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De Primera Mano | En campaña, la ausencia no es presencia

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín

MÁS ALLÁ de su “inteligente” decisión de rechazar su presencia en debates que son masivos pero no convocados por el árbitro electoral, Alfonso Durazo, está marcando un desdén a importantes medios de comunicación que son muy nuestros. Son los que ve y sigue la gente.

Pero acá entre nos, la razón fundamental por la que el candidato de MORENA a la gubernatura del Estado no quiso asistir a los debates convocados por Televisa, El Imparcial y los organismos empresariales del sur de Sonora, es su seguridad de que no tiene con qué enfrentar a Rosario Robles, Ernesto Gándara y Ricardo Bours.

Le fue muy mal en el debate convocado por el árbitro electoral, el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana que, aún aliado, no pudo evitar que ni con fallas técnicas en la transmisión perdiera puntos importantísimos a mitad de la campaña.

El desprecio de Alfonso por estos medios de comunicación y organizaciones civiles, lo llevan a sumar una semana más de una paralización de su presencia ante los sonorenses y la pérdida de porcentajes que le obligarán al cuarto para las doce, a luchar por conservarse en el segundo lugar de la competencia y no ser rebasado por Bours, quien ha crecido de una manera importante estos días.

En política, muchos poderosos utilizan la frase “La ausencia es presencia”, cuando alguien que es esencial en una reunión o evento, se ausenta sólo para estar más presente.

No es el caso de Alfonso. No se le requiere, no encabeza ya las preferencias y tampoco le extrañan.

Nadie es responsable de lo que le está sucediendo. Él mismo se ha esmerado en crear una línea divisoria entre su equipo, su mensaje y los ciudadanos sonorenses, impuestos a que les hablen con franqueza y convivir con paisanos que en verdad conozcan el Estado.

Y COMO son tiempos electorales “alguien” se ha encargado de difundir la inhabilitación por diez años para ocupar cargos públicos, (que en una decisión administrativa y, obligado a hacerlo en cumplimiento de la Ley) le aplicó la Contraloría del Gobierno de Sonora a Daniel Hidalgo Hurtado, exdirector de Telemax… El origen de la sanción fue el expediente relacionado con “La Estafa Maestra”, descubierta por periodistas durante el sexenio del Presidente Peña Nieto… Se dice, desvío de recursos a través de la SEDATU con su principal firma entonces, Rosario Robles Berlanga y que desplazó a través de empresas, entre las que se contaron universidades y medios de comunicación, como la televisora Telemax… Pero sólo habría qué precisar algo… La Contraloría estatal no tiene facultades para entrar a revisar el fondo del asunto, porque corresponde hacerlo, en cumplimiento estricto de la Ley, al gobierno federal… En realidad, lo que la oficina de Miguel Ángel Murillo hizo en Sonora, fue cumplir con una disposición de la Auditoría Superior de la Federación para revisar un procedimiento administrativo de un organismo relacionado con el Gobierno del Estado… Pero ahí cabe otra precisión… La televisora Telemax, en realidad es una empresa privada, según consta en el acta constitutiva con la que se integró hace poco más de 35 años… Ello le otorga facultades para elaborar y cumplir contratos mercantiles con quien así le convenga… La inhabilitación a Hidalgo Hurtado fue notificada hace más de cinco meses y, de inmediato, se interpusieron recursos de impugnación… No será hasta entonces cuando se ofrezca el verdadero estado de cosas… Pero por ahora, “alguien” encontró un buen argumento para atacar a adversarios en campaña…

LA VERDAD es que el Presidente López Obrador va que vuela para vivir su segunda semana consecutiva “de perros”… A los reveses en tribunales de la semana anterior, habría qué añadirle ahora el lamentable accidente en el Metro y sus terribles consecuencias… Enorme debe ser la frustración y la impotencia de don Andrés Manuel, al no poder echarle la culpa a los gobiernos del pasado, cuando todos sabemos que su grupo, su gente, ha dominado el gobierno de la ciudad de México en los últimos 30 años… Riesgoso también porque el accidente le pega a dos personajes estelares de su equipo: A Marcelo Ebrard, quien como jefe de gobierno del Distrito Federal de 2006 a 2012, le tocó construir la llamada “Línea Dorada 12” del Metro, en medio de especulaciones y dudas respecto a su estructura y materiales utilizados… También a Mario Delgado, quien firmaba como secretario de finanzas en ese gobierno citadino de Ebrard y ha trascendido, que pagó millonarias cantidades a proveedores sin mediar licitación alguna… ¿Y si fueron corruptos ya se les quitaría?