DE PRIMERA MANO

De Primera Mano | Una sentida carta con rostro de Sonora para EPN

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín

 

Señor Licenciado Enrique Peña Nieto,

Presidente de la República:

rq-columnaLlega usted hoy a Sonora, un estado que tiene en sus mujeres y hombres a su mejor activo. Una entidad que lucha día a día por superar los grandes obstáculos que la adversidad le ha impuesto, pero que es también motor para superar obstáculos y construir, a través de la historia, una parte importante de la grandeza de nuestra Nación.

Sonora es tierra de gente noble y trabajadora, dispuesta a alcanzar los propósitos de superación y desarrollo que permita mejores niveles de vida que se refleje en la paz y la tranquilidad de las familias y en la economía dibujada en la mesa de cada hogar, con lo indispensable para alimentar a nuestros hijos.

Una mentalidad como la nuestra, Señor Presidente, observadora y crítica constante, no tolera los abusos de poder ni los excesos de los poderosos. Grupo México, una empresa minera destacada en todo el mundo, nos ha traído progreso y desarrollo, pero también una crimninal contaminación.

No ha sido un secreto para las anteriores y actuales generaciones de sonorenses, que la explotación minera genera asimismo, una contaminación extraordinaria en la flora, fauna y habitantes de sus pueblos. En el caso de la mina de Cananea (propiedad de la familia Larrea desde fines de la década de los años setenta), ha hecho del Río Sonora, un depósito de basura mineral.

Como es del conocimiento general, el 6 de agosto de 2014, fueron arrojados a los afluentes del Río Sonora, 40 mil metros cúbicos de ácido sulfúrico acidulado, propiedad de la Compañía “Buenavista del Cobre”, propiedad de Germán Larrea Motavelasco. Esto generó una contaminación de sus aguas en gran escala y la salud del entorno de inmediato se deterioró.

Ha habido varios ejemplos de personas que han resentido dicha contaminación, pero en realidad no sabemos aún el alcance que tendrá en la salud de los ribereños que habitan sus siete pueblos, en los años por venir.

Usted, señor Presidente Peña Nieto, instruyó al secretario del Trabajo a coordinar los trabajos de un Fideicomiso especial para la remediación de los daños provocados por el grave error de la compañía minera.

Lo que se ha probado hasta ahora, tres años y diez días de aquel derrame tóxico, es que Grupo México no cumplió con su compromiso de disponer de 2 mil millones de pesos para llevar a cabo varias obras a favor de los habitantes de la región. Se sabe por información de los delegados federales en Sonora de Gobernación y de la PROFEPA, que sólo se giraron 1,200 millones de pesos. Del resto no se ha sabido absolutamente nada. Tan sólo por poner un ejemplo, inicialmente se anunció la construcción de 30 plantas potabilizadoras para descontaminar el agua del Río Sonora. Hasta ahora, sólo se acepta la construcción de dos plantas.

Lamentablemente, Señor Presidente Peña Nieto, los representantes de su gobierno federal se han lavado las manos y han permitido a Grupo México tratar con frialdad e indiferencia el asunto y, sabedor de que no contará con sanción alguna, no le interesa el destino de los sonorenses y su incierto futuro en afectaciones a la salud.

Hace apenas unos cuantos días, se anunció de manera oficial por la SEMARNAT, la conclusión del Fideicomiso para la remediación de la contaminación del Río Sonora, sin el cumplimiento obligado de Germán Larrea Motavelasco y su Grupo México, con Sonora y los sonorenses.

El secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, jamás regresó a informar de los resultados de la misión que Usted le encargó, en tanto los titulares de SEMARNAT y PROPEFA, han decidido cruzar los brazos ante este abuso de poder con la complacencia del Gobierno Federal.

Señor Presidente:

Al mismo tiempo, funcionarios de su gobierno han permitido que empresas de país del Lejano Oriente arriben a Sonora y exploten especies marinas, dejando una estela de contaminación en nuestras playas y nuestros pueblos.

De no detenerse esta situación, lo que nuestros hijos y nietos vivirán en los años por venir, será un desierto, una sierra y unas hermosas playas contaminadas ante la mirada fría e irresponsable de quienes están obligados a cumplir con la Ley.

Presidente Enrique Peña Nieto:

Siempre ha sido de nuestro conocimiento que una visita presidencial no se aleja sin dejarnos buenas noticias.

Esperamos que esta voz llegue hasta usted y gire las instrucciones precisas para detener las acciones criminales de quienes, utilizando el tráfico de influencias, anteponen sus mezquinos intereses personales al bienestar general.

 

A T E N T A M E N T E

 

 

Francisco Javier Ruiz Quirrín

Periodista sonorense