DE PRIMERA MANO

De Primera Mano | La victoria por un lado; la derrota por el otro

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín

rq-columna“AL FINAL sólo queda la frialdad de los números”, diría el gran “Mago”, don Pedro Septién, al concluir un juego de béisbol.

Así podemos exponer sobre la mesa los resultados de esta confrontación entre el priísta Manuel “Maloro” Acosta y sus adversarios, Damián Zepeda, del PAN y María Dolores del Río, de Movimiento Ciudadano.

El tema, la concesión del alumbrado público. Pero además, en medio de todo esto, lo más trascendente, el beneficio o el perjuicio de una ciudadanía ávida de algún buen resultado favorable a ella.

La victoria fue de “Maloro”. Logró que Cabildo tuviese los votos suficientes para echar a andar el proceso de concesión del servicio de alumbrado público y enfrentar uno de los problemas-base-, que afectan la seguridad de quienes habitamos en la capital de Sonora.

En tres semanas –según lo dicho por el presidente municipal de Hermosillo- se comenzarán a ver las primeras muestras del trabajo de reorganizar y reponer las luminarias suficientes para reactivar esa luz pública tan requerida por Juan Pueblo y que ahuyentará, en menor o mayor gradeo, a maleantes.

Después de todo, una idea de la autoridad con propósitos favorables a Juan Pueblo, había superado el interés partidista, siempre presente en la historia local cuando de frustrar buenas ideas se trate.

Derrotado fue Damián Zepeda, el secretario general del comité ejecutivo nacional del PAN, quien había reiterado hace unos cuantos días, la orden de “echar toda la carne al asador” para infringirle una derrota a “Maloro” y al PRI, como requisito esencial rumbo a la posible victoria del 2018.

Y David Galván, el dirigente local panista, había salido finalmente a la calle para dar la cara y advertir a los regidores de su partido que integran el Cabildo de Hermosillo, que “quien votara a favor de vender Hermosillo sufriría inmediatamente las consecuencias”, condenando de esa manera a los representantes populares a ser empleados de su partido y no apoyadores de los intereses de los ciudadanos, sus verdaderos representados.

Y su palabra –hasta ahora- se ha cumplido. La regidora panista Diana Karina Barreras, la que con su voto logró que Maloro tuviese los 16 votos necesarios para la luz verde a su proyecto, sufre ahora terribles agresiones de sus correligionarios, muy a pesar de su justificación difundida y que tuvo por base el beneficio ciudadano.

Inclusive, ya ha anunciado el PAN que la señora Barreras ha quedada fuera del grupo de regidores de ese partido, algo similar a lo que sucedió con los diputados locales que hace dos diciembres votaron a favor de la propuesta de la Gobernadora Pavlovich por un nuevo presupuesto para el Estado.

Sin duda, esos cuatro diputados deben estar ahora, sonriendo.

Y fue tanta la agresión de Galván y Alejandra López Noriega, entre otros, contra la regidora Barreras (de “traidora” no la bajan) que la Síndico Municipal, Angelina Muñoz Fernández, representante legal del Ayuntamiento, advirtió que si algo le sucedía a esta regidora en lo personal o en su familia, hacían responsables a la actual dirigente nacional y estatal del PAN, es decir, a Damián Zepeda y a Galván.

Otra persona que sufrió una derrota con este resultado fue María Dolores del Río. La coordinadora estatal del partido Movimiento Ciudadano estaba totalmente segura de que “Maloro” tendría qué dar marcha atrás en el propósito de concesionar el alumbrado público, pero para ella era de vital importancia reposicionarse en la carrera rumbo a las “pizcas electorales del 2018”… Tanto panistas como miembros del MC le apostaban todo a una posible victoria en Hermosillo, sabedores de que todas sus baterías de agresividad política están en la capital del Estado y contra el PRI, sabedores de que no hay mayor sustancia para atacar a la Gobernadora o a otro funcionario estatal y ellos necesitan materia para estar presentes en la opinión pública… El PAN, tratar de revertir el desprestigio heredado de Guillermo Padrés… María Dolores, el reposicionamiento rumbo a la reconquista de Hermosillo, con nuevos colores, distintos a los del PAN y los del PRI.

Si. Don Pedro “Mago” Septién tenía mucha razón cuando decía: “Al final sólo queda la frialdad de los números”… Alguien ganó, pero también alguien perdió… Y el béisbol se parece mucho a la política… Mañana habrá otros juegos y habrá nuevos derrotados y nuevos triunfadores.

Así es esto.