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Parte de nuestras memorias personales y genealógicas

Dr. Edward Bach, inventor de los Remedios Florales de Bach.
Dr. Edward Bach, inventor de los Remedios Florales de Bach.

Por Marina Brauer

Edward Bach (1886-1936) opinaba que las enfermedades del corazón y la mente han de ser el centro de atención del sanador. Las enfermedades del cuerpo son síntomas. Pensaba que “…temores, nuestras aprensiones, nuestras ansiedades y demás son las que abren la puerta a la invasión de enfermedades”.

Históricamente, la medicina herbaria ha ofrecido diversas formas de levantar el ánimo, de consolar y calmar, de dar fortaleza, de serenar la mente y las emociones. Culpepper, o Gerard puede que supieran que plantas recetar para la melancolía o la indecisión; pero el Dr. Bach fue más lejos al establecer una conexión médica entre los sentimientos y la enfermedad física real.

También desarrolló una rama especial de la medicina herbaria que utilizaba únicamente las flores el órgano altamente potente y vital, portador de semillas, y de las flores, sólo las no venenosas (contrariamente al acónito o la digital de la medicina herbaria). El utilizó sus remedios florales para aliviar la angustia mental hasta poder hallar los problemas que afectan a la intimidad del hombre; y también para curar actitudes como el remordimiento o la falta de confianza.

Dr. Edward Bach, inventor de los Remedios Florales de Bach.

La vida es más que un reflejo de la mente; si tenemos pensamientos positivos de paz y armonía y equilibrio nuestro cuerpo lo reflejará así como también ocurre con los pensamientos negativos es allí cuando el cuerpo grita ya ¡basta!

HIPERTENSIÓN: La presión se altera cuando el miedo aprisiona, la ansiedad crece, no hay nada peor que la incertidumbre que también provoca este trastorno, al igual que el estrés excesivo y la falta de descanso mental, sin olvidar la herencia genética y los malos hábitos alimenticios.

NEUROSIS: ésta paraliza cuando el niño interior va desvaneciéndose, deja de ver el lado bueno y práctico de la vida y se llena de prejuicios, se debe analizar cuál es la mayor problemática.

DOLOR DE CABEZA: el dolor de cabeza domina el cuerpo cuando las dudas aumentan, el estrés nos invade y especialmente cuando estamos muy cerca de un círculo social negativo es importante alejarnos de las personas que viven hablando de todos los problemas que nos rodean y sólo hablan de lo malo que sucede en todo el mundo.

DOLOR DE ESPALDA: la espalda se manifiesta en ocasiones cuando queremos ser protagonistas de todo y estar presente incluso en lo que no les incumbe. Aprenda a atender sus asuntos y no permita que nada ni nadie intervenga en la vida de los demás ni usted quiera ser protagonista.

DOLOR DE RODILLAS: las rodillas duelen cuando el orgullo no se doblega, le indica que está tolerando una situación más allá de su resistencia y que debe concluir de inmediato.

DOLOR DEL PECHO: el tórax aprieta cuando el orgullo se esclaviza, somos demasiado rígidos y no aprendemos a ser flexibles, cuando creemos que nuestra única verdad es la que vale ponemos por encima de todos nuestra forma de pensar, sin darnos la oportunidad de conocer nuevas opiniones.

DOLOR DEL CORAZÓN: el corazón aprieta cuando el sentido de la vida parece terminar, al realizar actos de los que estamos muy orgullosos y como consecuencia de ellos, se han visto afectadas otras personas.

Ayuda a aliviar dolores.

Árbol genealógico

El siglo XX, ha sido el precursor de los conceptos más importantes de la genética: es decir de los mecanismos moleculares que gobernaban la transmisión de caracteres y patologías de padres/madres a sus descendientes. Sin embargo en la actualidad se han realizado grandes estudios que hablan de la epigenética (del griego epi-, “sobre” o por encima”), la cual revela como las maneras en donde nuestras decisiones sobre la alimentación, el ejercicio, el consumo de sustancias, incluso nuestros hogares dejan huella en el material genético: de forma parecida a pequeñas gotas de agua, que, poco a poco y con constancia son capaces de perforar la roca más dura. Por eso nuestro árbol genealógico muestra que nuestra familia está viva en la piel, en nuestro cuerpo y podemos reconocer a nuestro árbol por la huella que esta ha dejado en cada uno de nosotros. En la parte derecha del cuerpo es la rama paterna, en la izquierda la materna. Hombros, cabeza; bisabuelos, tórax y brazos abuelos, desde la cintura a las rodillas, padres y desde las rodillas a plantas de los pies hermanos.

La memoria biográfica personal significa que desde la manera en la somos concebidos pasando por el tipo de parto y por cómo nos han acariciado de niños queda escrito en el cuerpo. Ejemplo el peso de la culpa se asienta en la parte alta de la espalda y los traumas infantiles en los pies. La piel es un gran lienzo en la que queda escrita la historia de nuestras relaciones con el mundo.

Nuestro cuerpo es el mapa físico de nuestra conciencia, un fiel reflejo de cómo funcionamos en los distintos aspectos de la vida. Cualquier síntoma físico es una oportunidad para hacernos conscientes de que hay un aspecto en nuestra vida que necesita atención.

El cuerpo en su totalidad, si se inclina al andar hacia atrás o hacia delante, si caminamos inclinándonos ligeramente hacia delante estaremos huyendo del pasado, mientras que si nos inclinamos hacía atrás al andar, tenemos miedo de entrar en la vida. Caminar con la cabeza por delante es igual a no reconocer nuestros deseos, andamos refugiados en el intelecto.

Los ojos como conjunto son de carácter masculino. El ojo derecho es el intelectual, el racional. El izquierdo es el del corazón, el ojo profundo, el de la receptividad. La boca y las orejas simbolizan el linaje materno (son receptivas).

La sordera: en el oído izquierdo es algo que no queremos escuchar del linaje materno. Los dientes picados son el resultado de la rabia no expresada.

La garganta: es el canal de la expresión y de creatividad. En el pecho se encuentra la relación corazón-emociones. Si no se ha amado se desarrollará un pecho endurecido e insensible.

Las manos: son el símbolo de la elección. La mano derecha es el símbolo de la elección racional, el izquierdo el intuitivo.