ColumnasDE PRIMERA MANOGeneralPrincipales

Gobernador Durazo en Taiwan y AMLO le cancela concesiones de Litio

De Primera Mano

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín

ES DIFICIL no establecer la incongruencia. Tal parece que el gobierno federal esperó a que el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, se animara a promover personalmente a su Estado en Taiwan –una de las naciones más tecnificadas del mundo- para cancelar nueve concesiones que había otorgado para la explotación del Litio, sobre todo a los chinos que ya habían invertido en Bacadéhuachi y en instalarse en Hermosillo.

La verdad sea dicho de paso, resulta muy complicado para el Gobierno de Sonora tratar de vender nuestra tierra en el mundo basado en las energías limpias y la explotación del Litio, para que una decisión política que se desprende del propósito estatizador de la “cuarta transformación”, dé al traste con las invitaciones sonorenses en el extranjero, para conocer e invertir en nuestra tierra.

Cuando el Presidente de la República anunció lo que dio en llamar “la nacionalización del Litio” (innecesariamente) al reformar las leyes sobre el ramo minero y endurecer las políticas para los concesionarios en la explotación de los minerales, aseguró que no estaba dispuesto a pagar las indemnizaciones por la posible cancelación de las concesiones vigentes y que se estudiaría cada caso.

Días después su opinión cambió tras la visita que recibió de los mandatarios Joe Biden, de los Estados Unidos y Justin Tradeau, de Canadá. Declaró entonces que no podía renunciar a los compromisos adquiridos dentro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, para recibir recursos estadounidenses y canadienses en la minería. Ya para entonces, los intereses de los chinos se habían reducido en la agenda del gobierno federal.

En Bacadéhuachi, región de la alta sierra sonorense donde se ha establecido por estudios de expertos que existen grandes reservas de Litio, inicialmente los chinos y los canadienses decidieron invertir cantidades multimillonarias en ese lugar donde habría qué buscar el recurso debajo de las rocas.

La empresa china Gangfeng adquirió Bacanora Lithium y con ello también varias concesiones para lograr sus propósitos. Ahora, sus directivos han confirmado que el gobierno federal mexicano, argumentando incumplimiento en las inversiones mínimas, les ha cancelado nueve concesiones. El paso a seguir en su defensa será acudir a los tribunales, pero el “palo” ya está dado y es probable que ese golpe haya matado también la confianza de muchas empresas más que consideraban la posibilidad de instalarse en Sonora.

Por su lado, el Gobierno del Estado, sobre todo en una actividad desarrollada por Francisco Javier Acuña, titular de una oficina dedicada a la promoción de Sonora en el mundo, ha viajado por el planeta ofertando el “Plan Sonora de Energía Sustentable”, ya que en esta tierra se genera “y se generará mucho más”, energía solar y se producirá al tiempo el Litio, como recurso esencial para la producción de baterías de todo tipo.

Lamentablemente, una empresa dispuesta a invertir 80 millones de dólares en construir baterías de Litio en el Estado, anunció su retiro al detectar procedimientos burocráticos, fuera de sus expectativas. La empresa De Luna Lithium Battery, emigró hacia el Estado de México, donde obtuvieron de manera ejecutiva, el terreno para construir su planta.

El Gobernador Alfonso Durazo, motivado por los contactos en Taiwan para fomentar el “nearshoring” y “capturar inversionistas” que relocalicen sus empresas en esta frontera con los Estados Unidos, viajó a esa isla y ha enviado reportes de consumar logros, tales como intercambio de estudiantes sonorenses en sus universidades.

Quizá y la cancelación de las concesiones mineras de Litio a los chinos tuvo el propósito de apoyar a Canadá y Estados Unidos, pero el golpe ha sido tan duro que la percepción internacional sobre México y especialmente de nuestro Estado, no es precisamente un ejemplo de confianza y de respeto a las leyes internacionales.