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Poder y conocimiento, su relación

Por Eduardo García Gaspar

Muchos rechazan el pasado. Lo consideran atrasado. Dicen que es viejo, que de nada sirve. Para ellos sólo lo nuevo existe.

Lo último y más reciente es la verdad revelada para ellos. Es como una soberbia del presente y un desprecio del pasado.

Entendiendo el problema

Debe comenzarse el tema del poder y el conocimiento con una divagación que de seguro aparecerá irrelevante.

Para que un libro de los millones que se han escrito sea considerado uno de los mejores de todos los tiempos, la verdad es que tiene que ser un libro excepcional.

¿Qué tiene Shakespeare para que sus obras sigan siendo producidas en cine y teatro? A fuerza tiene que ser algo extraordinario. ¿Qué hay en Puccini para que sus óperas sigan representándose? Tiene que haber algo fuera de serie.

Saber dónde queda el estrecho de Ormuz es conocimiento, como lo es el tener idea de quiénes fueron Rómulo y Remo, y también el índice Dow Jones. Y qué hizo Mijail Gorbachev.

Saber de esas cosas es conocimiento. Todo eso significa conocimiento, pero ¿es poder?

¿Poder para qué?

Pero poder de dos tipos. Uno es el poder gozar más, el tener una vida mejor. El otro es el poder para hacer cosas. Eso ayuda a comprender la relación entre conocimiento y poder.

A. Poder para hacer cosas

¿Conviene saber usar un procesador de palabras en una computadora? Conteste usted. Me va a decir que sí. La cuestión es por qué conviene. Y conviene porque así puede hacer mejor algún trabajo, más rápido, como escribir estas columnas.

Ese conocimiento sirve porque da poder para hacer cosas, como un presupuesto de publicidad al que le puedo cambiar una variable y se recalcula todo solo.

Hace tiempo esos cálculos se tenían que hacer a mano. Dicho de otra manera, el que sabe usar esa hoja de cálculo tiene más poder que el que no sabe hacerlo.

Lo mismo sucede en otras áreas. El que sabe de química tiene más poder que el que no sabe de esa ciencia. El que sabe de medicina tiene más poder que el que no sabe de eso. Pero la cuestión es algo más complicada y voy a tratar de explicar esto.

La mayoría de las personas ha oído esa frase que dice que el conocimiento es poder y casi todos ellos se imaginan que teniendo conocimientos mayores que los demás, ellos van a poder dominar a los otros.

Esto es cierto de alguna manera muy clara, por ejemplo, será muy probable que quien sepa mucho de leyes pueda llegar a posiciones de poder muy grande, quizá ser diputado y hasta presidente, y así ser alguien con poder sobre otros.

B. Poder para vivir integralmente

La anterior es solo una de las muchas caras que tiene esa frase de que el conocimiento es poder. No todo el significado se refiere al hecho de tener mando sobre los demás. Hay otras cosas.

Por ejemplo, quien más sabe de medicina más poder tiene para ayudar a los demás. Quien más sabe de electrónica más poder tiene para inventar algo nuevo y así permitir que los demás satisfagan mejor alguna necesidad.

El conocimiento significa poder de dominio, pero también poder de ayudar a otros.

Dicho de otra manera, el conocimiento eleva la posición de la persona sobre los demás, pero esa posición superior no es solo la de dominio y mando sobre otros, también es una posición superior para ayudar más a esos otros, para llevarse mejor con todos.

Pero hay más. El conocimiento da poder, también, para mayores goces y placeres. Quien no sabe nada o tiene muy pocos conocimientos, podrá tener muy pocas diversiones.

Esa persona ignorante tendrá un rato de entretenimiento viendo programas tontos y vulgares en la televisión, se reirá de chistes idiotas en el cine y jamás abrirá un libro, ni entrará a un museo. Dirá que es aburrido viajar a sitios viejos y que es preferible ir a Las Vegas que a Santiago de Compostela.

Lo que digo es que cuanto más conocimientos tenga usted más va a gozar y a divertirse con libros buenos, con películas inteligentes, con viajes, con museos, con personas de otras culturas.

El contraste

Entonces, el poder sí puede ser un efecto del conocimiento personal. Manifestado en dos dimensiones: Poder para hacer cosas. Poder para vivir integralmente

El conocimiento que es práctico y de utilidad material sí eleva el poder de la persona. Le permite hacer más, con mayor productividad, y elevar su bienestar. Como el agricultor que usa tecnologías modernas.

Pero hay otro poder, uno más sutil y que no tiene realmente una aplicación de utilidad material, pero que también eleva el bienestar de la persona. Como quien tiene idea de los impactos que produjeron las decisiones de Enrique VIII.

Este es el otro significado del poder que da el conocimiento, el poder de gozar más la vida personal. Y mucho de su gozo vendrá en mucho del pasado, como quien se deleita en la belleza de una pintura.

Porque el que poco sabe es más fácil que caiga en los placeres más bajos, como la bebida, las drogas, el sexo. Quien más conocimientos tiene va a gozar la vida de otra manera, más variada, más inteligente, con mayor profundidad.

Esta persona con más conocimientos va a encontrar necesariamente a lo mejor que ha habido en el mundo.

Si le gusta la pintura, por ejemplo, tarde o temprano esa persona va a acabar admirando a Goya y a Velázquez, más los otros pintores que pasen por su camino. Si le gusta la computación va a gozar leyendo libros de ese tipo y sobre la historia de esas máquinas.

Cuanto más se sepa, más se querrá saber y se tendrán gozos más profundos y grandes.