Eres diferente, te excluyo
Por Imanol Caneyada/
El pasado 21 de marzo se celebró el Día Mundial del Síndrome de Down; México y, especialmente Sonora, tienen un fuerte rezago en materia de inclusión social para los discapacitados
Inclusión es la palabra, pero ¿cómo lograrla? En un estado como Sonora, donde la exclusión por raza y género es tradicional, donde el racismo y el machismo, no sólo no se condenan, sino que forman parte de la concepción cotidiana de la realidad; en el que la homofobia es alimento de cómicos, en el que al lenguaje excluyente y despectivo se le llama “carrilla”, las personas con algún tipo de discapacidad son víctimas fáciles de la discriminación.
Si esta discapacidad es el Síndrome de Down, entonces la exclusión es moneda corriente.
En 2011, la Organización de Naciones Unidas declaró el 23 de marzo como Día Mundial del Síndrome de Down.
El objetivo de esta medida era crear conciencia a nivel mundial y en los Estados miembros del organismo de la permanente discriminación laboral, educativa, familiar y de salud que viven quienes padecen este trastorno genético.
En México, ese mismo año, se promulgó Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad, con la que, desde el punto de vista legislativo, se pretendía establecer “las condiciones en las que el Estado deberá promover, proteger y asegurar el pleno ejercicio de los derechos humanos y libertades fundamentales de las personas con discapacidad, asegurando su plena inclusión a la sociedad en un marco de respeto, igualdad y equiparación de oportunidades.
“De manera enunciativa y no limitativa, esta Ley reconoce a las personas con discapacidad sus derechos humanos y mandata el establecimiento de las políticas públicas necesarias para su ejercicio”.
A cuatro años de su publicación, y recién celebrado otro Día Mundial del Síndrome de Down, la discriminación y la desigualdad social en que viven las personas con algún tipo de discapacidad en México es lacerante.
«La exclusión y falta de igualdad de oportunidades que enfrentan actualmente las personas con Síndrome de Down, hace ineludible la adopción de medidas específicas al máximo de los recursos disponibles para asegurar que las personas con discapacidad intelectual vivan con autonomía y de forma independiente en la comunidad», señaló recientemente la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Este organismo ha denunciado reiteradas veces la obligación de que “el Estado mexicano implemente políticas públicas inclusivas, así como formular sanciones que desalienten las prácticas discriminatorias en todos los ámbitos, principalmente el escolar y el laboral”.
Este punto es fundamental, ya que los prejuicios y la ignorancia de la sociedad provoca que la gente con Síndrome de Down no tenga oportunidades en el mercado laboral ni acceso pleno a la educación, según señala Ricardo Bucio Mújica, presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) en su artículo a propósito del Día Mundial del Síndrome de Down, titulado “Las miradas sin prejuicios a las personas con Síndrome de Down”.
“Casi todas (las personas con SD) han sufrido discriminación, y ésta ha afectado su derecho a la educación por las insuficiencias y negación de la mayoría de las escuelas a la discapacidad, por la creencia muy extendida de que no aprenderán nada, o no les servirá de nada.
“Así también han vivido negación de su derecho a la salud por la falta de adecuación de servicios, o la exclusión de la seguridad social y de los seguros privados”.
En Sonora, apenas en octubre de 2014, el Congreso local aprobó la Ley para Prevenir, Combatir y Eliminar Actos de Discriminación en Sonora, convirtiéndose en el estado número 29 (de 32), en legislar al respecto.
En su momento, los legisladores explicaron que “la presente ley tiene como objetivo prevenir, combatir y eliminar todos los actos de discriminación que se ejerzan contra cualquier ciudadano, ya sea por religión, color de piel, origen étnico, preferencia sexual, discapacidad, entre otros, además de fomentar la cultura de la civilidad y la ética”.
Por su reciente creación, aún está en fase de aplicación. No obstante, desde 1999 Sonora cuenta con la Ley de Integración Social para Personas con Discapacidad, reformada en diciembre de 2014 para situarla al nivel de la nacional.
Todos estos esfuerzos legales, de momento, no han rendido frutos ni en el país y mucho menos en el estado, ya que Sonora es considerado por el Diagnóstico del Programa Nacional para la Igualdad y la no Discriminación como uno de los estados con mayor rezago en cuanto a la discriminación.
Incluidas las personas que padecen el Síndrome de Down.