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Prioridad de la “4-T”: “Que el INE logre autonomía y credibilidad” 

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín

ESTE martes se dio una reunión entre integrantes de la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO) y consejeras y consejeros del Instituto Nacional Electoral. Una de las primeras cosas que trascendió fue el impedimento para que los reporteros pudieran acceder al evento, encerrándolos en el salón de prensa.

El INE justificó una vez concluida la reunión, que era de carácter privado, pero que jamás se propuso limitar el ejercicio periodístico, por lo que en su momento se les dio oportunidad a los reporteros de abordar a los asistentes. También se dijo que fue el gobernador de Oaxaca, Salomón Jara, quien solicitó que durante el encuentro no hubiera representantes de los medios de comunicación.

A pesar del rasgo “discrecional”, pudo trascender que las y los consejeros del INE recibieron invitados en casa que se propusieron reclamarles y hay quienes lo calificaron de “regaño”.

Por un lado, el gobernador de Sonora y presidente del Consejo Nacional de MORENA, exigió que el Presidente López Obrador tenga libertad de expresión durante sus conferencias matutinas, así como para los aspirantes de Morena en su proceso interno.

Externó también su desacuerdo sobre las medidas cautelares y restricciones que se han aplicado al Presidente de la República por sus posicionamientos electorales en la conferencia matutina.

“Estas restricciones al Presidente no ayudan a la consolidación de la Democracia”, subrayó Durazo.

Por su lado, Layda Sansores, gobernadora de Campeche, no desaprovechó el momento para dejar de manifiesto su inconformidad con el INE por las sanciones recibidas al considerar que sus “revelaciones” sobre legisladoras del PRI en su entidad, agraviaron en razón de género a las afectadas.

Guadalupe Taddei Zavala, consejera presidente del INE, se limitó a hacer el comentario que siempre se buscaría mantener una relación de respeto con las y los gobernadores. Y nada más. No dio ninguna respuesta a los reclamos recibidos.

Quien operó este encuentro lo hizo con oficio político. Primero se hizo del conocimiento de todos los medios de comunicación y se estableció el “atractivo noticioso” de encerrar a los reporteros; después se dieron “pelos y señales” de lo tratado en esa “reunión de carácter privado”.

Finalmente, trascendió que en medio de su indignación, las y los siete gobernadores asistentes tuvieron la oportunidad de defender al Presidente de las determinaciones del “árbitro electoral” y aprovecharon para echarles encima a las y los consejeros, sus desacuerdos en cuanto a las medidas que –se supone- tomaron estrictamente en base a lo establecido en la Ley.

Si el día de mañana, este mismo “árbitro” actúa en contra de los opositores a MORENA, ya ha fijado el antecedente de que no solo infraccionó al Presidente, sino además aceptó “regaño” y reclamos de los mandatarios morenistas, en su propia casa, de tal manera que no se podrá alegar inequidad en las “tarjetas amarillas o rojas” que pudiera sacar al Frente Amplio por México y a alguno de sus candidatos, en medio del partido.

Quizá alguien consideró que era necesaria una estrategia para blindar en la credibilidad al INE, sobre todo después de los trascendidos de los encuentros de la Presidenta Taddei con el vocero presidencial, Jesús Ramírez Cuevas y la dispensa a las “corcholatas” para que hicieran recorridos por el país, a pesar de la evidencia del uso de recursos públicos y el adelanto de la precampaña.