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De Primera Mano | ¿Revelación tardía o jugada a favor de López Obrador?

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín

POR LO visto, dentro de diez o veinte años, el ahora ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Saldívar Lelo de Larrea, podría revelar las presiones que ha sufrido desde palacio nacional para aceptar las “sugerencias” del titular del Poder Ejecutivo Federal, tanto en la ampliación de su periodo al frente del Poder Judicial Federal, como en sus posiciones respecto a la “cuarta transformación”.

Quizá dentro de diez o veinte años, Saldívar podría confesar sus conversaciones con Julio Scherer, enviado del Presidente López Obrador para “negociar” su ampliación de hasta dos años al frente de la Corte, a pesar de que dicha idea se oponía totalmente a lo dispuesto en la Constitución.

Quizá dentro de diez o veinte años, el ahora ministro presidente del máximo tribunal del país, confiese que su respuesta a la iniciativa presidencial fue un contundente “No”, agregado a expresiones tales como “Dígale usted al Presidente que no soy su empleado ni su súbdito”.

Y todo porque en los hechos, Saldívar se negó a aceptar la sugerencia presidencial, abonando a la independencia del Poder Judicial Federal, aunque con ello se marcó el fracaso de Scherer –y su posterior renuncia- como cabildero de López Obrador.

Esta visión hacia el futuro, se dio porque hace unas cuantas horas y dentro de la presentación de sus memorias, Saldívar se “atrevió” a revelar que en el año 2010, fue presionado por el Presidente de la República, Felipe Calderón, para mantener en la impunidad la peor tragedia infantil de México, la de la Guardería ABC en Hermosillo.

“Calderón quiso proteger a la familia de su esposa, involucrada en la tragedia”, dijo el ministro-presidente, señalando como enviado presidencial al entonces secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, a quien le respondió un “No” rotundo, aunado a expresiones tales como “Dígale al Presidente que no propuso como ministro a un empleado”.

Y es que Saldívar, aunque novato en ese organismo, era el ministro-ponente del Caso ABC y su proyecto incluía la consignación de varios funcionarios federales, entre otros a Juan Molinar Horcasitas, que como titular del IMSS había firmado las concesiones a los propietarios de la Guardería.

A esta escandalosa revelación, se añadieron comentarios del Presidente López Obrador, quien de manera afable respondió a un cuestionamiento de reporteros sobre el tema, fuera de su “mañanera”:

“Así era antes. Esa actitud del Presidente entonces confirma la corrupción imperante en el periodo neoliberal”.

Y Calderón no respondió. Fue Margarita Zavala, su esposa, la que hizo las precisiones a través de Twitter:

“Miente Arturo Saldívar. Se atendió a los padres de las víctimas; visitamos varias veces Hermosillo para entrar en contacto con ellos y con los niños; se abrió un proceso y se involucró a los dueños de la Guardería, entre ellos una pariente en sexto grado”.

Luego de exponer lo anterior, varios cuestionamientos flotan en el ambiente:

¿Al paso de más de 12 años de aquella tragedia, cuáles han sido las aportaciones del ministro Saldívar para evitar que el caso ABC siga en medio de la impunidad?

¿Por qué esa revelación en un momento en que el Presidente en turno, tiene por enemigo insalvable a Felipe Calderón? ¿Será su aportación al avance de la “cuatroté”?

¿Será que AMLO encontró en esa revelación, la materia suficiente para enjuiciar a su antecesor?

 

LO ÚNICO real, es que pasaron tres años más del sexenio de Calderón, seis de Enrique Peña Nieto y han transcurrido más de tres años del periodo de López Obrador y nadie puede decir que en el caso de la tragedia infantil más grande de México (murieron 49 niños que no debieron morir en una enorme falla de los protocolos de seguridad en la materia por parte del gobierno federal) se haya hecho justicia.