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Las »aventuras» del Dalai Lama

El carácter satánico del budismo tibetano está camuflado por la prensa, pero en el Himalaya uno observa doquiera las imágenes infernales de los “dioses” tibetanos.

Por Dr. Jorge Ballesteros

Yo creo que quedamos todos conmocionados por el grotesco y pedófilo espectáculo que dio el divino Dalai Lame, decimocuarta encarnación y líder espiritual del budismo tibetano, en un video que rápidamente se hizo viral y que ha causado una ola de rechazo, se le ve besar en la boca a un niño y después le pide que le chupe la lengua.

Este caso saca nuevamente a la luz otros hechos de presuntos abusos sexuales denunciados e investigados que salpican a las más altas esferas del budismo tibetano y a miembros cercanos de su máximo líder, que incluso ha declarado que tenía conocimiento de ello hace décadas.

El Dalai Lama en sus apariciones ante el mundo occidental y los medios de comunicación masiva, empezando por Hollywood —donde él se pasea a sus anchas como si fuera su casa—, pintaron una imagen pacifista, inocua y tierna del budismo tibetano, pero eso es una impostura calculada, un engaño burdo y una estrategia de prensa.

El Padre Federico Highton, un especialista en budismo, en una entrevista que le hicieron refiere que esta conducta atroz que escenificó frente a las cámaras, el Dalai Lama, se debe básicamente a la peligrosidad extrema del budismo en general y del tibetano en particular ya que esta es la variante budista más difundida en el Occidente.

“La malicia del budismo radica ante todo en que niega la realidad: niega a Dios, niega la realidad de todos los seres percibidos (diciendo que “todo es vacío y apariencia”) y niega la objetividad de la moral (exhortando a los ‘yoguis’ a estar más allá del bien y del mal)”, indicó el autor del libro Tinieablas Tibetanas.

Teniendo en cuenta esta “metafísica negatoria”, el budismo en el Tíbet devino en lo tántrico, que es un conjunto de prácticas esotéricas hinduistas y budistas, que mezcla el sexo con la superstición, es una búsqueda de la iluminación con estilo macabro.

El tantrismo busca liberar al yogui de las ilusiones, los apegos y las (inexistentes) reencarnaciones exhortándolo a hacer lo opuesto de lo que quiere obtener, esto es, a cometer crímenes y aberraciones (v.gr. incesto, asesinato, canibalismo…) para obtener la santidad y la sabiduría.

Para descubrir la naturaleza del budismo en general, basta con saber que esta cosmovisión considera que la mujer es la misma raíz de toda ilusión y, por ende, de toda la infelicidad, lo cual nos lleva a afirmar que difícilmente encontremos una ideología más satánicamente misógina que el budismo.

Compartimos algunos cuestionamientos que le formularon al especialista en budismo:

¿Por qué en la cosmovisión tibetana caben todo tipo de aberraciones desde el panteísmo y gnosticismo al pansexualismo…?

Por los motivos ya dichos. En otros términos, el budismo tibetano sostiene la “ley de la inversión”, que busca una cosa procurando la opuesta, v.gr. aspira a la inocencia practicando el crimen. Esta mentalidad está también presente en la cábala y, por ende, en la ideología de la masonería. Hay mucha tela para cortar.

También habla de fealdad e incluso de carácter satánico… que puede derivar en femicidio ritual. ¿Su carácter satánico al estar camuflado causa menos rechazo que el satanismo clásico?

El carácter satánico del budismo tibetano está camuflado por la prensa, pero en el Himalaya uno observa doquiera las imágenes infernales de los “dioses” tibetanos. Basta bucear un poco en los libros y prácticas tibetanas, para encontrarse ante un escenario sencillamente macabro. No hay mucho camuflaje, salvo en las películas de Hollywood y en las fotos de la farándula haciendo yoga en la playa.

¿Esta pseudoreligión lleva inexorablemente a la pérdida de la fe y la apostasía?

Quien acepte el budismo, pierde la fe ipso facto ya que si un bautizado comulga con una falsa religión implica necesariamente la apostasía, esto es, la renuncia a Jesucristo y, por ende, la pérdida voluntaria de la Fe. A su vez, hay que constatar que la inmensa mayoría de las personas que empiezan a practicar yoga o a frecuentar los conventículos del orientalismo, acaban perdiendo la Fe.

¿Por qué se ha blanqueado el budismo en el mundo occidental e incluso es una moda que tiene tantos adeptos?

El Nuevo Orden Mundial no puede gobernar una sociedad cristiana, pero puede gobernar a placer una masa budistizada. Además, la concepción budista-tibetana es perfectamente compatible con el satanismo, como explicaba el padre Dr. Julio Meinvielle, nuestro mundo avanza hacia la construcción de una sociedad satanocrática. Ahora bien, a la satanocracia le viene muy bien la envoltura del budismo —que es ateo—, especialmente el tibetano —que exige la amistad con seres que ellos admiten que son demonios—.

Además del estudio teórico de la radical incompatibilidad del budismo con la fe católica, ¿Cómo le ayudó el vivir en el Tíbet para comprobar su maldad?

Vivir años en el medio del Himalaya me permitió conocer de primera mano la experiencia de los pueblos budistas y, por ende, su infelicidad, su desesperanza —en sentido teologal—, sus terrores supersticiosos y la manipulación ejercida por los monjes budistas sobre la masa de los creyentes asustándolos con feroces horóscopos y diciéndoles que toda enfermedad es de origen demoníaco.

En el Himalaya vi cosas increíbles, por ejemplo, estuve en una aldea en la que todas las familias tenían un pacto multigeneracional con un demonio al que le ofrecían sacrificios animales, todo lo cual estaba apoyado y justificado por el monacato budista.

Ojalá que esta información sirva para que el hombre moderno sepa que el budismo es una aberración y saber esto es importante ya que el budismo es una gran tentación de apostasía que supone un abandono o negación total de la doctrina original católica. Es decir, en lugar de negar un dogma o idea determinada se niega la doctrina completa.