México sufre, pero “el pueblo es feliz”

ESTA CAMPAÑA que el Presidente López Obrador impulsa a favor de su opositora Xóchitl Gálvez, ha provocado –una vez más- que la agenda de los asuntos trascendentales para la vida nacional, sean enviados al olvido.
Por Francisco Javier Ruiz Quirrín
La inseguridad ha consolidado su “metástasis” como un cáncer que se expande y que va dominando cada día más y más regiones en el país.
El sistema de salud, si bien no ha colapsado, poco le falta. Hay quejas y lamentos no sólo de pacientes, de enfermos, sino también del personal médico que no cuenta con los instrumentos necesarios para llevar a cabo de manera eficaz, su labor.
El apoyo directo a la población a través de los gobiernos estatales y municipales, ha visto reducir drásticamente sus presupuestos y las ciudades y sus estructuras han comenzado a envejecer.
En el tema económico, la desorientación oficial conduce a aplaudir el fortalecimiento del Peso mexicano ante el dólar, sin admitir que esto es parte de una estrategia del gobierno de los Estados Unidos que no beneficia en nada a la economía familiar, que ha visto aumentar el precio de la canasta básica de alimentos en una inflación promedio anual, que llega al 8 por ciento.
El deterioro en la obligación de los principales servidores públicos de dar cumplimiento a la Constitución y las leyes, tiene su ejemplo en el Presidente de la República, quien se da el lujo de materializar su frase “A mi no me vengan con que la ley es la ley”.
Esto y otros fenómenos políticos, económicos y sociales en esta tercera década del siglo XXI, está conformando un coctel fatal que conduce a una descomposición social de proporciones insospechadas.
Empezamos esta columna señalando que el Presidente “impulsa a favor de Xóchitl” una campaña, porque está convencido de que sus ataques contra la senadora hidalguense, desde la “mañanera” y todos los días, hará pedazos la imagen de su opositora, pero su soberbia le produce una ceguera que no le permite ver que en realidad, al estarla martirizando, la victimiza y la impulsa.
Pero más allá de eso y ante su desquiciamiento, López Obrador nos está diciendo a las y los mexicanos que en el 2024 va a ganar a la buena, o a la mala y que si acaso se produce una competitividad inesperada para MORENA todavía hace un par de meses, él no aceptará ningún resultado en contra.
Y todavía habría que añadir la participación de las bandas delincuenciales.
Lo anterior pudiera integrar los ingredientes necesarios para convulsionar al país y provocar actos de violencia, que alterarían mucho más el tejido social.
Si los comicios intermedios del año 2021 registraron el mayor número de asesinatos de candidatos y políticos, dentro de la etapa de campaña, con un escenario como el descrito nos podemos imaginar el desastre en el próximo 2024.
Afortunadamente, según palacio nacional, el “pueblo es feliz, feliz”.
NO ESTÁ muy lejos el recuerdo de los gobernantes que no podían tomarse unos días de descanso, porque había pendientes en la agenda que ameritaban su presencia… Hoy los tiempos han cambiado… Desde el viernes pasado inició el periodo vacacional de los servidores públicos de los tres niveles, el federal, estatal y municipal y como el cuerpo lo sabe, en las oficinas de gobierno parece que “pegaron los apaches”… Nadie dice que los servidores públicos no se merezcan un descanso, pero la ola de violencia continúa imparable en Cajeme, en San Luis Río Colorado, en Guaymas y Empalme, sin contar los casos “aislados” de los caminos de la alta sierra y en poblados, otrora tranquilos, como Magdalena… El pasado fin de semana y en los últimos dos días, se registró varias ejecuciones en el Yaqui que ya no sorprenden a las y los funcionarios… Simplemente, para ellos son números y muestran así su pérdida de la capacidad de asombro, la que, -por cierto-, persiste en Juan Pueblo… Pero los tiempos han cambiado… Ni hablar.