Los grandes beneficios de las cámaras de sal

En Europa hay quienes acuden a las minas de sal de Rusia, Ucrania y los Países Bálticos para beneficiarse de la espeleoterapia; como nosotros no contamos con ese tipo de minas, podemos realizar varios remedios con sal
Por Marina Brauer
Los habitantes de las grandes ciudades no tenemos donde refugiarnos y respirar aire puro. La contaminación con gases y partículas emitidas por los medios de transporte, las grandes construcciones o las fábricas favorece o agrava las enfermedades respiratorias crónicas, las alergias y los problemas de la piel. Dentro de los edificios sobre todo los de oficinas casi herméticos el aire está aún más cargado de tóxicos. El número de personas que sufren alergias y trastornos respiratorios tiende a aumentar especialmente con la próxima llegada del “otoño”.
Aunque esta situación no es extraña en toda Europa se ha extendido un tratamiento que ofrece pureza y alivio. Se trata de estancias en minas o cámaras de sal. No hay balneario, spa urbano incluso algunos hoteles que se aprecien que no cuente con una o se esté planteando instalarla.
Las propiedades de los espacios rodeados de sal ya eran conocidos en el antiguo Egipto. Sabemos que al menos desde el siglo XVIII a.C. los egipcios aplicaban sal en las heridas. Hipócrates de Cos (1v-v-a-C.), padre de la medicina occidental y preferencia para el naturismo, la utilizaba como elemento curativo, pero hay que esperar hasta 1843 para que el tratamiento con sal seca inicie su historia, cuando el médico polaco Felks Boczkowski se dio cuenta de que los trabajadores de las minas de halita (sal de roca o sal gema) sufrían menos enfermedades respiratorias, entre ellas la tuberculosis, epidémica en aquellos años, tuvo la idea de aprovechar médicamente las minas de sal y su tratamiento se popularizó primeramente en Polonia y luego en la antigua URSS.
Personas de toda Europa acuden actualmente a las minas de sal de Rusia, Ucrania y los Países Bálticos para beneficiarse de la espeleoterapia. Su efecto se basa en la presencia en la atmósfera de estas minas de micropartículas de sal en suspensión que poseen propiedades antiinflamatorias, antibióticas y desintoxicantes. La temperatura entre 14 y 22°C —y la humedad del 50 al 85%— también son las adecuadas para el buen funcionamiento del sistema respiratorio: favorecen la salida de la mucosidad y la dilatación de los bronquios. La presión atmosférica elevada propia de una mina, también estimula los sistemas circulatorios, respiratorios e inmunológicos. Por otra parte en estas minas no hay pólenes, esporas de mohos, gases contaminantes, lo que las convierte en un refugio para las personas alérgicas que no consiguen librarse de la rinitis o el asma durante la mayor parte del año.
Pero como nosotros contamos con ese tipo de minas podemos realizar varios remedios con sal.
Baño de sales
Limpia e hidrata en profundidad la piel y posee cierto efecto desintoxicante sobre el organismo. Se prepara disolviendo 200g de cristales de sal en 10 litros de agua a 37 grados y puede durar hasta 20 minutos. Luego hay que ducharse y descansar un rato. La sal granulada para baño se disuelve más rápidamente.
Ducha nasal
Está demostrado la eficacia del tratamiento de la descongestión y de las infecciones de las vías respiratorias superiores con una solución salina hipertónica. También reduce la frecuencia y la intensidad de las crisis alérgicas debidas al polen o esporas. Para preparar la solución que se aplica con una pera de goma o jarra lota, mezclar una cucharadita rasa de sal en 500 ml de agua. También se puede recurrir a los pulverizadores de agua de mar a la venta en farmacias.
Limpieza de piel
Antes de salir de la ducha colocar en la esponja y dar un masaje en todo el cuerpo. Es un tratamiento exfoliante desinfectante que además mejora la irrigación y la nutrición de la piel. Es útil contra el acné y en el caso de tener granos en la espalda se aplica aceite de oliva, o almendras y se hace el masaje con la sal gruesa y enjuagar muy bien.
Inhalaciones
Para descongestionar y desinflamar las vías respiratorias durante resfriados y gripes se puede hervir agua con abundante sal y realizar inhalaciones del vapor. Si se añade gotas de aceite de eucalipto o menta se incrementará el poder desinfectante del tratamiento.
Desinflamar las mucosas es la clave
Facilita la respiración todos los síntomas de inflamación de la mucosa respiratoria se reducen. La tos y las crisis de asma se hacen menos frecuentes e intensas. La rinitis la sinusitis se alivian. La mucosidad sale más fácilmente. Por todo ello es un tratamiento indicado para personas con bronquitis crónica, sinusitis, tos persistente o enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Es especialmente eficaz con los niños.
*Estimula las defensas los microorganismos no se reproducen tan rápidamente en un medio salado, por lo tanto la sal tiene propiedades bactericidas (por ello es el conservante alimentario tradicional). Además, al desinflamar las mucosas regenera la flora beneficiosa que vive en ellas y que es la principal protección frente a las infecciones.
*Regenera la piel en los problemas de psoriasis, el eccema atópico y el acné mejora gracias a la atmósfera creada por la sal. La piel se desinflama y se limpia lo que favorece la curación y prevención de las infecciones dermatológicas.
Sal del Himalaya
La sal del Himalaya conocida como “el oro blanco” por su contenido en iones de luz, proviene de la base de las montañas del Himalaya en Nepal, donde anteriormente existía un extenso océano maravilloso. La sal se producía hace 250 millones de años, cuando el sol secó el mar prehistórico. Está llena de minerales y nutrientes que se encuentran también en nuestros cuerpos. La sal del Himalaya es la sal de cristal de roca, un producto 100% ecológico natural que recibe ese nombre por su coloración; la formación orogénica del Himalaya se produjo bajo la mayor presión conocida sobre depósitos de sal formándose yacimientos con una cantidad inusual de sal cristalizada siendo una de las sales más ricas y especiales, en cuanto a energía se conoce hasta el momento. La sal rosada es un alimento complejo lleno de propiedades depurativas y que equilibran el organismo.
Esta sal contiene 84 oligoelementos, a diferencia de la sal común que sólo tiene 2, esta sal es la más pura disponible en la tierra y está absolutamente libre de toxinas o contaminantes.
Al ser 100% ecológica, rica en minerales y no refinada es compatible con la preparación de los alimentos. Tiene un gusto ligeramente amargo por lo que funciona como contrapunto de platos saldos y dulces. No se debe someter a temperaturas de más de 40 “C.
BAÑOS DE SAL: Se utilizan para baños no mayores de 5 a 10 minutos y gradualmente se puede durar 20 minutos, nunca más. La temperatura del agua no debe ser superior a los 38°. Se pueden hacer máximo 2 veces por semana. Después del baño se deben cubrir y reposar en cama una hora. Siempre se deben usar sales cristalinas, nunca sal con componentes químicos o artificiales.