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Persecución a la iglesia Católica en Nicaragua

El gobierno del dictador Daniel Ortega, siempre quiso una iglesia sometida y controlada por el régimen comunista

Por Dr. Jorge Ballesteros

Cruel persecución religiosa se desata en Nicaragua contra la Iglesia Católica, dirigida por el chacal bananero Daniel Ortega, dictador de esa nación, considerado uno de los asesinos de la guerrilla más sanguinarios y despiadados de Nicaragua, acusado por la hija de su actual esposa como su violador, capo mayor de la droga en su país, poseedor una gran fortuna desde que ocupa la presidencia.

Ortega se afilia a la edad de 14 años, al grupo guerrillero comunista, el Frente Sandinista de Liberación Nacional, FSLN, también es un asiduo visitante de la masonería donde se venera al masón Sandino, de donde toma su nombre el grupo guerrillero.

Se casa con Rosario Murillo, en 2005, también militante sandinista, en el año 2016 la nombra como la nueva Vice-Presidenta de Nicaragua. Murillo ha sido señalada por sus constantes abusos a las drogas y al alcohol, así como de promover una cultura de antivalores sociales, derivada de la secta del “New Age” en la cual milita, además de ser una bruja practicante de ritos chamánicos y de la magia negra.

El gobierno del dictador Daniel Ortega, siempre quiso una iglesia sometida y controlada por el régimen comunista, como lo fue en la URSS y lo es actualmente en la China comunista, en que existe una iglesia católica perseguida, que vive prácticamente en las catacumbas y otra iglesia católica controlada por el régimen, la Asociación Católica Patriota.

Con la asunción de la junta del FSLN al gobierno, tres sacerdotes conocidos promotores de la teología marxista de la liberación, asumieron cargos en el gobierno sandinista: Miguel D’Escoto fue ministro de Relaciones Exteriores (1979-1990); Ernesto Cardenal fue ministro de Cultura (1979-1987); y Edgar Parrales fue viceministro subdirector General del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (1979-1980), ministro de Bienestar Social (1980-1982) y embajador de Nicaragua ante la OEA (1982-1986).

La participación de estos sacerdotes en el gobierno provocó tensiones con los obispos. Aunque el Episcopado autorizó inicialmente esta participación, en enero de 1980 la CEN decidió que ya no podían ser parte del gobierno sandinista.

Pocas semanas después, los obispos solicitaron a los sacerdotes que renuncien a sus cargos en el gobierno sandinista, pero se negaron.

En febrero de 1984, Juan Pablo II suspendió ad divinis a los tres sacerdotes y al P. Fernando Cardenal, hermano de Ernesto, quien también participaba en el régimen de Ortega. Desde ese año hasta 1990, Fernando Cardenal fue ministro de Educación.

El Episcopado Nicaragüense hizo todo lo posible por evitar la difusión de la llamada “iglesia popular”, promovida por sacerdotes y religiosos afines a la teología marxista de la liberación.

Hace sólo unos días, el sátrapa de Daniel Ortega se atrevió a declarar a Nicaragua, nación sin Dios y ordenó el cierre de las estaciones de radio católicas del país. La policía antimotines, irrumpió por la fuerza a las iglesias católicas, para expulsar a quienes estuvieran en oración. (CNN Cincinnati).

Son vandalizadas las Iglesias católicas por mujeres y hombres encapuchados, gritando consignas comunistas y antirreligiosas, apedrean a las iglesias y les prenden fuego, destruyen en la calle las estatuas e imágenes sagradas de Cristo, de la Virgen María y de los Santos. Se queman los muebles de las iglesias y se ve a los vándalos comunistas pasear las estatuas mutiladas de Nuestro Señor Jesucristo por las calles.

Las mismas imágenes dantescas de la revolución francesa y de la revolución comunista, que cada día con más frecuencia se observan en Europa, en China, en África, en los países musulmanes y en los pueblos de Latinoamérica, con gobiernos de izquierda, masónicos, progres o liberales.

Es que a los poderes fácticos que controlan al mundo, les estorba la Iglesia católica para lograr sus perversos fines y lanzan a sus hordas feministas, y a sus pandillas verdes, rosas, rojas, negras, etc. sin importar la ideología o el motivo de sus marchas, que con una sospechosa coincidencia terminan vandalizando a todas las Iglesias Católicas que encuentran a su paso, eso sí, no tocan a las sinagogas ni a las logias masónicas.

La policía del régimen, mantiene encerrados desde hace varios días en la curia de una Iglesia, sin permitirles salir, a un obispo, 6 sacerdotes y 6 laicos. Las Iglesias Católicas cerradas por policías antimotines, para impedir que se oficien misas y que la gente entre a orar.

La religión está prohibida y proscrita en Nicaragua. La única religión que se permite es la comunista, la New Age o la brujería que practica la vicepresidenta del país.

En una de las imágenes recientes se ve a un vándalo comunista, que irrumpe en el altar, durante una misa y le da un golpe en la cabeza al sacerdote oficiante y se lleva el libro del oficio de la misa, después la horda comunista empieza a corear insultos y consignas. Ya no es posible oficiar misas en Nicaragua.

En menos de cuatro años, la Iglesia Católica en Nicaragua ha sufrido más de 190 ataques y profanaciones, incluido un incendio en la Catedral de Managua, así como persecución del clero bajo el régimen de Daniel Ortega. Así lo afirma el informe de investigación “Nicaragua: ¿Iglesia perseguida? (2018-2022)” de Martha Patricia Molina Montenegro, integrante del Observatorio Pro Transparencia y Anticorrupción.

El informe fue publicado en mayo y no incluye la serie de ataques que se han dado en el país en el mes de junio, como el acoso a Mons. Rolando Álvarez Lagos, obispo de la diócesis de Matagalpa, el cierre de canales católicos o la expulsión de las religiosas de la Madre Teresa de Calcuta. “Expulsan a misioneras de madre Teresa, cierra canal de TV católico y arrestan a sacerdote”, 28.06.2022

Para expertos como Molina, no hay duda que “la dictadura” de Ortega “tiene una guerra frontal en contra de la Iglesia Católica de Nicaragua y su objetivo es eliminar por completo todas aquellas instituciones afines a la iglesia”.

¿Se levantarán en armas los católicos nicaragüenses como hicieron los Cristeros aquí en México, cuando el judío de la revolución, Plutarco Elías Calles, quiso acabar con la religión católica en nuestro país? ¿O tantos años de dictadura comunista quebraron a nuestros hermanos Nicas?

Esta tiranía marxista,  es la que sueña con  imponer en México, el tartufo de palacio.