DE PRIMERA MANOPrincipales

De Primera Mano | Estamos solos…

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín

LA SEGURIDAD es un sentimiento, una sensación, una percepción. Cuando una sociedad vive un clima de paz y tranquilidad, se muestra y se demuestra.

Sí, hay delitos y hay delincuentes, pero la autoridad se encarga –cuando existe seguridad- de ponerlos tras las rejas.

La inseguridad es todo lo contrario.

La inseguridad también es un sentimiento, una sensación, una percepción. Se vive en la mente y en el corazón.

La inseguridad inhibe a las personas. Un padre se niega a viajar de noche y menos acompañado de su familia, ante el temor de sufrir un asalto.

Hay delincuentes y hay muchos delitos, pero la percepción de impunidad navega en el aire. Se puede sentir. Se puede hasta cortar con tijeras.

En estos momentos hay una clarísima evidencia de que la inseguridad que se vive en México no es prioridad de la máxima autoridad: Han transcurrido más de 20 días desde que renunció Alfonso Durazo como secretario de seguridad y su relevo aún no está operando.

Y es algo que no le preocupa ni ocupa al Presidente. Y los malos ejemplos, cunden.

En Sonora, a los delitos patrimoniales habría qué aumentarle ahora en los registros el tremendo aumento en los homicidios dolosos.

Cajeme, Guaymas, Empalme, Caborca, Altar, viven bajo el espanto y el terror.

Pero más allá, la gran inestabilidad social que provoca, por encima de los homicidios dolosos, el saber que están muriendo jóvenes mujeres.

Habrá ahora que cuidarse solos.

Es una horrible perturbación mental el estar consciente de que eres un ser vulnerable y que el Estado, encargado de proporcionarte seguridad y garantías, te ha dejado solo.

Para muchos, entre ellos la autoridad, la capacidad de asombro ya se ha perdido.

En Salud, está la advertencia: Por el Covid-19 están a punto de saturarse los hospitales y eso significa que si caes enfermo, es un problema que tú mismo debes resolver. El Estado se está previamente declarando incapaz para resolver el problema.

Por ello, en materia de Salud, también habrá qué cuidarse solos, con el “plus” de  una responsabilidad de nuestros actos, porque somos dueños de nuestra libertad de cuidarnos o decidir no hacerlo.

Al final de cuentas, todo dependerá de nosotros como individuos y como sociedad.

El Estado está siendo rebasado, pero ¿sabe por quién?

Por los incapaces, insensibles e irresponsables.

Es la generación que está al frente de las instituciones nacionales, a 45 días de iniciar la tercera década del siglo XXI.

Mientras tanto, los ciudadanos, la sociedad, es arrastrada como una ola. La pregunta ahora es, ¿a dónde? ¿a un abismo?

 

A UNA semana de que el Presidente de la República cumpla sus primeros dos años de haber llegado a palacio nacional, las estadísticas y las promesas cumplidos y no cumplidas, comenzarán a invadir los espacios periodísticos… Ahí están los videos de AMLO ofreciendo otro país para este 1 de diciembre próximo… Qué habría control de la violencia… Que nuestro sistema de Salud sería como el de Suecia, Finlandia o Canadá… Que “primero los pobres” tendrían suficiente medicamento y consultas gratuitas a través del Instituto Nacional para la Salud y el Bienestar (INSABI)… Evidentemente nada de eso se ha cumplido y como todos lo sabemos, esos escenarios están peores que hace dos, cinco y diez años antes… Pero quizá el problema no es ese… El problema es que le sigan creyendo sus mentiras.

 

ESTA SEMANA será decisiva para definir de una vez por todas, si el Partido Acción Nacional podría postular a Ernesto Gándara Camou como su candidato al Gobierno de Sonora… Si esto sucede, podrían arropar la idea el PRD, el PRI y seguramente otro partido más… Pero las cosas no han salido como los dirigentes de los tres partidos lo acordaran hace semanas en la ciudad de México… En Nuevo León, uno de los estados anotados para hacer una coalición, ya ve muy alejada esa idea… Y es que con los protagonismos personales nomás no se puede…

 

TAL PARECE QUE esta semana la Gobernadora Claudia Pavlovich podría reintegrarse a sus actividades en Palacio y fuera de él, siempre y cuando la nueva prueba de COVID que se le practique, resulte negativa… Que ya los síntomas prácticamente han desaparecido, aunque se ha tardado un par de semanas más a los 15 días que los expertos aseguran, se manifiesta la enfermedad…