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K-9 atacando al crimen

Por Guillermo Saucedo y Miguel Gálvez/

La policía de Hermosillo tiene una Unidad Canina especializada en labores de investigación y rastreo; son binomios certificados a nivel nacional e internacional

“Perros policía”, así se les denominan a los canes que son utilizados y adiestrados con fines de seguridad pública e investigación policíaca, los cuales ya han estado operando en Sonora desde hace algunos años.

Los “elementos caninos” solo eran vistos en otros países, tal es el caso de Estados Unidos, quienes al ver las habilidades que el perro puede desarrollar en el ámbito policiaco, los han integrado dentro de sus corporaciones.

En Hermosillo, la unidad —identificada como K-9— se formó en diciembre del año 2013 con cuatro binomios, es decir, cuatro parejas conformadas por un agente policiaco y un agente canino.

Cada perro tiene sus respectivas especialidades en las labores policiales, hay quienes detectan explosivos y armas de fuego, otros que detectan drogas, y hay quienes tienen multimodalidades, que pueden ser de ataque y detección de narcóticos.

Este labrador, además está especializado en detección de explosivos.
Este labrador, además está especializado en detección de explosivos.

Armando Aguilar Ibarra, Director de Prevención y Atención Ciudadana de Seguridad Pública, cuenta que los cuatros perros con los que iniciaron los adquirieron ya entrenados, pero que tuvieron que realizar una capacitación a los agentes policiacos.

“Los perros ya los adquirimos entrenados por parte de una empresa que se encuentra en Estado de México, sin embargo se dio una capacitación al elemento policiaco ya que cada uno tiene un perfil adecuado para el tipo de carácter que tiene el elemento canino, entonces se buscan los perfiles más adecuados para poder llegar a esa unión”.

La unidad canina realiza programas de prevención, así como también operativos de revisión de paquetería, de camiones, además de que patrullan las diferentes colonias que se tienen catalogadas como conflictivas, en búsqueda de algún tipo de droga.

Koby, Buzz, Bubu, e Irka, son los cuatro elementos caninos que conforman la unidad K-9, misma que el pasado mes de junio recibieron el certificado internacional junto a sus respectivas parejas, siendo así la primera unidad canina con dicha certificación y la segunda a nivel nacional.

Buzz realizando ejercicio de rastreos.
Buzz realizando ejercicio de rastreos.

“Las pruebas que realizaron para recibir la certificación fueron dadas por elementos de la policía canina internacional, en donde realizaron pruebas los elementos caninos, los elementos policiacos, y pruebas en conjunto”, comentó Aguilar Ibarra.

Cabe resaltar que en la hora de cateos los perros policías no buscan conscientemente las drogas como se tiene pensado, sino que buscan una pelota con la que fueron entrenados desde cachorros.

“Desde pequeños se les entrena a jugar con una pelotita que trae un pseudoaroma parecido a alguna droga en especial, pero el perro lo que busca es su pelotita, y es por ello que en el momento que ellos encuentran algo se les premia con una pelota con la cual están acostumbrados a jugar”.

Carlos Alfonso Carpio, encargado de la Unidad Canina dentro de Seguridad Pública, llevó a cabo una exhibición para Primera Plana, en dónde se vio en acción a los elementos caninos en pleno entrenamiento.

Carlos Alfonso Carpio, encargado de la Unidad Canina junto con su equipo, los agentes: Gemma Aguilar, Alberto Sesma y Omar.
Carlos Alfonso Carpio, encargado de la Unidad Canina junto con su equipo, los agentes: Gemma Aguilar, Alberto Sesma y Omar.

El primero en acción fue Buzz, quien realizó una búsqueda entre diversos obstáculos para encontrar la droga cristal —en la cual se especializa—, que se encontraba oculta en el extremo de un remolque.

La operación fue un éxito, ya que Buzz, al localizar el aroma de dicha droga, raspa con sus patas la parte en donde se encuentra el enervante hasta que el oficial encargado lo saca del escondite, posteriormente al elemento canino se le incentiva con su pelota favorita.

Por su parte Bubu, fue el que realizó la siguiente detección. Esta vez se trataba de marihuana. De una hilera de maletines, el labrador tenía que detectar uno que contenía la “sustancia”. Se colocó al can a un par de metros del objetivo, posteriormente se dio la orden de rastreo, y rápidamente Bubu pasó olfateando la serie de maletines vacíos hasta encontrar el que contenía la esencia de marihuana, una vez que lo identificó se recostó en ese sitio a la espera de su pelota.

Por último Irka, elemento canino especializado en ataque, demostró su destreza en la hora de persecuciones a maleantes, cuando uno de los elementos policiacos se puso la chamarra protectora de entrenamiento y simuló ser un criminal.

Las distancia entre el “maleante” y el binomio fue de alrededor de siete metros para así poder apreciar la persecución que realizaría Irka, quien después de la orden del elemento policiaco ésta corrió y se abalanzó al brazo del “criminal”.

Posteriormente el agente arrestó al “criminal” que fue atacado por la ágil pastor alemán, pero advierten, si esta detecta cualquier movimiento agresor o si el capturado escapa, ella se encarga de someterlo de nueva cuenta, y por lo que se pudo apreciar, nadie se atrevería a huir de esas feroces mandíbulas.

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