México, 14 años de guerra y fracaso

Por Gabriel Rigo Gutiérrez E.

En diciembre de 2006 el entonces presidente panista Felipe Calderón asumía el cargo. Se enfundó un holgado traje verde olivo, apenas se ajustó una boina del mismo color y como Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas pasó lista a las tropas en el Campo Marte. Ahí dio el banderazo de salida de la “guerra contra el narco”. Catorce años después, no han regresado al cuartel.

Los grupos políticos opositores —principalmente de izquierda—, entonces criticaron acremente a Calderón por esta estrategia de seguridad, sobre todo al considerar que los militares no debían hacer labores que le correspondían a cuerpos civiles. El paso ya estaba dado, pero la estrategia no era integral.

Según cifras de la revista Zeta, en el sexenio de Calderón hubo 121,035 muertes violentas. En el mandato del priista Enrique Peña Nieto la sangre no se detuvo: se reportaron 156 mil muertes violentas.

Cuando Andrés Manuel López Obrador, arribó a Palacio Nacional, la gente pensó que por fin se habría de pacificar la situación y AMLO cumpliría con su promesa de regresar al Ejército al cuartel. No fue así. Los militares continuaron en su “guerra” contra el narco, e incluso el mismo López se hizo una Guardia Nacional.

Pero regresando a los datos mortales, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), arrojó que en el primer año de gobierno de AMLO, hubo 34 mil homicidios (el año más violento en décadas, superando a FCH y EPN)… Para este año, proyectan que pueda rebasar las 40 mil muertes.

Uno de los ejes principales de esta lucha antidrogas ha sido ir por los líderes o capos de las organizaciones criminales. Pero según “Mexicanos Contra la Corrupción y la impunidad”, en su investigación El otro fracaso de la guerra contra el narco, en 12 años que lograron documentar de 233 objetivos que se habían planteado los Gobiernos, apenas lograron capturar y sentenciar a 13 (por cierto, delitos menores).

La estrategia del Gobierno contra del Crimen Organizado ha sido a ciegas, dando tumbos, y buscando reflectores antes que ser efectiva. Los resultados están a la vista, aumentaron las disputas por territorios, cortar las “cabezas” ejerció un efecto que atomizó los carteles en pequeños grupos y los criminales han ido diversificando su campo, ya no solo distribuyen drogas, sino que ahora secuestran, cobran piso, roban carros.

El fracaso sigue tan presente que al Lopezobradorismo le importa poco trabajar por la paz. Alfonso Durazo no pudo con el paquete por estar pensado en su candidatura. La nueva designada titular de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez… por poco se lanza una Alerta Amber para que aparezca.

La Seguridad Publica, un tema tan sensible que debería primeramente involucrar a la sociedad ha sido relegado y aún más, actualmente se pone a la sociedad contra la pared cuando vemos que los diputados aprueban leyes para legalizar el consumo de marihuana… La prevención contra las adicciones, el deporte, el fortalecer la cultura de la legalidad, recuperar el tejido social, son temas que ni por asomo tocan, viven en otro México.