

De lo que sí se está seguro es que continuará siendo un político en activo. Y es muy probable que su corazón esté envuelto en agravios personales, a pesar de ser consciente de que cometió muchos excesos.

Sin embargo, habrá qué admitir que hay fuerzas que evitarán su regreso al interior del PAN.

Javier Gándara Magaña quiere también esa posición y a través de Jesús Ramón Díaz Beltrán lo intentará.

Y falta aún la opinión de Ricardo Anaya a través de Damián Zepeda. Es probable que la misma estrategia seguida para la elección de Marko Cortés como nuevo presidente del comité ejecutivo nacional (sentar en la mesa a los grupos antagónicos hasta alcanzar un acuerdo) se siga en el caso de Sonora.

Ya veremos.

JAIME Moreno Berry, aún militante del Partido del Trabajo, aseguró al Grupo Compacto de Columnistas Políticos que para él “Célida era una mujer admirable”… Quién sabe si su opinión siga siendo la misma luego de que la alcaldesa de Hermosillo cesó a Alejandro Moreno Esquer, hijo de Moreno Berry, quien presumiblemente había tomado posesión de la dirección de Inspección y Vigilancia en palacio municipal… Se dice que Moreno entró en conflicto con el secretario de Ayuntamiento, que ello desencadenó en insultos y amenazas y se acabó la buena relación… Las especulaciones están a la vista, sobre todo porque no existe comunicación oficial al respecto.

LA HISTORIA del matrimonio Vásquez-Ruiz, no pudo repetirse en el caso de la pareja Moreno Soto-Rodríguez Tepezano… El primero regidor del Cabildo presidido por Célida López Cárdenas y ella, aspirante a dirigir el Instituto Municipal de Cultura y Arte… En este caso la negativa sí tuvo justificante… Ahí el “nepotismo” se reprobó… ¿Por qué en la pareja de “derecha” sí y el de la “izquierda”, no?

A LA VUELTA de unos cuantos días, la Fiscalía Estatal Anticorrupción podría anunciar la recuperación de una buena cantidad de dinero, producto de reparación de daños por el menoscabo al patrimonio público de los sonorenses en el pasado sexenio panista… Habría qué estar atentos.

LA COORDINADORA de la bancada de MORENA en el Congreso del Estado, Ernestina Castro, se ha convertido en aguja en un pajar para los periodistas… Ha sido invitada a programas de radio, de televisión, a la mesa con columnistas y simple y sencillamente ha determinado negarse a esos encuentros… Lo más seguro es que los nervios la dominen y viva pánico escénico… Aparte de que hace falta dominio de los temas… Está sufriendo ella una curva de aprendizaje, como pocos… Ya se acostumbrará.