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Muchos son llamados, pero pocos son escogidos

Para ser competitivos y poder ganar una elección en estos tiempos se requieren varias cosas: dinero (mucho), estructura (amplia), popularidad (fuerte), marca o partido (con buena imagen) y finalmente realizar buena campaña.

Por Feliciano J. Espriella

El pasado lunes inició formalmente el proceso electoral 2021 que habrá de concluir el domingo 6 de junio con la mayor jornada electoral de la historia.

En Sonora elegiremos diputados federales, diputados locales, presidentes municipales y al gobernador o gobernadora del estado. Obvio que el principal atractivo en este proceso que pudiéramos también calificar como la “feria del hueso”, será la renovación de la gubernatura.

Sin embargo, como dice el precepto bíblico en Mateo 22:14 en la muy conocida Parábola del banquete de bodas, “muchos son llamados, pero pocos son escogidos”.

A como pinta el panorama, en la boleta para Gobernador de Sonora, tendremos cuando menos cinco aspirantes a suceder a Claudia Pavlovich.

Si en los partidos políticos tuviera participación la lógica, conveniencia partidaria y desempeño de los candidatos en campaña (no incluyo intereses de la ciudadanía porque sería una ingenuidad de tamaño mundial), desde ahorita tendrían definidas las candidaturas. Serían, en mi modesta opinión, las siguientes:

PRI: Ernesto Gándara

PAN: Antonio Astiazarán

MORENA: Alfonso Durazo

PT: Ana Gabriela Guevara

MC: María Dolores del Río

Sin embargo, de estas cinco personalidades, al parecer, sólo Alfonso Durazo la tiene garantizada. Para María dolores está en chino y muy probablemente la pierda frente a Ricardo Bours, en tanto que, para Antonio Astiazarán, aunque con muchas posibilidades para abanderar al PAN, seguramente se la harán cansada a ver si revienta y se queda Quico Munro con la bendición, en cuanto a Ana Gabriela, ella tiene la candidatura casi en la bolsa.

Queda Ernesto Gándara, que, a estas alturas del camino, cuando es más que de sobra evidente que sería la única alternativa del PRI para retener la gubernatura, sigue siendo un verdadero enigma si finalmente vencerá las resistencias dentro de su partido que desde hace varios lustros le han evitado llegar.

Pero, si cumple su promesa de estar en la boleta con el PRI, sin el PRI, o, agregaría yo, a pesar del PRI, será el más fuerte contendiente de quien desde hace varios meses encabeza las preferencias del electorado sonorense, me refiero a Alfonso Durazo Montaño.

Contienda de dos

 En este tenor y partiendo del supuesto de que Ernesto participa porque participa, con todo respeto como diría el clásico y con el envío de mis disculpas por anticipado, los y las demás, sólo servirán para darle colorido a la contienda, pero no creo que le vayan a dar sabor al caldo.

Para ser competitivos y poder ganar una elección en estos tiempos se requieren varias cosas: dinero (mucho), estructura (amplia), popularidad (fuerte), marca o partido (con buena imagen) y finalmente realizar buena campaña.

A la mayoría de los y las candidatas les faltan dos o más de estos elementos, sobre todo dinero, estructura y buena imagen de su partido. Este último factor, de hecho, es inherente a todos y todas, la ciudadanía en general tiene una pésima imagen de los partidos políticos, sobre todo de los otrora fuertes o grandes, los cuales, a raíz del vapuleo recibido en 2018, entraron en una caída libre que no han podido detener.

No ganarán, pero sí estorbarán

 En lo personal creo, y me parece coincidir con muchos coterráneos, que si en el proceso electoral participaran sólo quienes tienen fuertes posibilidades de triunfo (Ernesto Gándara y Alfonso Durazo), veríamos una contienda muy pareja.

Sin embargo, más allá de los adeptos que pudieran convencer de apoyarlos en las urnas, que seguramente lograrán pues tienen tamaños y alcances para ello, la participación de alguno(a)s le pegará directamente al voto duro de los dos más fuertes.

La participación de Ana Gabriela Guevara dividirá las izquierdas y le restará votantes y posibilidades de triunfo a Alfonso Durazo. Nadie lo duda y el golpe podría ser fuerte, la ex atleta tiene muy alta penetración en la población y en las urnas es muy probable que tenga una copiosa votación, pero insuficiente para el triunfo.

Por otra parte, si Antonio Astiazarán y Ricardo Bours participaran en la contienda, de seguro atraerán muchos votantes que podrían favorecer a Ernesto Gándara, algo que tampoco nadie duda.

Tanto Astiazarán como Bours cuentan con decenas de miles de simpatizantes que muy probablemente se inclinarían por Ernesto Gándara en caso de no participar ellos. Tal vez no todos, pero sí la suficiente cantidad para llevar al triunfo al candidato del PRI, si éste efectivamente consigue el anhelado apoyo del Revolucionario Institucional, lo cual, todavía es impredecible.

De no ser así, y si en verdad Ernesto Gándara cumple su palabra de participar con o sin el PRI y se va por la libre, el panorama se ve más complicado, pero no imposible.

Entraría en otra dinámica que comentaremos posteriormente.

Por hoy fue todo. Gracias por su tolerancia y hasta la próxima.

 

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