De Primera Mano | ¿Vacaciones ahora?… Todo un lujo

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín

ME QUITO el sombrero ante servidores públicos estatales como Claudia Indira Contreras, David Anaya, Juan Ángel Castillo, Víctor Guerrero, Enrique Clausen y Ricardo Martínez.

No es que no quieran tomarse unos días de vacaciones. Lo que pasa es que no pueden.

Y son varias las circunstancias que señalan un “no descanso” a ciertas figuras públicas, en medio de este escenario de pandemia, de tensión y, también, cuando se desarrolla el proceso de entrega-recepción.

El nuevo gobierno entrará en funciones el próximo 13 de septiembre y el equipo de Alfonso Durazo Montaño está exigiendo a “los que se salen”, la documentación necesaria para enterarse del estado en que recibirán las oficinas.

Es probable que se me hayan escapado varios nombres de quienes no se pueden dar el lujo de tomarse unos días de descanso en este verano y les ofrezco una disculpa, pero los mencionados tienen perfectamente definido su compromiso ahora.

Por ejemplo, el terror que viven los habitantes de Magdalena, Santa Ana, Ímuris y pueblos aledaños, ante las balaceras que les han quitado la paz y la tranquilidad y que ha paralizado la actividad económica, es para estar atentos las 24 horas del día.

De ahí que tengan trabajo constantemente, tanto la Fiscal Contreras como el secretario de seguridad, Anaya.

Por su lado, Juan Ángel Castillo, el secretario de gobierno, sabe perfectamente que una de las funciones de ese cargo es estar presente en su oficina todos los días, porque es el operador natural de las actividades de la administración estatal.

Víctor Guerrero, el secretario de educación y cultura, prepara a tambor batiente el arranque del ciclo escolar 2021-2022 que, según el calendario oficial autorizado, iniciará el día 30 de agosto.

Si bien es cierto que se está atento al desarrollo de la pandemia para la logística en el regreso a clases presenciales, también es cierto que se ha girado una orden presidencial en el sentido de que “nada detendrá” el regreso a las aulas.

Lo anterior ha obligado a las autoridades educativas a trabajar cual si existiera la plena seguridad de que las clases presenciales son un hecho.

Enrique Clausen, el secretario de Salud, ya registra 500 días constantes y sonantes informando diariamente del escenario que guarda el COVID-19 y las campañas de vacunación en el Estado. Imposible dejar la “base”.

Ricardo Martínez, encargado de la obra pública del gobierno estatal, debe estar literalmente encima de contratistas que aún tienen el compromiso de concluir con las obras pendientes antes del 12 de septiembre, último día de la actual administración, en especial con el hospital general de especialidades, el que está a punto de terminarse conjuntamente con el equipamiento.

Cualquiera pensaría que si valoramos el que sólo quedan 45 días del sexenio de la Gobernadora Claudia Pavlovich y que la pandemia no debe permitir que nos confiemos, (aunque tengamos las dosis completas de la vacunación), los servidores públicos, en congruencia y por el ejemplo que deben dar a la sociedad, deberían haber tomado la decisión de esperarse el tiempo que resta del sexenio, en sus oficinas y pensar en días de descanso o en vacaciones, hasta la segunda quincena de septiembre.

Total, tiempo tendrán de sobra cuando dejen el gobierno.

De todas maneras, no nos escapamos de las ausencias en todas las oficinas del gobierno en sus tres niveles.

Nadie contesta llamadas, nadie quiere ver los pendientes.

… Y mucho menos, resuelven problemas.

EN SU PERIPLO por la Unión Americana, el gobernador electo del Estado, Alfonso Durazo, reportó ayer desde Washington y en reunión con el embajador de México en los Estados Unidos, Esteban Moctezuma… Y también deja el mensaje de que, a pesar de haber sido secretario de seguridad del gobierno mexicano, se puede desenvolver sin problemas con los vecinos del norte.