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«La regla número uno, es nunca ser el número dos»

Por Gabriel Rigo Gutiérrez E.

Luis Edmundo Grijalva trae los autos en el ADN. Desde la infancia, como estudiante, en sus inicios como empresario, y desde luego en la actualidad, siempre ha estado rodeado del emocionante y apasionante ambiente automotriz.

Tenía apenas 21 años cuando decidió establecer su primera empresa, un taller de carrocería y detallado, el cual todavía opera. Apenas iba dejando los libros universitarios cuando ya estaba con la inquietud de emprender. Así se lo había enseñado su abuelo y era lo que veía de su padre, quería seguir sin miedo sus sueños y trabajar por ello.

Actualmente Luis Edmundo es director de uno de los grupos de agencias de autos más grande del estado, líder en ventas en el mercado.

¿Cuántas empresas abarca el Grupo Nissauto Sonora?

Son once agencias que están distribuidas en todo el estado.

Si nos pudieras platicar ¿Cómo empieza la historia de Nissauto?

Empieza en 1960 con mi abuelo, Luis Edmundo Grijalva Mosquira, en la parte norte de Sonora, con la marca Datsun. Él cubría Magdalena, Nogales, Agua Prieta, Cananea. Posteriormente mi papá, Luis Edmundo Grijalva Parra, participa como director de operaciones en Hermosillo, Guaymas, desde 1983 hasta 1997 que fue cuando se fusiona la parte norte con centro y así nace Nissauto. Desde 1983 hasta 2018, mi papá fue director, en ese año entro a la dirección general del Grupo y él se va como presidente del Consejo Administrativo de la empresa.

Todas las grandes empresas tienen en el fondo una raíz fuerte. En el caso de Nissauto, mencionas a tu familia ¿Quiénes son las personas que han estado detrás del éxito de esta empresa sonorense?

Primero inicia con mi abuelo, mi papá. Nacimos arriba de los carros y con el ADN de la industria. Pero definitivamente quien está detrás es todo el recurso humano, donde son más de 500 familias que colaboran en el grupo nada más de Nissan. Y además de mi abuelo, mi papá, Rafael Beltrán, Luis Fernando Gallardo que son parte del equipo directivo que en su momento conformaron el grupo desde sus inicios.

Nissan sin duda es una de las firmas automotrices con más ventas en el país. ¿A qué se debe este clic entre la Japonesa y los mexicanos?

Mira, Nissan cumplió el mes pasado 140 meses consecutivos de ser la marca No. 1 en México —11 años y medio—, que ningún mes se ha perdido el liderazgo. La marca tiene una participación de mercado del 21% sobre más de 32 marcas que existen a nivel nacional. Entonces uno de cada cuatro autos que se vende es Nissan. Definitivamente la marca ha entendido muy bien el mercado mexicano, ha evolucionado y creo que a la pregunta de cuál ha sido el ingrediente entre México y Japón se lo atribuiría a que somos muy ingeniosos, la creatividad, y la calidad, son los atributos más representativos de esa alianza estratégica que nos ha llevado de la mano de los japoneses con el orden, la disciplina, la competitividad, son los ingredientes que se han amalgamado y han llevado a este liderazgo.

Ser el No.1 cuesta y no somos la excepción aquí en el estado. De la misma manera nunca hemos perdido el liderazgo, también participando con más de 28 marcas que existen aquí, es un gran reto y no se vale cansarse.

Acá de manera local, en Sonora ¿Cuál crees que ha sido la clave del éxito de Nissan?  

Aparte de ser una marca innovadora, tiene a la financiera más grande de México. El 80% de los autos se venden a través de financiamiento, lo cual nos lleva a tener a la financiera más fuerte, con ofertas comerciales más agresivas, un catálogo de productos muy amplio, desde la versión más económica que empieza con el March, con el Versa; después el Sentra, con diseños, tecnología, renovación, y un valor de reventa muy interesante. La calidad del producto y la alta atención de servicio al cliente.

Ahora Nissan a nivel nacional está en el 21%, aquí en Sonora como grupo estamos en 27%, estamos muy por arriba en la industria. Y eso creo que se debe a la pasión de los fundadores, somos socios operadores, estamos en el campo de batalla, es el ‘core bussiness’ del grupo.

Tenemos una cultura organizacional orientada al cumplimiento de los objetivos, KPIs muy claros (Key Performance Indicator) para nuestros líderes, y entender que no podemos ser el número dos. Aquí la regla número uno, es nunca ser el número dos.

Con indicadores claros, capacitación continua, gobierno corporativo y un enfoque a una marca, son ingredientes importantes para continuar en el liderazgo y sobre todo entender cuándo los ciclos de un líder se terminan, porque en el momento que no estás dispuesto a aprender, cuando esté cansado, en el momento que no venga con la misma pasión, espíritu, actitud, entonces se hace cambio de ciclo.

Entonces, aún cuando sea una empresa familiar, entendemos muy bien y tenemos claro el rol que nos toca, y que si no damos resultados, esto es una organización y tendrá que venir alguien a que lo cumpla. Aquí es números.

¿Qué consejo recuerdas de tu papá o abuelo que te haya marcado de por vida, para esto del manejo de los negocios?

Cuando estaba chico me encantaba ir a trabajar con mi abuelo porque era el que mejor me pagaba. Mi abuelo estaba en la agencia de Magdalena y todos los días viajaba a Nogales que era donde tenía su base. Entonces en vacaciones yo me iba con mi abuelo porque pagaba bien y una de las frases que más me quedó grabada fue que nunca perdiera mi palabra. Me decía: yo cuando voy a un banco con mi palabra me daban dinero; la palabra es el activo más fuerte que vas a tener, entonces hay que cuidarla y si diste tu palabra, cúmplela.

Por parte de mi papá, cuando yo estaba estudiando siempre nos dijo: yo inicié aquí y hasta aquí voy en la vida; voy a darle todo lo que sea educación, relaciones y por ende, ustedes tiene que llegar más lejos de lo que yo logré ser, salgan, exploren, arriesguen y si no funciona, no te mortifiques aquí estoy, pero no te voy a dar más allá de lo que puedas cumplir, siempre nos dejó claro que el negocio era de él, yo nunca me vi trabajando para el Grupo, de hecho cada quien tiene su negocio.

Entonces nos quedó muy claro y salimos a trabajar y hacer lo que nos gustaba, obviamente ‘coucheados’ por mi papá.

¿Cuántos hermanos son en tu familia?

Somos tres hermanos, soy el mayor, 40 años de edad; luego Alfredo, tiene 37 años de edad, él tiene empresas de energía renovable, rentas de carros, gimnasios; mi hermana también tiene sus negocios, pastelería, es ama de casa. Y también tengo mis negocios…

Es el espíritu emprendedor de su familia, la educación tiene mucho que ver en el desarrollo y formación del empresario…

Y el hambre. Nunca tuvimos todo. Siempre nos dejó con hambre, y eso es algo muy importante decir: sueña, no te voy a poner todo. Eso nos forjó a decir, quieres algo mejor, búscalo, trabaja que te cueste, siempre nos sembró hambre.

¿Recuerdas cuál fue el primer auto que vendiste? ¿Y qué sentiste después de cerrar esa venta?

Sí, si me acuerdo… El primer carro que tuve me lo regaló mi abuelo, un Bluebird 68 (Datsun), que ya era una reliquia, porque había sido su primer carro. Lo pinté, le metí rines, sonido… la condición de mi abuelo fue que si quería después venderlo lo hiciera y de ahí me comprara uno mejor; ese carro se lo pasé a mi hermano y mi papá me ayudó a negociar esa compra de mi hermano. Me compré un Sentra 96 (Nissan) que estaba descuidado, pero como tenía detallado ahí fueron mis ‘pininos’ de pintura, le puse rines, polarizado, y lo puse a la venta. Ese fue mi primer carro que vendí. Me generó mucha satisfacción y adrenalina… Dice una frase que cuando el alma sonríe, ahí es. Me dio muchísimo gusto vender el carro y dije me encanta esto. Esa fue mi primera venta en el 2003.

¿Cuáles considera que deberían de ser las cualidades ideales de un buen agente de venta de autos?

La primera es el interés y la pasión por los autos, de ahí nace. Un vendedor debe de tener un conocimiento financiero amplio, porque si decimos que el 80% de nuestra venta es a través de crédito, debe saber cómo perfilar bien al cliente para que su crédito sea autorizado… Tiene que tener apertura de mente para estar en constante aprendizaje, esta industria cambia muy rápido… Tiene que perder el miedo, a que le digan que no, perder el miedo a las cámaras, publicar en redes… Tiene que generar confianza, ser positivo. Son algunos de los atributos, para ser de los mejores.

¿Qué consejos les darías a aquellos jóvenes que piensan emprender una empresa, un negocio?

Primeramente nada es fácil, todo está en el hacer, aventarse. Hay gente que tiene la idea, pero la diferencia está en ejecutarla, y ahora que están jóvenes es el momento, es cuando más pueden aprender. Es arriesgarse, salir de la zona de confort.

Hacer negocios, no porque a una persona le está yendo bien en algo, deben hacer tal actividad, sino hacer lo que te apasiona lo que conoces y visibilizas que puedas ser escalable. Al que le va bien es porque sabe y conoce.

También es importante innovar y ahorrar para cuando vengan tiempos malos. En la vida siempre va haber crisis, entonces se debe estar preparado, para salir más fortalecido.

Reinvertir en el negocio, si ya te está dejando ganancias, también destina para tu empresa.

Generar empleos dignos y bien remunerados.

Que no te de miedo rodearte de los mejores.

Y estar dispuesto al fracaso, de los errores también aprendemos. Aparte, para los jóvenes ahorita el mejor aliado es el tiempo.