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Entrenamiento y dedicación, clave en el deporte: Rubén Dávila, destacado atleta hermosillense

Por Guillermo Saucedo/

Su especialidad son los 400 metros planos y tiene un récord de 49.32 segundos; en 200 metros su récord es de 22.14 segundos; además de que tiene un salto de 6.58 metros

“No hay objetivos imposibles, sólo personas que se cansan antes de lograrlo”, es una conocida frase entre los atletas de alto rendimiento, y Rubén Dávila Rangel lo conoce a la perfección, pues de sus 23 años de edad, él ha dedicado 12 de entrenamiento duro, para cada vez ser mejor.

6 Salto Ruben
La clave de Rubén es tener un buen entrenamiento y más dedicación que talento.

El joven, quien hoy estudia Ingeniería en Mecatrónica en el Instituto Tecnológico de Hermosillo (ITH), cuenta que desde niño siempre le interesó el atletismo ya que era muy inquieto y le gustaba mucho correr, es por ello que decidió entrar a la “carrera”.

“Siempre fui muy inquieto desde niño, el atletismo me llamó la atención porque me gustaba mucho correr, ya que entré me di cuenta que se me daba esto y que es un hobbie muy bueno porque te mantienes muy saludable, aparte de que te complementa en tu vida diaria”, relata.

Fue así que empezó a entrenar todos los días a tal grado de que cuando sus amigos lo invitaban a salidas, él desistía a causa del cansancio que le provocaban todas las rutinas.

Pasó cuatro años asistiendo a la misma cantidad de competencias nacionales con la selección Sonora, prácticamente durante toda la secundaria y principios de preparatoria, y entre sus logros de esa etapa resalta un tercer lugar en carrera de relevos a nivel nacional.

Su especialidad son los 400 metros planos y tiene un récord de 49.32 segundos; en 200 metros su récord es de 22.14 segundos; además de que tiene un salto de 6.58 metros.

Su segunda etapa inició cuando entró a la universidad después de un tiempo de inactividad debido a diferentes factores, pero asegura que entró con más ganas para formar parte del equipo “Atletas Venados”, por lo que ya ha competido en cinco nacionales más.

«Soy el que más tiempo ha estado en el equipo, el entrenador se apoya mucho conmigo para cualquier otra actividad y me encarga de que vaya con los morros para ver quiénes son buenos y a quiénes se les ve que podrían ser buenos y llamarlos al equipo a ver si quieren entrar”, comenta Rubén.

Y es que la confianza que el entrenador le da es entendible, ya que hace dos nacionales el joven atleta ganó tres medallas —una de oro, otra de plata y una de bronce—, en una competencia a nivel nacional disputada en la ciudad de León, Guanajuato.

La clave para llegar a esas instancias es tener un buen entrenamiento y de tener más dedicación que talento, ya que si una persona le dedica el tiempo que se requiere puede mejorar bastante, por lo que el joven relata lo que él hace en su preparación.

“Lo primero es llegar y hacer lo que se le llama lubricación, el cual es el movimiento de todas las articulaciones para prepararlas y posteriormente trotamos dos vueltas a la pista para calentamiento. Después hacemos varios ejercicios, de ahí pasamos a hacer estiramientos para preparar los músculos y así empezar el entrenamiento asignado”.

Es muy importante hacer un buen calentamiento, porque de lo contrario podrían venir lesiones. Rubén, hace dos años tuvo un desgarre en la pierna estando en una competencia universitaria de relevos, le tocó abrir y a los 50 metros de salida le tronó la parte detrás de la pierna dejándolo fuera por tres meses.

Hoy en día Rubén Dávila ve que sí hay interés de las nuevas generaciones por practicar el atletismo, y afirma que la tarea del equipo es tratar de motivarlos para que se den cuenta que pueden llegar a ser muy buenos atletas, por lo que recomienda que se animen a entrar.

“Les recomiendo que se animen a practicar el atletismo y que ya estando dentro le echen muchísimas ganas, dedicándole el tiempo necesario, ya que es un deporte en el cual no te tienes que rendir, y eso les puede ayudar para que en el futuro se den cuenta y no se rindan en hacer las cosas que uno se propone”.

“El verdadero triunfo no es ganar siempre, sino no desanimarse nunca”, esa máxima también la aplican a diario atletas de alto rendimiento como Rubén, porque un guerrero no se da por vencido y no deja lo que ama, sino que encuentra el amor en lo que hace.