PRI-Sonora, un suculento platillo para el interés de “Alito”

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín
ANTE EL DEBATE generado por la posibilidad de que México sea conducido a un régimen político como el de Cuba o Venezuela, es decir, a una dictadura, se ha puesto sobre la mesa un cuestionamiento digno del mejor de los análisis: Ante este escenario, ¿los mexicanos marcaríamos una diferencia con los cubanos y los venezolanos?

La respuesta contundente sería que sí existe, marcadamente, una gran diferencia: En México hay una elevada cultura de la defensa de la libertad, lo que trae por consecuencia una férrea lucha de una oposición que se manifiesta en la defensa de las instituciones del Estado y en las presiones de una prensa libre, que ha actuado como contrapeso de los excesos del poder público.
Sí hay diferencias entre los pueblos. Mientras en México se alcanzó la independencia de España en una lucha de once años, en Cuba debieron transcurrir más de cuatro décadas, hasta consumarla en el año 1903 y con la ayuda de los Estados Unidos.
En Venezuela, no sólo la población sucumbió ante la seducción y demagogia de Hugo Chávez, también la iniciativa privada y los medios de comunicación abrazaron un cambio. Cuando abrieron los ojos ya estaban encadenados en la dictadura.
Pero en México, Andrés Manuel López Obrador no la ha tenido fácil.
Haríamos primero una referencia a la prensa libre e independiente. Esa misma prensa que le cobraba al gobierno para atacar al Presidente López Portillo. La misma prensa que empezó a depender mucho menos del régimen a partir del sexenio de Carlos Salinas de Gortari.
La misma prensa que criticó acremente a Vicente Fox, a Felipe Calderón y que colocó en la vitrina de los más corruptos de la historia a Enrique Peña Nieto.
La misma prensa que ha señalado los excesos, errores, corrupción y mal dirección de gobierno de López Obrador. La misma prensa que ayudó con todo a que llegara al poder la llamada “cuarta transformación”.
La prensa que informa diariamente la realidad del México de nuestros días, opuesta diametralmente a la realidad paralela que trata de imponer el Presidente desde su diario púlpito en palacio nacional.
Esta prensa que ha provocado la ira presidencial porque simplemente no puede con ella. De ahí los sistemáticos ataques a “Reforma” “El Universal”, “Proceso”, a sus directivos.
La ira presidencial que ha denostado contra todo aquel que mantenga un pensamiento distinto al suyo.
La ira presidencial que quisiera acabar con Caros Loret, con “Brozo”, con Carmen Aristegui, con Aguilar Camín, con Enrique Krauze, porque estos últimos han tenido el atrevimiento de taparle la boca a AMLO, documentando la corrupción y la incongruencia entre lo que dice y lo que hace y se hace en su familia y gabinete.
Esta prensa, llena los diarios espacios de los agresivos mensajes presidenciales desde palacio nacional. Sin duda, un factótum esencial para el equilibrio del poder. Un equilibrio que debería manifestarse en el Congreso de la Unión, en la Cámara de Senadores, en la Cámara de Diputados, pero no es así. El escenario nos hace recordar los días de la “dictadura perfecta” del PRI.
La defensa de las instituciones del Estado mexicano
LA SUPREMA Corte de Justicia de la Nación, a diferencia de una mayoría aplastante de MORENA entre los diputados y los senadores, ha sostenido una lucha y en los hechos ha antepuesto el mandato constitucional por encima de los intereses personales.

A pesar de la abyección muchas veces expresada al Presidente por parte del presidente del Poder Judicial Federal, ministro Arturo Saldívar Lelo de Larrea, habrá qué reconocer que su vergüenza y dignidad profesionales han sido antepuestas a las tentaciones y “canto de las sirenas” que le han hecho llegar por parte de sus vecinos, en el Zócalo.
El rechazo de Saldívar a la extensión de su mandato al frente de la Corte a petición de López Obrador, fue un golpe durísimo a las pretensiones presidenciales de anteponer sus deseos por encima de la norma constitucional.
Además, las decisiones serias, basadas en las leyes por parte de varios jueces de distrito, otorgando amparos contra las iniciativas presidenciales evidentemente violatorias al marco jurídico, hablan de un equilibrio de poderes que han limitado el exceso del titular del Poder Ejecutivo Federal.
Aparte, habrá qué destacar los avances democráticos del Estado Mexicano en los últimos 30 años.
El nacimiento de las instituciones autónomas otorgó fuerza a los ciudadanos y disminuyeron la omnipresencia presidencial.
En tres años de mandato, López Obrador había logrado controlar gran parte de esos órganos autónomos: Banco de México, INEGI, Comisión Nacional de los Derechos Humanos, CONEVAL, entre otros, pero el Instituto Nacional Electoral, el órgano rector de las elecciones en el país, se convirtió en una de las trincheras de mayor oposición a las decisiones arbitrarias de López Obrador y sus afanes autoritarios.

Lorenzo Córdova Vianello, el presidente de la INE y uno de los consejeros de ese organismo, Ciro Murayama, se convirtieron en toda una muralla contra las flechas envenenadas que les han lanzado desde palacio nacional.
En los días recientes, además de la ira del Presidente por las revelaciones periodísticas que le han matado su discurso de combate a la corrupción, la difusión de asesinatos en masa por el crimen organizado, le han arrebatado la presunción de que en su gobierno “ya no había masacres”.
Finalmente, el Presidente caminó muy rápido para llevar a cabo sus reformas constitucionales que le permitieron ampliar sus facultades unipersonales y disponer de miles de millones de pesos, desapareciendo organismos que ofrecían un servicio a los grupos más vulnerables del país.
Pero también ha sostenido un importante cúmulo de derrotas y una férrea oposición que no le permite cerrar la pinza rumbo a un Estado dictatorial.
El poder desgasta y lo sabe. En 2019 las encuestas le otorgaban preferencias del 81 por ciento de la población.
En los días que vivimos ahora, cuando ha comenzado el tercer mes del 2022, López Obrador ha reducido su popularidad hasta un 54 por ciento.
Todavía es alto, pero si sus argucias no le permiten levantarse de nuevo, su caída será en picada.
“Alito” podría apoderarse del PRI-Sonora

A LOS OÍDOS de Alejandro “Alito” Moreno, presidente del comité ejecutivo nacional del PRI, llegan informes de que las figuras poderosas que siempre han manejado este partido en Sonora, están de regreso tratando de conservar el control y no están dispuestos a soltarlo… Dicen que Moreno mantiene un agravio contra Manlio Fabio Beltrones y que si le mueven tantito va a impulsar la expulsión de Claudia Pavlovich de este instituto político, bajo el argumento de que traicionó al “pactar” con el Presidente López Obrador, la derrota de Ernesto “Borrego” Gándara en los comicios del pasado 2021… Pero “Alito” y su actual condición pragmática, podría conducirle a hacer “jugadas” que beneficien a MORENA y a sus principales personajes… Y entre estos últimos estaría el gobernador Durazo… Para el líder nacional priísta, Zaira Fernández, Pascual Soto, Humberto Robles, Bulmaro Pacheco y Rogelio Díaz Brown, -los más destacados aspirantes al liderazgo del PRI sonorense-, tienen “padrino” o “madrina” y, obligado como está a firmar una convocatoria para llevar a cabo un proceso selectivo, podría decidir, salomónicamente, enviar un delegado nacional con facultades de dirigente local… Éste se encargaría de entrar en contacto con los liderazgos, reestructurar los cuadros y se olvidarían por lo pronto de una elección… El escenario acercaría al Gobernador Durazo no sólo al control de su propio partido en el Estado, sino también a los liderazgos del PAN y del PRI… ¿Del PAN también?, preguntará usted… Bueno, el propio Durazo se encargó, con un solo comentario, de hundir la denuncia panista contra Claudia Pavlovich, presentada por la alta dirigencia albiazul local ante la Fiscalía Anticorrupción… ¡Y no hubo reacción alguna!… Por cierto, no podemos dejar de admitir que al levantar la mano buscando la dirigencia, Zaira Fernández, no sólo puso de nuevo al PRI en la mesa del debate, sino que encareció la posición de presidente del comité directivo estatal… Y por su lado, el actual dirigente, Ernesto “Pato” de Lucas, no le ha quedado de otra que agachar la cabeza ante su comprometida voluntad, entregada a la exgobernadora del Estado… Eso sí, los casi dos millones de pesos mensuales que recibe por las prerrogativas de Ley, son un buen ahorro, ante la nula actividad en el partido.
Desaparece consejo ciudadano por la seguridad
SI, SE TIENE la percepción de que los consejos integrados por ciudadanos para participar en las decisiones de los gobernantes, resultan finalmente un aval de las propuestas y acciones de quien está el frente del poder público… En otras palabras, harían las funciones de “floreros” en las oficinas de gobierno… Sin embargo, en el caso del consejo ciudadano por la seguridad pública en Sonora, hay constancia de su trabajo, ética, profesionalismo y entrega a la causa… Compuesto por varios y distinguidos empresarios de la localidad (José Coppel, Jorge Cons y Marco Paz Pellat, entre ellos) llegaron incluso a lanzar iniciativas para obtener mayores recursos y destinarlos a las estrategias en el combate a la inseguridad… Pero aparte, los integrantes de este consejo tomaban tan en serio su papel, que estudiaban, analizaban y entrevistaban a los aspirantes a ocupar un cargo tan importante como el secretario de seguridad o el fiscal general de justicia en el Estado… Había casos en los que las propuestas rebasaban el número de 30 y todos pasaron por la mira de estos consejeros… Al final, la selección incluía los mejores perfiles, los mejor calificados y se los presentaban al titular del Poder Ejecutivo, quien finalmente escogía una terna y la enviaba al Congreso del Estado, para que por votación mayoritaria, se estableciera la designación… En otras palabras, este consejo ciudadano por la seguridad pública en Sonora que operó los últimos años, actuó como una especie de filtro o cernidor, para evitar que perfiles no adecuados, pudieran aspirar a ocupar un cargo de tanta responsabilidad y de tanta incidencia en miles y miles de sonorenses… Esta semana trascendió que a iniciativa del Gobernador Durazo, este consejo desaparece, para dejar la elección en manos del titular del Poder Ejecutivo… Con la enorme experiencia de Alfonso Durazo en la materia, debió tener sus razones para tomar tal decisión y quizá influyó aquello de evitar mayores burocracias en un procedimiento que en ocasiones, requiere de ser lo más expedito posible.
El Gobernador de Sonora está acercándose a liderazgos

DISPUESTO a ver hacia adelante, a sumar, a construir un tiempo que verdaderamente genere beneficios para las y los sonorenses, el gobernador Alfonso Durazo dedica parte de su tiempo a escuchar a líderes de los distintos grupos en la entidad… Hace unas cuantas semanas, en uno de sus mensajes, dejó establecido que a pesar de mantener marcadas diferencias ideológicas y políticas con personajes del pasado, ha tomado la decisión de construir caminos de armonía, dejando de lado la confrontación o las campañas de desprestigio… En lo personal estoy convencido que Alfonso es un “hombre de Estado”, es decir, su cultura y su pensamiento está por encima de la temporalidad de los gobiernos y de las personas y lo más importante para él es el fortalecimiento de las instituciones, del Estado Mexicano y, desde luego, del Estado de Sonora… Rodolfo Castro, jefe de la oficina del Gobernador, está colaborando en esta causa, contactando y convocando a personajes destacados, sobre todo aquellos que emprenden y generan ideas… “Vamos a construir; vamos a ver hacia adelante; la campaña quedó atrás; la unidad será un factor determinante para tener éxito”… Son sus expresiones… Bien.