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Para una vida más ligera, Hábitos Saludables

La milla de la Unison reabrió después de 14 meses sin actividad, aunque se debe acatar los protocolos sanitarios.

Por Miguel Gálvez

Ya reabrieron La Milla de la Unison para entrenar y tomar un respiro, después de un año de completo aislamiento con hábitos sedentarios, en donde la comida rápida predomina más de una vez en la semana, ya es hora de cambiar esos hábitos.

Daniela Calderón De La Barca, Licenciada en Nutrición.

Ponte en “semáforo verde” y transforma tu vida más saludable. Daniela Calderón De La Barca Del Castillo, Licenciada en Nutrición Humana y Melissa Judith Camacho Cárdenas, Licenciada en Nutrición, encargadas del área de nutrición del Centro CADI, nos comparten parte de su trabajo para cambiar nuestro estilo de vida.

De entrada, tenemos que entender que, el factor emocional de cada individuo es de suma importancia del cómo manejamos la incertidumbre de la pandemia que estamos viviendo, para determinar cómo sobrellevamos esas emociones.

La Nutrióloga Daniela Calderón comenta que “las emociones recaen en la ansiedad y esta la traducimos por comer, aumentándole que somos más sedentarios que de costumbre, que la rutina se ha acabado y estar encerrados completamente estuvimos más cerca del refrigerador, obviamente si no teníamos buenos hábitos de alimentación se vio reflejado directamente en el peso”.

Como otro factor del cambio nutricional que vimos en este año, es “la falta de las clases de deportes, educacion física”, en donde “los jóvenes tenían por lo menos activación del cuerpo, ahora con las clases en línea a los jóvenes que no les gustaba hacer ejercicio ahora menos”, resaltó la nutrióloga Judith Camacho.

“Todo aumentó, si ya teníamos una mala alimentación se duplicó o triplicó, al estar todos en casa la comida no rinde a lo que se recurrimos a las comidas rápidas, sushi, pizza, boneless, aumentó mucho; cuando era una vez por semana, ahora dos o tres veces por semanas, hasta cuatro veces más”, reiteró Daniela como otro de los factores importantes a tomar en cuenta.

Incluso a los que estaban acostumbrados hacer algún deporte por las tardes, también se presenta la ansiedad por no realizar sus actividades como de costumbre, convirtiéndose en ansiedad, que se presenta por comer.

Melissa Judith Camacho, encargadas del área de nutrición del Centro CADI

El primer paso para cambiar los hábitos es “empezar a cambiar la rutina, salir a caminar, pasear a las mascotas, dejar de estar en las computadoras, los videojuegos, el celular, en caso de ya no estar en las clases en línea, por ejemplo, que el joven y el niño, tomen clases en la mañana, en las tardes compensar con actividades recreativas, irse a caminar o hacer una rutina de ejercicios”.

Como mencionamos es importante evitar transformar la ansiedad en querer comer, y es que la falta de la liberación emocional es la que se convierte en ansiedad.

“Hay que enfocar hacia otra dirección todas estas emociones, pues queremos quitar la ansiedad, con algo en lo que nos gusta, como un chocolate, esto como un ejemplo de cómo enfocamos esas emociones reprimidas que se convierten en ansiedad, esto va de lo mismo con la psicología con las cuales podemos trabajar en conjunto para ayudarlos a tener una vida más sana con mejores hábitos”, expresaron las expertas.

En el caso de los niños es más sencillo inculcarles buenos hábitos, al regular y balancear la comida que le damos, como están en crecimiento no se le pueden restringir los alimentos, pero si regular; en los jóvenes y personas mayores, se les hace un objetivo alimenticio comiendo ciertas calorías en conjunto con el ejercicio.

Para finalizar y resaltar, aclaran que esto “NO ES DIETA, son HÁBITOS SALUDABLES”, que si los adquieres vas a rendir en cualquier ámbito en el que te desarrolles, la nutrición es un preventivo, por si se llegan a enfermar, no se agudice por la mala condición al no comer sanamente.