DE PRIMERA MANO

De Primera Mano | “La palabra convence, pero el ejemplo arrastra”

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín

ALGUNOS protagonizamos y otros fueron testigos de pleitos entre compañeros de escuela. Innegable. Fue parte de nuestra formación en la niñez.

Desde luego no es el escenario ideal, pero es una realidad que se ha presentado, se presenta y es muy probable que continúe presentándose en los tiempos por venir.

¿Que hay diferencias entre esos encontronazos de antaño con los de ahora? Sí.

Antes era rarísimo ver a niñas entrelazadas a golpes. Otra gran diferencia es que sólo utilizamos los puños. Jamás alguna arma. Impensable un arma blanca o de fuego.

En los tiempos que vivimos lo mismo se observan golpes entre niñas que entre niños.

En nuestros días es un atractivo ver violencia, pero sobre todo, hacer un video de ellos y subirlos a las redes sociales.

Sin duda, la educación recibida en casa hace cincuenta o treinta años antes, es marcadamente distinta a la de nuestros días, con enorme dominio en la información de todo tipo a la que tienen acceso desde pequeños. Mala y buena, los padres están permitiendo que todo tipo de imágenes estén al alcance de los niños.

No existe un control y la cultura de la violencia se convierte en ocasiones en el pan nuestro de cada día.

Por ello, resulta increíble, absurdo y a la vez provoca una enorme consternación, ver a través de la red social un enfrentamiento entre adolescentes y en su defensa, usar armas blancas.

No existe la menor de las dudas. En estos casos los padres somos los que estamos fallando.

En materia educativa, el engranaje incluye varios factores, pero siempre la primera escuela será en casa. “La educación se mama” y la niña, el niño, aprende valores y a ser ordenado y disciplinado, en el hogar.

A la escuela va después de los siete años para prepararse para vivir y a veces, para sobrevivir, pero ya los jóvenes traen dentro de sí la carga positiva o negativa que inició en casa y continuó en el aula.

El niño, la niña, imita. Hace lo que ve que hacen sus padres, sus hermanos mayores, sus amiguitos, sus personajes favoritos en la televisión o que aparecen en los teléfonos.

La gran responsabilidad está en los padres. Y no basta el decir o advertir las cosas. Hay qué ser congruentes.

Porque la palabra convence, pero el ejemplo arrastra, aquí y en todo el mundo.

ANTE LA insensibilidad e incapacidad mostrada en el campo de la Salud en Sonora, la Gobernadora Pavlovich decidió entrarle al problema de manera muy contundente… Pudo comprobar de diversas maneras, la falta de equipo, medicamento y disposición de algunos integrantes del personal del área en los hospitales, para atender dignamente a las personas más vulnerables en todo el Estado… Por ello, viajó al hospital de Magdalena y desde ahí, anunció un programa emergente de Salud que incluye “Cero rechazo” a cualquier emergencia en todos los hospitales y centros de salud en Sonora, con unidades neonatales y cien por ciento de medicamento y material quirúrgico… Y ante la ausencia de recursos en tiempos difíciles que se viven, dispuso de un plan de austeridad disminuyendo viáticos y otros servicios a funcionarios de toda la estructura para reunir 200 millones de pesos y enfrentar la situación… “Ya estoy aquí y dispuesta a apoyar a la gente, porque la Salud es un tema muy sensible”, precisó la Gobernadora del Estado… Una señal clara de que ella directamente asume la responsabilidad para tratar de enmendar vicios que se han ido acumulando en todos los hospitales de gobierno al paso de los años… Y ahí estaban, como mudos testigos, el exsecretario del ramo, Raymundo López Vucovich y el actual titular, Enrique Clausen Iberry… Hay ocasiones en que la propio Gobernadora tiene qué entrarle a solucionar este tipo de problemas ante las evidentes fallas de una estructura producto de la insensibilidad e incapacidad de los responsables directos… Y desde luego, aprovechó su contacto directo con el personal del hospital comunitario de Magdalena, para hacer un reconocimiento a quienes, con lo que tienen al alcance, hacen todo lo posible por salvar una vida… Presente en esta gira de trabajo, la directora de ese nosocomio, misma que había sido suspendida temporalmente ante la desatención de una mujer a punto de dar a luz, asunto que trascendió de manera importante.