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Refuerzan a Hermosillo contra rickettsia

Como parte de los programas preventivos de la Dirección de Salud Pública Municipal, y ante probables defunciones por fiebre manchada en Hermosillo, se reforzarán las acciones para control de garrapatas, parásitos transmisores de esa enfermedad, informó José Luis Alomía Zegarra.

El titular de la dependencia explicó que desde hace años en Hermosillo está confirmada la presencia del agente infeccioso, la bacteria Rickettsia rickettsii, y también del vector, es decir la garrapata, lo que significa que siempre existe la posibilidad de que se presenten casos.

“Desde el año 2002 hasta la fecha, todos los años se han confirmado casos de fiebre manchada debido a Rickettsia rickettsii, no sólo en Hermosillo, sino también en otros municipios de Sonora”, explicó.

En ese contexto, agregó, Salud Pública Municipal hará su parte, ante eventuales defunciones recientes por este mal en el poblado Miguel Alemán, con un reforzamiento de actividades de control, cuyo fin es limitar en lo posible el riesgo para la población, en los domicilios involucrados y en los de una amplia área a su alrededor.

Comentó que se trata de un padecimiento para el cual no existe una vacuna, además de que una persona que ya la haya sufrido puede volver a infectarse, por lo cual su combate preventivo depende de la efectividad de acciones de control del vector en las mascotas y entorno del hogar, sobre todo porque la garrapata infectada transmite la bacteria a su descendencia y ésta la puede pasar a los humanos al morderlos.

Convocó a la población respecto a mantenerse alerta ante síntomas iniciales, como son fiebre alta, dolor muscular, articular y de cabeza, porque representan una etapa de la fiebre manchada en la que son efectivos antibióticos específicos, y también porque el seguimiento de los síntomas permite confirmar o descartar el padecimiento y, en su caso, evitar defunciones

“En la mayoría de los casos, iniciar el antibiótico antes del quinto día de evolución, previene y controla la presentación de casos graves y, lógicamente, de defunciones, porque después del sexto día, estamos ante un agente infeccioso que no se queda circulando en el torrente sanguíneo, sino que se vuelve intracelular y el tratamiento ya no surte mucho efecto”, explicó.