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Fundación Ganfer: 30 años de trabajo y pasión por ayudar

Por Gabriel Rigo Gutiérrez E.

Luisa Alejandra Gándara es una entusiasta del altruismo. El amor a su familia, el compromiso con la sociedad y el cariño a su tierra, se puede apreciar cuando se expresa. Le pone el corazón a las tareas que realiza.

Recuerda que cuando terminó su carrera universitaria, se casó y se fue a vivir a Estados Unidos. Fue hasta 2014 cuando regresó a Hermosillo y al ver la intensa actividad de la Fundación Ganfer decidió tener participación más activa en esa empresa sin fines de lucro, logrando establecerse como directora y generando una nueva dinámica.

Confiesa que sus papás, Don Javier Gándara y la Señora Marcela Fernández, siempre les inculcaron desde chicos, a todos sus hermanos, el espíritu altruista, el dar, dar su tiempo, dar de lo que tiene, los involucraban en actividades de la fundación, en los patronatos de Catedral, Canacintra, todo como una forma de ayudar a la sociedad.

En su caso particular recuerda haber hecho de todo en la Fundación, desde edecán durante los eventos, hasta dar las pláticas de “Un Paso a Tiempo”, de los primeros programas para informar a los jóvenes sobre el alcoholismo y adicciones.

¿Qué es lo que más satisfacción le ha dejado de este trabajo del voluntariado en Fundación Ganfer?

Empecé en 2014 como directora de la fundación, pero mis papás siempre nos han sensibilizado mucho del trabajo y la labor social, hemos convivido de cerca con la problemática social y tratando de ayudar desde donde estemos, en lo que se pueda.

En las campañas políticas con mi papá, recorrimos las colonias y me tocó conocer de cerca las necesidades, la primera vez que se lanzó fue en el 2000, te puedo decir que conozco muy de cerca las problemáticas. Mira, la fundación tiene 30 años, así te puedes dar una idea de que no estamos en una burbuja aparte, sino que estamos muy conscientes de la realidad y del cómo podemos ayudar.

Cuando llego en 2014 me doy cuenta que esto funciona como una empresa sin fines de lucro y empiezo a tener pláticas con mis hermanos y con el Consejo. Entonces empecé a institucionalizar el trabajo que se había hecho de hace tiempo, pero de una manera más organizada, más formal. Por ejemplo, nos manejamos con Presupuesto anual; tenemos Plan de Trabajo; nos hemos trazado Objetivos y Metas; todo como una empresa. Y esto lo fui aprendiendo también con la ayuda de mis hermanos.

Recuerdo que las primeras veces que iba a presentar los números y la operación de la Fundación ante el Consejo, salía llorando de las juntas porque me preguntaban muchas cosas y no sabía… estaba por encimita. Mi papá tiene una frase, dice: “hay que meterte en las entrañas del negocio para entenderlo”. Y así fue. Me metía a fondo en la operación y te puedo decir que he aprendido mucho en cómo eficientar los recursos que tenemos e impactar más con eso que tenemos.

¿Satisfacciones personales del trabajo de campo?

En cuanto a satisfacciones personales me encanta el programa “Mejoremos nuestra vida”. Tiene 14 años operando y son talleres de autoempleo para mujeres. Y es que la idea de mi mamá cuando lo planeó fue que la mujer genere un ingreso desde su hogar para que pudiera estar pendiente de sus hijos, esto ayuda a que pueda aportar a su economía familiar, ayuda a una independencia económica. Cuenta también con herramientas emocionales de Autoestima y Salud Emocional, para que se sientan más seguras. Abarca tres áreas: gastronomía, cosmetología y corte y confección.

Y una de las satisfacciones más grandes es cuando oyes los testimonios de estas mujeres y que te dicen: verdaderamente me cambió la vida que me hayan enseñado a cortar el pelo, que me hayan ensañado a cocinar para vender.

Tenemos muchos casos de éxito. Cada graduación de los cursos siempre terminamos llorando mi mamá y yo de ver que el esfuerzo que hacemos tiene ese resultado. En una gradación les dije estoy llorando de la emoción de que todo el esfuerzo vale la pena, porque no todo el que tiene ayuda, y eso es algo que a nosotros nos inculcaron y viene desde mi abuelo, él era un filántropo, fue cofundador de la Universidad de Sonora, aportó a la escuela de Agronomía, en el Molino la Fama toda la vida se ha ayudado a diferentes personas, desde ahí viene nuestra vena de altruismo.

¿Es difícil esto del altruismo, del trabajo voluntario, de la caridad, en estos tiempos en los que estamos, en pleno siglo XXI y con una sociedad muy encerrada en sus aparatos electrónicos, por no decir una sociedad a veces más egoísta?

Yo creo que es un tema de conciencia y responsabilidad social. Creo que la gente quiere ayudar siempre, a veces no saben cómo, entonces si tú le pones la plataforma para cómo ayudar… algunos lo harán con dinero, tiempo, conocimiento, nosotros tenemos amplia gama de voluntarios, unos dan talleres, otros donativos, algunos en especie, también hay quienes forman parte del patronato donde nos dan ideas…

Por ejemplo el “Festival del Chef” es un evento que suma a toda la comandad, gastronomía, el arte, la cultura, los chef que vienen donan su tiempo. Todos definitivamente en lo que hacemos podemos ayudar, es cuestión de querer y la gente siempre quiera ayudar, porque eso te da una satisfacción muy grande.

Hablando de satisfacciones, por ejemplo “María Goretti”, me encanta porque cuando ves el esfuerzo, el trabajo, pasión, amor y corazón, que es lo que mi mamá me ha enseñado, cuando vez que estas cambiando vidas, eso es un sentimiento muy bonito y le da sentido a tu vida. Es un programa donde damos terapia sociología, nivelación académica, y talleres de arte y deporte a niños y niñas en diferentes centros. Tenemos como nueve años, en Centro Malala, la Cruz Gálvez, nosotros damos talleres, pero cuando vino la pandemia como toda nuestra operación era en campo, todo se paró.

Pero teníamos que seguir cumpliendo las metas y nos pusimos las pilas a reinventarnos y pasamos todo a digital. Mira si antes teníamos 20 personas de manera presencial, ahora con las nuevas plataformas digitales que desarrollamos, llegamos a tener hasta 120 conectados al mismo tiempo.

Modernizamos los talleres y programas, todo el concepto digital. De las crisis vienen las oportunidades y los grandes crecimientos, ahí fue donde dijimos vamos aprovechando esta nueva era que es a donde va todo. Muchas empresas se van a quedar con el flex time, home office, quien no vende on line está perdido, se nos adelantó con la pandemia pero vamos. Fue reestructurarnos y subirnos al barco para poder seguir impactando.

¿Qué reflexión haces alrededor del tema de las adicciones en Hermosillo, si bien es cierto no es algo nuevo, pero cómo ves la ciudad y la juventud frente a esta situación?

Medir un tema de prevención es muy difícil, saber verdaderamente qué tanto estamos impactando en que baje la estadística. Este programa de prevención es informar, nuestros principales beneficiados son esos 300 muchachos activos que tenemos al año, de preparatoria y secundaria, donde ellos repiten tantas veces el programa que se les queda. El programa de “Un Paso a Tiempo” te habla de cuánto se tarda el hígado en eliminar un trago estándar, entonces ya sabes que para no emborracharte bebe lento o come algo antes de salir, o los focos rojos antes del alcoholismo.

Entonces los muchachos que dan esta información a través del servicio social, ellos se lo están aprendiendo, luego van a las escuelas y los niños reciben programa en tercero y quinto y en secundaria, estos que son nuestros beneficiados indirectos también reciben la información.

¿Cuáles son sus hobbies o pasatiempos favoritos?

Me encanta estar con gente, soy social, me gusta tocar el piano, siempre trataba de hacer ejercicio pero no era constante, pero cuando empezó la pandemia me pasó algo que no sabía si era lunes, sábado, así que por salud mental empecé a hacer ejercicio y ahorita en marzo voy a cumplir un año haciendo ejercicio, las pesas me gustan, disfruto el ejercicio. Amo los viajes, y de todo, cuando fui Punta Chueca con los seris, si voy a Ures, a San Carlos, me encanta todo tipo de viaje, ir al rancho, disfruto la naturaleza, me fascinan los paisajes.

Aquí en Sonora tenemos una ventaja, sales a banqueta y ves el atardecer, es precioso. Sonora siempre lo estoy presumiendo, cuando viene gente fuera y los llevo por ejemplo San Carlos, Kino, y veo su reacción ante nuestros paisajes, el mar, desierto, se ven las estrellas, el atardecer hermoso, es donde empecé a valorar que nosotros lo tenemos gratis y siempre.

En otro tema. ¿Cuál considera que ha sido la clave del éxito para que Ganfer se mantenga como un grupo exitoso en el ramo empresarial?

La visión que han tenido los que están ahí, el Consejo de Administración y mucho trabajo. Tomar las decisiones y el irte reinventando a como se van dando las situaciones, pero sobre todo es la visión que tienen de hacia dónde quieren ir. Son personas súper trabajadoras y muy enfocadas.

Ganfer es una empresa familiar, nosotros veíamos que empresas de tipo familiar se enfrentan a veces a problemas ¿cómo hacerle para que una empresa sea exitosa combinando este factor familiar con productividad?

Creo que gobierno corporativo es la clave, y tener las cosas muy claras, es lo que veo que ha funcionado desde el tiempo de mi abuelo. Reglas claras, gobierno corporativo y protocolos familiares.

El problema que veo es cuando las familias empiezan a ‘sangrar el negocio’, como le llaman, mientras tengan claro que lo principal es que sea un negocio sano y tener claro cómo va funcionar, no a lo que cada uno quiera, así es como funciona cualquier empresa, no es diferente si es o no familiar, sino más bien es el perfil del puesto que tiene que estar, las reglas claras y que el negocio esté sano.

Usted ha tenido mucho trabajo social y considerando que su padre también ha tenido labor social y hasta en el ejercicio público ¿no le ha interesado o tiene cierta inquietud por la política?

No, estoy muy contenta aquí desde donde estoy. Obviamente siempre tengo buena relación con las personas que están en los cargos públicos porque creo que gobierno con IP es como se puede impactar más. Pero desde donde estoy en la Fundación, hago lo que puedo y aquí estoy abierta para cuando se me acerca gente de gobierno y siempre tratamos de sumar, mientras sea de acuerdo a nuestro objeto social.

¿Qué mensaje le daría a las mujeres sonorenses?

El tema de la mujer a mí me encanta, ha sido un camino muy largo (y sigue siendo) para llegar a esta equidad que todos buscamos, y cuando digo equidad es tener las mismas oportunidades; todos somos diferentes, pero como personas, el valor es el mismo. Vivimos en una cultura muy machista donde se ha marcado mucho los roles, pero cada vez se está acortando la brecha, cada vez vemos mujeres más independientes, que están buscando mejores puestos, poner su propio negocio. Creo que tanto hombre como mujer se debe medir en base a sus capacidades. Eso es lo que nos falta un poco de impulsarnos de tener mayor seguridad y aspirar… Al final, creo que es un tema de personas. Reconocer el valor como persona, no hay limitaciones, si eres hombre o mujer puedes aspirar a lo que quieras.