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Necesario atender la seguridad de forma integral

El tema de los secuestros, levantones y desapariciones son una manifestación más de la violencia que se estamos viviendo en Sonora
El tema de los secuestros, levantones y desapariciones son una manifestación más de la violencia que se estamos viviendo en Sonora

Por Gerardo Moreno Valenzuela

El tema de los secuestros, levantones y desapariciones son una manifestación más de la violencia que se estamos viviendo en Sonora y que empezó a ser notorio a partir del 2016, al punto ser ahora algo que las autoridades deben poner atención y atender, para revertirlo, y no solo concentrarse en la violencia homicida o atención atrocidades de alto impacto, aseguró Krimilda Bernal Hoyos.

La Presidenta del Observatorio Sonora por la Seguridad, precisó que el tema del secuestro y desapariciones, sin duda, sí está aumentando en el estado y solo basta ver la estadística delictiva reportada al mes de mayo del 2023 donde hubo 164 víctimas de secuestro, y fue secuestro extorsivo, cuando a la misma fecha en 2022 apenas había 5.

“Esto nos llama mucho la atención porque tradicionalmente Sonora no es un estado donde el secuestro sea algo tan común. o sea, si ha habido casos, a lo largo de las décadas, pero no tantos y con tanta frecuencia y lo que nos llama la atención es ese punto y también el descuido de parte de nuestras autoridades”.

Bernal Hoyos explicó que llama la atención porque el grupo antisecuestros de la Fiscalía de Sonora siempre fue una institución muy buena y con resultados efectivos, incluso acudía a otros estados a dar capacitaciones, y ahora que se estén presentando este número de casos llama la atención y hace pensar que posiblemente se esté debilitando.

Otro punto dejado a un lado es la prevención, donde dijo hace falta fortalecer el mensaje de evitar que seamos víctimas de secuestro o desapariciones, incluso con medidas tan sencillas que hasta a los menores de edad se les enseña.

Aclaró que no se puede decir que la situación como tal que está, pero si hay un claro aumento, solo viendo las cifras de incidencia delictiva y la percepción ciudadana, se puede decir que a partir del 2015 y 2016 es cuando el problema empieza a ser notorio.

“Previo a eso hubo ciertos momentos emblemáticos o específicos, pero no pasaba de ahí, era mucho secreto a voces y antes, el comportamiento que hemos observado a lo largo de los años, también influye el número de células delictivas en cada estado, a partir de esta denominada guerra contra las drogas, vemos como en todo el país cambia toda esa situación y aquí se vuelve más intensa casos, por ejemplo, las personas desaparecidas”.

Comentó que fue una situación que se presentó en todo el norte y noreste del país, como Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila y Chihuahua, y por supuesto que en Sonora también, aunque aquí tardó más en hacerse notar, quizá por la falta de denuncia, pero claro que había casos. Sin embargo, en 2016 en adelante fue mucho más evidente la violencia en personas desaparecidas y secuestro.

Incluso, el año 2019 fue uno de los más graves en el tema de personas desaparecidas, donde colectivos de búsqueda lo tienen identificado como el año donde se rompieron récord de reportes de mujeres desaparecidas.

“Recuerdo que entre finales del 2018 y 2019 fue de casi cuatro fichas de búsqueda diarias que nos tocaba ver en redes sociales y más todavía de estos grupos que de forma independiente las publicaban y no todas llegaban a ser denuncias oficiales ante fiscalía y demás”.

Esto coincide, con el caos que se vive en ciertos territorios como Cajeme, Caborca, San Luis Río Colorado, Pitiquito, el mismo Guaymas, donde la violencia sigue creciendo, y por más incursión de elementos que hay de Guardia Nacional o Fuerzas armadas, la situación en esos lugares solo se complejiza más.

Por otro lado, también la pandemia vino a dar otra cara de la violencia que son los delitos cibernéticos, donde hay extrusiones, acoso o incluso robo de identidad, que también son un punto para cometer algún secuestro con fines de extorsión, y donde hace falta mayor conciencia para evitar exponernos.

“Entonces vemos cómo la violencia ha ido evolucionado y cómo hasta cierto punto se abandonan los contextos digitales y como se relajan ciertas medidas de difusión, de prevención del delito, y se tiene como prioridad la violencia homicida, cuando vemos que se escalan en otros delitos como son el de secuestro y de desapariciones, que son similares, pero no son precisamente lo mismo”.

En ese sentido, Krimilda Bernal señaló que no se ve una estrategia suficientemente clara de parte de las autoridades, sin embargo, ahorita estamos en un punto donde puede reestructurarla y repartir la atención necesaria a todos los delitos que son un foco rojo en sonora, no solo el homicidio, sino todas las violencias y en todos los municipios.

Por su parte, la ciudadanía deberá buscar alternativas para poder incidir en su propia seguridad, desde denunciar todos los delitos que se comentan, hasta acercarse a asaciones de la sociedad civil para exigir como seguridad condiciones de pan en nuestra comunidad y nuestro estado.

“Exigir también en comunidad, desde los grupos vecinales, los comités de seguridad ciudadanos que hay en distintas regiones del estado, el empresariado, que se organiza también para exigir mejoras tanto en la aplicación de la ley como en la difusión y prevención de estos delitos, que sin duda difícilmente van a acabarse, porque simplemente evolucionan, pero se pueden contener y reducir este tipo de violencias que se viven”.