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No hay razón ni motivos para cerrar instalaciones universitarias: Grijalva Monteverde

Al señalar que la Universidad de Sonora no puede ni debe iniciar un proceso de negociación condicionado, el rector Heriberto Grijalva Monteverde lamentó hoy el cierre de accesos vehiculares a las instalaciones de la institución por parte del Sindicato de Trabajadores y Empleados (Steus), acción que afectó en gran medida el desarrollo de las actividades académicas y administrativas en la Unidad Centro.

El rector de la Universidad de Sonora dio a conocer que este día la asistencia de estudiantes se redujo en más del 30%. “Durante las primeras horas del día hubo mucha confusión, las clases iniciaron con retraso ante el trastorno de estudiantes y maestros por no poder estacionar sus vehículos cerca. Incluso, se trastornaron los compromisos académicos y administrativos, y sucedió lo mismo con las obras de construcción que están realizando empresas externas dentro del campus”, indicó.

Refirió que hay conductos para manifestarse sin afectar la vida institucional, por lo que medidas de presión como la de hoy son inadmisibles, ya que no sólo perjudican la relación laboral, sino el derecho de terceros, como miembros de la comunidad universitaria, estudiantes, maestros y trabajadores.

Aseguró que la administración universitaria no pretende imponer ni parte de decisiones unilaterales, “pero tampoco podemos seguir aceptando medidas de presión de parte de trabajadores que se sienten agraviados cuando se aplica la normatividad institucional o se acude a la legislación federal en materia laboral, como en este caso, al no pagar un día no laborado debido a una ilegal paralización general de labores”.

Respetamos la vida sindical de los trabajadores universitarios y sus manifestaciones, siempre y cuando se realicen en el marco de la legalidad, señaló el rector, pero no podemos pasar por alto las acciones que, reiteró, afectan el buen funcionamiento de la máxima casa de estudios. “El Steus debe saber que tiene límites legales para sus actos, y que no tiene autoridad para cerrar la Universidad; incluso, este tipo de medidas puede tener consecuencias legales”, añadió.

Estableció que la Universidad se ha pronunciado siempre por hacer del diálogo la vía para resolver diferencias y conflictos, y bajo esa consideración se ha exhortado a los trabajadores sindicalizados a anteponer los intereses institucionales, siempre buscando no afectar a los más de 30,000 estudiantes que a diario acuden a los seis campus a continuar su proceso formativo.

El rector aseguró que la Universidad está preparada para llevar a cabo las negociaciones con el gremio sindical en el mejor marco y las mejores condiciones para bien de ambas partes, y garantizó que el diálogo y la comunicación nunca se han cerrado, “por el contrario –subrayó–, hemos refrendado nuestra disposición para que mediante el diálogo sigamos construyendo los acuerdos en beneficio de la institución”.

“La Universidad es muy respetuosa del trabajo de todos y, en consecuencia, paga los salarios que devengan por el trabajo que desarrollen. Cuando los trabajadores interfieren en el buen desarrollo, cierran y paralizan actividades de manera injustificada, afectan considerablemente el ambiente de trabajo productivo, sano y transparente que en toda institución educativa debe prevalecer”, concluyó.