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La sabiduría del cuerpo para las batallas de cada día

Por Marina Braue y Téllez-Girón

Nuestro cuerpo se manifiesta en todo lo que vivimos pensamos y sentimos en forma de dolor, rigidez, calambres, bloqueos, o una sensación de fatiga general. Si aprendemos a leer sus señales descubriremos el más poderoso instrumento para liberarnos de todo aquello que sobrecarga la vida física, psíquica y espiritual. El cuerpo es un mapa que nos rebele tanto el problema como la solución.

Es realmente extraordinario que algo tan frágil y vulnerable como el cuerpo humano haya conseguido sobrevivir a lo largo de la evolución. Si consideramos el poco tiempo que podemos pasar sin agua máximo cuatro días. También se ha comprobado que tras de 72 horas sin dormir se puede perder el oído y la visión, además de poner en riesgo nuestra vida, estamos en desventaja frente a otras especies.

Nuestro cuerpo es una máquina maravillosa, siempre que le procuremos los cuidados y el mantenimiento que requiere. Sin embargo nada desatendemos más que lo que sustenta nuestra vida. Si las horas de trabajo no nos alcanzan se las robamos al sueño. Si estamos demasiado ocupados haciendo algo nos olvidamos de comer o compramos alimentos chatarra.

Cuando el cuerpo nos avisa que algo no va bien silenciamos la señal tomando analgésicos o buscamos cualquier otro medio de adormecerlos, pero apagar artificialmente las señales naturales de alarma que llevamos incorporado es altamente peligroso.

En la actualidad las personas hacen un consumo elevado de bebidas energéticas que ha muchas personas les puede provocar hemorragias cerebrales y no hay ningún control a cuanto a su venta.

Cuando estamos muy cansados o de algún modo poniendo en peligro nuestro cuerpo, este nos manda señales de auxilio a través del dolor. A nadie le gusta sentirlo pero viene con nuestro kit de supervivencia para evitar males mayores, siempre que les prestemos atención.

Fuera de las afecciones crónicas cuando el dolor aparece de forma puntual hay que escucharlo, porque nos transmite importantes mensajes para mejorar nuestra vida incluso para salvarla.

Existen muchas evidencias que muestran que es posible reducir la cantidad de dolor que se está sintiendo mediante el control del grado de “excitación”.

En términos simples si padece un dolor crónico, cuanto más ansioso se ponga, más fácilmente se pondrá nervioso y la magnitud del dolor será menor

Existen numerosos procedimientos que nos permiten conocer el grado de excitación o ansiedad que padecemos.  Para ello es posible medir la resistencia eléctrica de la piel, la cantidad de actividad de determinados músculos en momentos de descanso, o la función de ondas cerebrales más comunes.

Usted puede reconocer fácilmente que sus niveles de sensibilidad están altos cuando tiene cualquiera de estos síntomas:

-Está más intranquilo y/o nervioso que de costumbre.

-Tiene dificultad para relajarse.

-Presenta problemas para dormirse.

-Suspira mucho o respira de manera más superficial poco profunda que lo usual.

-Tiene dificultades para concentrarse.

-Se siente nervioso.

-Siente ansiedad casi de manera constante.

Si usted presenta todos los síntomas anteriores indica que usted está ansioso y cualquier dolor lo percibe de manera más intensa, ¿Qué hacer al respecto?

Parte de la respuesta es aprender a reducir su nivel de ansiedad, que suele ser verdaderamente fácil en muchos casos. Puede intentar distintas técnicas para llegar a este objetivo.

Demos gracias al dolor, por lo tanto de cuidar de nosotros y seamos discípulos de este Maestro que trata de hacernos evolucionar a una vida mejor.

De hecho  la mayoría de la población vive disociada de su cuerpo. Hemos olvidado como tocar, no prestamos atención a nuestras sensaciones corporales si somos conscientes de ellas, muchas veces no queremos recibir el mensaje.

Cuando el dolor no solo el físico también el emocional se vuelve insoportable, por fin le hacemos caso: solo entonces somos todos ojos, y oídos queremos arreglar el desaguisado de la forma más rápida posible.

Sin embargo  ¡no sería mejor ir pasando la evaluación  continua  que nos procura el cuerpo a través de señales más sutiles en lugar de jugárnoslo todo a una carta en los exámenes finales.

De acuerdo a los estudios de la psicología, hay dos tipos de personalidades una que siempre culpará a su entorno por sentirse mal, sin tomar responsabilidad por sus actos y  actitudes, mientras la otra es consciente de cómo afectan su salud y su bienestar.

Lo importante es poner atención las señales que nos envía nuestro cuerpo y no pasar por alto los mensajes que nos están marcando cual es la atención que debemos  atender si realmente queremos tener una vida más plena y con mucha salud.

Es el inicio de un nuevo  año  lleno de retos, luchas por el poder, se están perdiendo muchos valores  y tradiciones pero todos debemos hacer nuestro mayor esfuerzo por una vida mejor sobre todo para las nuevas generaciones y que el movimiento de los planetas nos ayuden a dejar un mundo mejor.

 

CUIDENSE MUCHO BUENA SUERTE Y MUCHA SALUD…