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Legado del Hotel Kino

Rosalba Bernard Jiménez, es la tercera generación familiar al frente de Hotel Suites Kino.

Por Gabriel Rigo Gutiérrez E.

Solo cruzar la puerta del Hotel Kino te adentra en una nueva experiencia. El ambiente envuelve de nostalgia y da la sensación de tranquilidad. El edificio es considerado patrimonio histórico de Hermosillo, pues fue construido hace más de 100 años. Aquí se hospedaron Venustiano Carranza, Álvaro Obregón, Felipe Ángeles. Con el tiempo el edificio se ha ido modernizando y adaptándose. Cuidan el mantenimiento. Y por cada rincón uno puede encontrarse piezas dignas de museo.

Rosalba Benard, gerente general de Hotel Suites Kino y la tercera generación familiar que está al frente de esta hospedería, entre recuerdos, platica a “Primera Plana” la historia detrás de este esfuerzo familiar y plantea la visión y esencia que hace de esta empresa un icono hermosillense.

¿Qué representa para usted estar al frente de esta empresa centenaria y de su legado familiar?

La empresa está hace más de 100 años, desde 1863, cuando era una casa de huéspedes. En principios del siglo pasado se convirtió en el edificio actual. Para 1922 lo adquirió mi bisabuela, que lo rentó por algunos años, no lo operó. Después cuando mi abuela creció le dijo a su mamá que quería operarlo y ella empezó a trabajar ahí en los años treinta. Ella vivió aquí, se casó y todo. Al tiempo mi papá, el Ing. Armando Bernard, empezó a ayudar y a operar el hotel junto con ella. Ahí ya mi papá hizo crecer mucho el hotel, cuando entonces sólo tenía 25 cuartos. Ahora me toca a mí y esto va pasando de generación en generación y cada una se va superando. Es un compromiso familiar, hay un cariño. No es obligado ni mucho menos, es muy especial estar aquí. Porque no nomás representan lo que es un negocio familiar, también la nostalgia, los recuerdos, nuestras conexiones importantes con nuestra abuela, mi papá y para algunos mi bisabuela a la que no conocí. Aparte el compromiso con la sociedad; porque la ciudad nos conoce, sabe que somos un ícono, un monumento histórico, reconocido a sus 100 años y patrimonio del municipio con mucho orgullo.

¿Qué es lo que más te marcó y enseñó de la visión de tu papá, conocido popularmente como “Güero” Benard?

Creo que la hotelería se debe enfocar al servicio, a la hospitalidad, sin embargo, nosotros lo sentimos como algo vocacional; es todo lo que buscamos. Yo creo que esta vocación de servicio esta en todo lugar, sea oficina, hotelería, restaurante o call center, está implícito una vez que se tiene que tratar con un cliente. Pero en nuestro caso creo que ya viene de familia por vocación. Mi papá siempre nos enseñó, algo muy importante, tratar al cliente con calidez. Lo básico, cualquier situación, duda, solución, necesidad y estar atentos para que esté contento, que en Hermosillo se sienta como su casa. Entonces eso es algo que no solo me lo enseñaron a mí, sino que se lo enseñamos a todo el personal, no importa si sea de mantenimiento, limpieza o recepción. Todos tienen contacto con el huésped e influyen en su experiencia, por eso para nosotros es muy importante que se sientan tratados de manera cálida, cordial y siempre con respeto.

¿Cuántos empleados tiene?

De planta normalmente son 63, son muchas familias que colaboran con nosotros.

Ser empresa familiar conlleva ciertas complejidades. En su caso, ¿Cuál ha sido la fórmula que encontraron para mantener el éxito de la empresa y su rutina familiar?

Hemos entendido que ese balance es importante. Por eso se ha asistido a diversos cursos de cómo manejar empresas familiares, el patrimonio, la formulación de reglas y estructura, lo que nos ha servido mucho. Sin embargo, independientemente de eso, nuestra familia inmediata es pequeña, somos dos hermanos, un hermano y yo más mis papás. Nos entendemos muy bien todos ni se diga. Pero sobre todo lo que tiene que ver es la confianza como clave entre nosotros, la confianza absoluta entre los cuatro. Casualmente también dentro de la hotelería nos gustan diferentes áreas, entonces nos distribuimos, mi hermano es más financiero, mi papá era más de mantenimiento, yo más operativa, por ejemplo. Nos acoplamos muy bien cada quien, pero también todos tienen que saber de todo.

¿Cuántas habitaciones tienen actualmente?

Son 130 habitaciones, antes 145 pero por remodelaciones se modificó. Ya sea que fusionamos algunas para hacerlas mas grandes, o sacrificarlas para expandir oficinas o el salón de eventos.

¿Cuáles son los nombres que ha tenido el hotel?

Ha tenido varios nombres: Gran Hotel, El Mesón, Hotel Francés, Hotel Moderno, Hotel Cohen, Hotel Kino y actualmente Hotel Suites Kino.

¿Qué personajes icónicos recuerda que hayan sido hospedados en el hotel y que ahora están en la historia del lugar?

Hay una fotografía donde está el General Álvaro Obregón en un salón de eventos que estaba en el segundo nivel. Ahí se realizaban cenas muy importantes y de alguna de esas quedó esa fotografía con sus invitados. También se dice que Venustiano Carranza estuvo aquí en los tiempos de la Revolución, donde se vio con Felipe Ángeles. Como era el único hotel se dice que aquí se planearon muchas estrategias y reuniones del norte del país.

¿Qué ventajas competitivas tienen en comparación con las demás empresas hoteleras de la ciudad?

Hermosillo ha crecido mucho, eso es muy bueno; la gente viene más, hay muchos negocios y más viajeros. Mi papá nos decía, que nuestro mercado son los viajeros de trabajo, negocios o turistas que venían unos días a la ciudad. Si la ciudad está teniendo su repunte, nuestro mercado también. Donde creo tenemos una ventaja: Al ser nosotros un hotel independiente, tenemos un abanico de oferta mucho más grande. Desde una variedad de habitaciones económicas y también tenemos habitaciones como las suites que son más amplias y cuentan con más servicios. Eso nos ayuda mucho a mantenernos competitivos. Entonces también aprovechamos la curiosidad del viajero, del turista que busca los rinconcitos históricos y estas experiencias diferentes.

El turismo a nivel mundial fue afectado por la situación de la pandemia de Covid-19 ¿Cómo le hicieron en ese momento y cómo siguieron adelante con sus estrategias?

En aquel marzo, a nosotros como hotelería nos permitieron seguir abiertos por ser una opción para personas con pacientes hospitalizados que tenían que estar al pendiente de su familia en la ciudad. Nos dejaron con muchas restricciones, pero no cerramos. ¿Qué hicimos? Apretamos el cinturón. No nos esperamos y tomamos estrategias inmediatas, para ser más productivos, ahorrar un poco más, mantener a la planta y soltarnos de muchos gastos.

En la parte de la reactivación ¿Cuál es la expectativa a futuro?

En cuanto a la reactivación siempre siguiendo los lineamientos y los protocolos del municipio, el estado y la Cofepris, es un hecho y estamos trabajando en eso siempre. Los huéspedes siempre están informados. Nosotros también tenemos un departamento de eventos que no ha dejado de trabaja ni en tiempos de la pandemia, ahora que nos dejan tener más aforo. Primero con un 10% de ocupación, después con 30%, ahora 50%, etc. Ahora nosotros aprendimos forzadamente a reducir gastos. Nuestros clientes lamentablemente también, se les otorgan menos viáticos, ahora resuelven sus ventas y juntas en línea, vienen menos por lo mismo. Nuestra expectativa es que el contacto directo entre ellos vuelva y también que regresen por nuestro servicio.

Sabemos de la valiosa colección de música que tenía su padre, el Güero Benard ¿Qué va pasar con ella?

Mi papá desde hace tiempo había puesto una parte aquí en el hotel, pero es una probadita. Es considerado uno de los coleccionistas más importantes del noroeste del país y tenemos un cuarto de música en la casa de mis papás, desde niña siempre lo vi y tenemos una idea que hemos platicado en familia, aun nada concretado, pero si queremos hacer algo que aporte para la cultura y las artes. Son artículos de colección muy antiguos y especiales. Nos visitaron de la fonoteca nacional y vieron lo que tenía, ellos nunca habían visto tocar aparatos como los que tiene, porque en la casa todos funcionan, fonógrafos de diferentes época, de maletín, mueble, de cilindro. Sí nos gustaría hacer una exhibición, pero todavía nos falta estudiar qué y dónde.

Finalmente ¿Qué mensaje dejaría a los jóvenes emprendedores?

Los jóvenes empiezan con mucho empuje, muchas veces traemos ideas que son un boom, pero otras hay que talonearle más, trabajarla más sin delegarlo. Es difícil que alguien más quiera el éxito de tu negocio exactamente en la forma en la que tú lo quieres. Si tú quieres tu visión de éxito tienes que tu transmitirlo, enseñarlo y comunicarlo como debe de ser, es muy importante no alejarse del camino que ya trazaste de lo que será el éxito objetivo, no es fácil. Es estar muchos años tras lo que quieres para lograrlo. O puedes fracasar, una y muchas veces hay que recordarlo. Pero puede ser que venga el éxito en el siguiente aire, involucrarse sin rendirse y seguir intentándolo es clave. También por mi lado creo que es muy buena idea involucrar a los hijos, porque si el éxito lo tienes joven o ya grande ¿Para quién terminas trabajando? Para ellos. Que vieran todo lo que construimos y que ellos también puedan seguir con el negocio, y que las cosas no se dan fáciles.