Extracto natural del propóleo, un importante agente antibiótico

Las abejas lo extraen de las yemas de diversos árboles y arbustos y toma su forma definitiva luego de un proceso sintético y exhaustivo

Por Dra. Marina Brauer

El Propóleo es una importante resinosa de color castaño que muchas veces se acerca al verde y otras veces parece casi negra. Las diferentes tonalidades guardan una relación directa con la procedencia botánica. Su sabor es amargo y fuerte mientras, que su olor es de carácter dulce, agradable, y cuando se le quema desprende un olor similar al de las resinas aromáticas. El uso del propóleo estaba a tal punto extendido en la antigua Rusia que todavía es costumbre llamarlo “la penicilina rusa”. Su aplicación para tratar heridas de la más diversa gravedad era cotidiana y masiva. Fue en aquel país donde comenzaron a hacerse las investigaciones más decididas que con el tiempo se extendieron en todo el mundo y situarían al propóleo como una alternativa eficaz y recomendada frente a una amplia gama de enfermedades y dolencias.

Propiedades

Se trata de un eficaz antibiótico bacteriostático y bactericida, activo frente a estafilococos, estreptococos, salmonellas, subilis, proteus vulgaris. E. coli, se debe esta acción a su contenido en ácido fenólico, galangina y pinocembrina.

Posee también propiedades antifúngicas (Cándida albicans) debido al ácido caféico, cumaratos de bencilo, pinocembrina, pinobankisina. Es un potente anestésico de efecto 3 o 4 veces superior a la cocaína y superior a la novocaína. Se debe esta acción a los aceites esenciales que contiene.

Propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes (flavonoides y otros). Influye positivamente en los procesos inmunológicos. Favorece la fagocitosis y la formación de anticuerpos e indirectamente aumenta la resistencia global contra las infecciones en general.

Recomendaciones de uso

El empleo de propóleo puede ser útil en muchas enfermedades, así como medida profiláctica y de tratamiento en infecciones. Especialmente afecciones broncopulmonares y otorrinolaringológicas sobre todo (fiebre del heno, otitis, laringitis, faringitis, etc.). En estados anémicos infecciones bucales, piorrea, inflamaciones de la mucosa gástrica, úlceras y disfunción biliar.

En infecciones del tracto urogenital. En heridas, quemaduras, congelación, diversas supuraciones, verrugas, callos y alivio sintomático de la psoriasis.

En infecciones de hongos en la cabeza y otros lugares del cuerpo.

Composición del propóleo

Componentes del propóleo determinada en porcentajes.

*Del 50 al 55% de resinas y bálsamos.

*Del 25 al 35% de cera.

*10% de aceites volátiles.

*5% de polen.

*5% de sustancias orgánicas y minerales.

Las abejas lo extraen de las yemas de diversos árboles y arbustos y toma su forma definitiva luego de un proceso sintético y exhaustivo. El propóleo se convierte en un potente antibiótico con el que estos insectos cubren el interior de la colmena, cerrando cualquier tipo de rajadura o abertura que pueda dar paso a una infección. La temperatura interna de una colmena ronda los 35 °C, y es ampliamente favorable para la producción y reproducción masiva de microorganismos dañinos, sin embargo, el propóleo asegura su máxima esterilidad.

También lo utilizan para encolar partes móviles de la colmena que desean sellar.

En la época en que la abeja Reyna pone sus huevos, se usa para revestir los panales garantizando de esta forma la asepsia plena de la zona.

El proceso de elaboración

En relación con el proceso de elaboración del propóleo existen numerosas teorías encontradas.

Una asegura que se trata del producto de la digestión del polen hecho por las abejas en un órgano hasta hace poco desconocido, ubicando entre el buche y el intestino medio.

Otra teoría sostiene que las abejas de más de 15 días toman con sus mandíbulas las partículas resinosas de diferentes árboles y plantas.

Las enzimas de su boca ayudan también con la férrea tarea de ablande. Luego la desprenden con su cabeza y patas y las llevan a la colmena, donde con la ayuda de las abejas obreras descargan el popóleo. Los viajes de ida y vuelta desde la colmena hacia el árbol pueden durar hasta 20 minutos.

Si las sustancias recogidas todavía no son lo suficientemente maleables, la abeja recolectora se expone al sol con el fin de ablandarlas, y poder manipularlas mejor.

La temporada donde se genera más propóleo en una colmena es a principios del invierno.

En esa época del año ultiman los detalles para que una verdadera ciudad permanezca virtualmente hermética, no pierda temperatura y de esta manera no se ve afectado el normal desenvolvimiento de las tareas de sus habitantes.

Importante

*Sólo un porcentaje muy escaso de la población puede llegar a manifestar reacciones alérgicas al propóleo. No obstante, para descartar cualquier indisposición y proseguir los tratamientos con plena seguridad, se recomienda a quienes estén a punto de iniciar uno que se sometan a una simple prueba de alergia.

En la mayoría de los casos sufren intolerancia al propóleo las personas que son alérgicas a las abejas o a sus picaduras y quienes manifiestan alteraciones con el aparato respiratorio.

No olvide consultar con su médico ante cualquier duda.

En la actualidad resulta común encontrar el propóleo en cremas, cápsulas espray, miel y extractos.

Es cada vez más habitual su presencia en caramelos, puesto que constituye un vehículo eficaz para afecciones de la garganta (refrescar el aliento y favorecer la higiene bucal).

BUENA SUERTE Y MUCHA SALUD