General

IMSS Sonora, muy lejos de Dinamarca

El director del IMSS, Zoé Robledo, esta semana vino a Sonora a burlarse en nuestra cara. Soltó que la atención del Seguro es como en Dinamarca
El director del IMSS, Zoé Robledo, esta semana vino a Sonora a burlarse en nuestra cara. Soltó que la atención del Seguro es como en Dinamarca

Por Gabriel Rigo Gutiérrez E.

En este Gobierno de la 4-T hay funcionarios que ni la burla perdonan. El director del IMSS, Zoé Robledo, esta semana vino a Sonora a burlarse en nuestra cara. Soltó que la atención en las clínicas del Seguro es como en Dinamarca. 

“Esto es Dinamarca”, afirmó el funcionario tras inaugurar la Unidad de Medicina Familiar Número 66 del IMSS en Cd. Obregón. Esa instalación en particular, presumió, tiene médicos, medicamentos, laboratorios. “Si ustedes van a Dinamarca lo que se encontrarán es una Unidad de Medicina Familiar”. Remató diciendo que a eso es a lo que refiere López Obrador cuando afirma que el Seguro será como en Dinamarca… Bueno. Desde nuestra percepción, la aseveración del señor Robledo está muy alejada de la realidad. 

Y es que el pasado martes, cuando el funcionario hacía esas alegres declaraciones, tomamos nota de una denuncia ciudadana en la Clínica No. 2 de Hermosillo (cerca del Mercado): Estaban sin aire acondicionado y en la ciudad el termómetro a más 40°C a la sombra… 

Acudimos directamente a esta Unidad de Medicina Familiar y escuchamos la queja de los derechohabientes. Nos relataron que en la segunda planta del edificio no habían encendido los aparatos de refrigeración en todo el día.

Recogimos testimonios de personas que tenían más de seis horas esperando en “Unifilia” para ser atendidos. Todo ese tiempo soportando el sofocante calor que, con las decenas de personas en los pasillos, incrementaba el bochornoso ambiente. 

Algunos pacientes esperaban sentados en las bancas de metal abanicándose con hojas, folders o lo que tuvieran a la mano para echarse un poco de aire. 

En sus consultorios los médicos no tenían aire por lo que estaban atendiendo con las puertas abiertas para ventilar los cubículos. 

Observamos adultos mayores secándose el sudor con pañuelos y agitando el sombrero o gorra. Había mujeres embarazadas e inquietos niños pequeños, desesperados por el calor. 

A la gente no le queda más que esperar. Soportar 15 minutos, media hora, una hora o dos horas más… Ese es Seguro Social. El que les toca padecer a miles de usuarios.

Y hay más ejemplos… la semana pasada en la clínica No. 37 que está a un costado del Auditorio nos tocó observar también una larga fila en la Farmacia para surtir el medicamento. Las personas ocupaban la rampa hasta llegar a la puerta de los baños.

Otro más… Hace un mes presentamos aquí en “Primera Plana” la denuncia de un grupo de pacientes que tienen que atenderse en el área de “Hemodiálisis” de la Clínica No. 14 de Hermosillo (la que se ubica cerca del ITH). Explicaban que son tantos los enfermos, que tuvieron que recurrir a la CNDH para obligar al Seguro a que abra un tercer turno a media noche para hacerles el procedimiento de diálisis (ojo: hay días que los regresan porque en el Seguro no tienen el agua especial que se usan los aparatos…). 

Y así muchas historias. Por eso, que no venga a decir Zoé Robledo a decir que esto es Dinamarca. ¡Cómo falta sensibilidad, autocrítica y escuchar al derechohabiente! 

Después platicaremos sobre la amenaza al servicio tras el fracaso del INSABI y los recortes presupuestales… Por lo pronto habrá que reconocer que el servicio sale por ingenio y voluntad del personal médico y enfermeros. Porque en este Gobierno de López Obrador, más bien parece que buscan cómo asfixiar al Seguro Social.