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Grupo México suspende Fideicomiso sin remediar daños

Por Daniel Sánchez Dórame

HERMOSILLO, 06 de Agosto.- A tres años del derrame tóxico que contaminó el Río Sonora, Grupo México permanece impune a pesar que ha incumplido los principales compromisos para reparar los daños que generó a 25 mil habitantes de siete municipios, donde continúan apareciendo víctimas, principalmente niños, con metales pesados en su organismo.

El alcalde priísta de Banamichi, Marco Antonio Ochoa Méndez, denunció que la empresa minera clausuró el Fideicomiso Río Sonora sin entregar una tercera parte de los dos mil millones de pesos que se habían comprometido para atender a los damnificados, tan solo entregando 1,300 millones e incumpliendo su responsabilidad de montar las plantas potabilizadoras del agua, construir una clínica para atender a los enfermos, remediar la contaminación del río y hacer obras en la mina para garantizar que nunca volverá a ocurrir otro derrame toxico.

«Técnicamente el Fideicomiso está suspendido, eso hay que aceptarlo, yo no sé dónde están los recursos, ¿cuál es ahorita el problema? Que al menos los resultados de la calidad del agua que levantó COFEPRIS y CONAGUA, están los niveles de contaminación por debajo de la Norma Oficial Mexicana, aunque sí hay dos o tres pozos donde vemos metales un poco arriba de la NOM, ¿pero qué le dice Grupo México al gobierno?, ya el agua está limpia y ese es su argumento para no invertir recursos en el Río Sonora», aseguró.

En los últimos dos meses, en la Unidad de Vigilancia Epidemiológica del Estado de Sonora (UVEAS), que se instaló de manera provisional en una casa de interés social, especialistas de la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) diagnosticaron la presencia de metales pesados en el organismo de varios habitantes de la región, como los hijos de la señora Betzaida Elena Bautista Burgoin, quienes viven a un lado del río y los cuatro niños han presentado plomo, aluminio y cobre.

«Los dos niños más grande llevan más de dos años batallando con ronchas en la piel, pero los dos más chicos que aún no habían nacido cuando ocurrió el derrame también han comenzado a presentar los mismos síntomas, es que nosotros vivimos a un lado del canal de riego y el peligro es para todos los niños del pueblo, yo lo veo en mis hijos porque en los cuatro ya está confirmado que tienen metales en la sangre, pero conozco a muchos niños que también presentan los síntomas y a los cuales ni siquiera los han atendido», explicó la madre, quien cada mes tiene que viajar más de una hora y media para que sus hijos sean atendidos.

Al respecto, el Presidente Municipal de Banamichi, advirtió que persiste el riesgo de que nuevamente vuelva a ocurrir un derrame en la mina Buenavista del Cobre, debido a que la llamada presa de jales, donde Grupo México deposita todos sus residuos tóxicos, está junto al ojo de agua de Arvallo, que da vida al río Sonora.

«Necesitamos que se construyan las plantas potabilizadoras que son lo único que brindará tranquilidad y salud a los habitantes de la región porque la empresa sigue operando y el riesgo de un futuro derrame ahí está, llegando a Cananea por el sur, ahí está la presa de jales grandísima, más extensa que la ciudad de Cananea, junto a la carretera donde nace el río Sonora, no sabemos en qué condiciones técnicas se construyó esa presa pero si llega a venirse el derrame de contaminantes será mayor que el que ya padecemos», declaró el munícipe.

La cifra de 270 personas a las cuales se les detectó la presencia de metales pesados en el organismo durante los primeros meses del derrame, aumentó en el último año a 381 habitantes; sin embargo, solamente se indemnizó económicamente a los primeros enfermos y el Comité Técnico que administra el Fideicomiso Río Sonora, donde Grupo México de le impone a las autoridades federales, suspendió la construcción de la clínica UVEAS y cambió el proyecto por un centro comunitario.

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