El objetivo no es el hijo menor, sino el Presidente

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín
DESDE LUEGO que es un tema sensible. Aquello de “#Conlosniñosno” resuena en las conciencias del noble pueblo mexicano.
Es cierto. Es una “bajeza” tomar la figura de un niño para que, atacándolo, el dolor se sienta hasta en el padre y la madre.
El Presidente López Obrador ha sido muy grosero y con muchos. Es el Presidente de México, pero hace su mejor esfuerzo por dividir a un pueblo y ha admitido públicamente que tiene qué pagar el precio por hacerlo.
Pero cualquiera pensaría que “con los niños, no”.
La primera ocasión que se criticó recientemente a Jesús Ernesto López Obrador Gutiérrez, de 15 años de edad, fue cuando apareció en una fotografía junto a su padre y no ocultó su sobrepeso.
Fue tal la avalancha, que muchos “expertos” en política consideraron que se expuso sin necesidad al menor de los hijos de AMLO, para desviar la atención de otros temas torales del país que golpeaban al Presidente.
Y también, dentro de la gama de insultos a sus adversarios, López Obrador aprovechó una de sus “mañaneras” para calificar de “rateros” a todo aquel mexicano que viajó al extranjero a estudiar.
En los dos últimos días, las “benditas” redes sociales exhibieron a Jesús Ernesto, en Londres, en compañía de la embajadora de México en Inglaterra.
Se dijo que el muchacho fue enviado a estudiar a ese país, alejándose de la educación mexicana, hoy alentada por la “cuarta transformación”.
Lo que los críticos difundieron ante este hecho, fueron las palabras de AMLO en referencia a los “rateros” que aprendieron ese “arte” estudiando en el extranjero.
En otras palabras, al igual que sucedió con el hijo mayor, José Ramón y su vida en Houston, las “flechas” en realidad iban dirigidas al papá y su incongruencia mostrada en su constante discurso de austeridad republicana y, últimamente, de una aparente “pobreza franciscana”.
En lo particular, reprobamos el ataque a cualquier menor. No se vale.
Pero lo que sí se vale es exhibir la mentira e incongruencia del Presidente, diciendo una cosa al pueblo y haciendo otra.
Su grosería se extendió a toda la Nación, porque está convencido que el mexicano es un pueblo idiota.
Claro, las abundantes críticas por las fotografías del muchacho en el extranjero, será suficiente para que en la “mañanera” deplore la cobardía en contra de su familia.
Pero es el Presidente de la República. Y todo en él y su entorno, es noticia. Aquí, en China y en Singapur.
TRASCENDIÓ que, entre otros datos, el estudio de medición de imagen de “México Elige” más reciente, colocó al presidente municipal de Hermosillo, Antonio Astiazarán, dentro de los primeros diez alcaldes mejor calificados en el país… Creo, muy merecido… Nada más y nada menos, la capital de Sonora tiene en su administración municipal la única con obras citadinas, con orden y con nuevas ideas que la están distinguiendo sobre todas las demás en el Estado… Sólo habría qué voltear hacia Cajeme, Guaymas, Navojoa y Caborca, para darnos cuenta del desastreque están registrando… Y como son administraciones de MORENA, de manera consecutiva desde hace casi cuatro años, sus ciudadanos están pagando las consecuencias de contar con pésimos presidentes municipales… Esto último no es ningún secreto.
POR CIERTO, habría qué preparar el operativo especial de tránsito en el arranque del nuevo ciclo escolar 2022-2023, porque el tránsito citadino estará de locos… Si con el regreso a clases presenciales en la Universidad de Sonora, los automóviles se acumularon alrededor del campus de la máxima casa de estudios, ¿se imagina el fenómeno que se dará a partir de ese lunes de regreso a clases presenciales en educación básica, después de dos años de ausencia?