La papa, ¡a 50 pesos el kilo!

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín
UNA MUESTRA inocultable de que la pobreza va en aumento en nuestro querido México, es que el salario ya no nos alcanza para comprar las cantidades suficientes de productos y alimentos que conforman la canasta básica, como sí lo podíamos hacer hace apenas unos meses atrás.
En el arranque de este año 2022, habíamos escuchado que empezamos a sufrir una inflación que no registrábamos desde hace veinte años. “Casi el 8 por ciento de inflación”, se repetía en todos los noticiarios y el Banco de México, para detener el colapso, ha elevado la tasa de interés referencial a todos los bancos.
Esto último lo entendemos muy poco. Lo que sí entendemos y lo vivimos, es que el aumento en los precios de los productos de la canasta básica es una consecuencia del aumento en los precios, -por ejemplo- de los combustibles.
Las gasolinas, a pesar de que el Presidente diga lo contrario, han aumentado considerablemente de precio en estos últimos tres años, con todo y el enorme subsidio oficial. Ello repercute en el transporte y, al final, en los alimentos, frutas y verduras.
En Hermosillo, esta semana aumentó el kilo de papa a 50 pesos. Hace unos cuantos días apenas llegaba a 40 pesos el kilo. Una cartera de huevos, ya cuesta 90 pesos, es decir, cada huevo de esa cartera, tres pesos.
El aguacate, como existe en abundancia, redujo su precio de 120 a cien pesos. Nada qué agradecer. Y así nos vamos con el limón, el tomate, la cebolla, el frijol, el arroz. Todo está aumentando de precio al consumidor en las semanas recientes.
El salario ya no alcanza. Porque los precios de los productos suben, pero el salario, no.
Si este escenario se recicla en los meses por venir, lo que sigue es la escasez de productos, rumbo a una peligrosa recesión.
El tema seguramente será tratado en una de las siguientes “mañaneras” en palacio nacional. Y los argumentos los conocemos: “No es un problema de México; es una reacción a la guerra en Ucrania; es la enorme inflación que sufre los Estados Unidos y nos afecta”.
Si. Y quizá el ignorante del Presidente tenga algo de razón. La diferencia de la inflación estadounidense y la mexicana, es que en la primera se estimula la producción de bienes y servicios. En la mexicana, el gobierno regala dinero a los grupos más vulnerables, pero no hay estímulos a la producción. Los empresarios “que se rasquen con sus uñas”.
Luego entonces, no tenemos cómo responder la avalancha que se nos viene encima.
“Y al final, sólo queda la frialdad de los números”, decía Pedro “Mago” Septién al finalizar un juego de béisbol. Y aquí lo podemos replicar:
En los tres años recientes, los pobres que lograron ya no ser tan pobres en los últimos 20 años, han recuperado su condición de pobres.
ESTE muchacho exitoso, Christian Nodal, le hizo una travesura a su maestro de primaria, pero arrepentido, prometió comprarle un carro “cuando le fuera bien”… Aquel niño caborquense le había “rayado” el auto al “profe”… Hace unos cuantos días, Nodal, convertido en lo que es, un popular cantante y compositor mexicano, cumplió su promesa a su maestro, quince años después… El doctor (en Derecho) Héctor Rodríguez Espinoza, destacado maestro de Leyes, escritor y analista, hizo un comentario que comparto… “Christian Nodal no es artista de mi devoción, pero debo expresar mi admiración y aplauso (¿quién lo hace hoy en día?) por su gesto de GRATITUD –virtud en extinción-, de obsequiar un auto nuevo a uno de sus especiales profesores de primaria que le sembraron la semilla, en Caborca, otrora cubierta de gloria y hoy cubierta de deprimente e inseguridad pública fuera de control”… Bien… Lo que sea de cada quien, el tortuoso y apasionado Nodal, exhibió parte de su calidad humana y su acción queda ahí, como ejemplo a seguir.
Y UN cantante local, obregonense -José Manuel Castillo- murió al intentar salvar a una mujer que se ahogaba en la Laguna del Náinari… Se introdujo al agua al escuchar los gritos de auxilio de la mujer y, por causas desconocidas, empezó a hundirse… Su cuerpo fue encontrado cuatro horas más tarde… La mujer fue reanimada por los socorristas y los médicos, pero Manuel, no pudo salvarse… Era muy conocido en Ciudad Obregón, ya que amenizaba fiestas y trabajaba en bares, en antros… Su ejército de amigos, le consideran ahora, un héroe… Estos ejemplos virtuosos y de gran valentía, deben ser ventilados, en un momento en que la nota diaria es de un color rojo subido por la espantosa inseguridad que vivimos en Sonora…