
El lado B de la historia
Por Manuel Gutiérrez
Una balacera a las 3 de la tarde y duró 30 segundos, entre 8 personas, el 26 de noviembre de 1881, en ella los hermanos Earp, Wyatt, Virgil y Morgan, y Doc Holiday confrontaron a Billy Clairborne, que fue el primero en desenfundar, pero no en disparar, y en esa murieron dos “cowboys” de la banda de “Clantons”, pero esto que ocurrió en el oeste salvaje no fue sino el inicio de una encubierta guerra civil, de un manejo de intereses económicos mundiales y finalmente de una justicia inoperante que fue substituida por la fuerza de las armas, estuvo ahí sin disparar Ike Clanton, el mejor villano del oeste por su perverso cerebro, y la más rápida perfidia.
Eso me queda claro, luego de seguir desde la infancia la leyenda de Wyatt Earp, si también la película de Kevin Costner, que no logró los lauros que merecía, aunque me encanta y la he visto muchas veces. Porque este tipo Wyatt, era Batman de la época, sin antifaz, llamaba mucho la atención: En el comic, lo presentaban como director de banco con pantalón de rayas azul, botas altas y jaque, chaleco y reloj de bolsillo con cadena de oro.
En la vida real era un vaquero alto, relativamente delgado, de amplio bigote, que se distinguió por usar dos armas de calibre .45 Colt Pacemaker, con cañón largo de 6 pulgadas, lo que no le impedía sacarlas de las fundas con toda rapidez y precisión.
Virgil, era el pensador de la familia, Morgan, era el menor e idolatraba a sus hermanos, y todos eran comisarios a las órdenes del sheriff Behan, que era un político de la seguridad pública, que cobraba sin correr riesgos, para eso tenía los comisarios Earp y el sólo se acomodaba al poder en turno, fuera de los outlaws o forajidos o ricos plateros.
El asunto comenzó con un gran asalto de diligencia Wells Fargo, en que robaron 5 mil dólares de esa época —toda una fortuna— asesinando al conductor y al guardia, a sangre fría, lo que hizo personal el asunto ya que el conductor era amigo de Wyatt.
Los comisarios hicieron su labor y mataron a uno de los asaltantes, siguiente episodio de una guerra larga. En ella participó otra vez, por solidaridad y nombrado comisario de última hora, el tahúr Doc Holiday, un dentista alcohólico y enfermo de tuberculosis que salvó la vida de Wyatt en una refriega, estableciéndose un lazo de amistad que los llevó a afrontar juntos la guerra con los cowboys.
Ike Clairborne, era una mente criminal, dominaba el pueblo de plata de Tombstone, en donde estaba una de las principales minas de los Estados Unidos. Era un pueblo refinado, con restaurantes gourmet en que podías comer ostras en el Oeste, y una rica comunidad que se beneficiaba de la extracción de la plata, con librerías, cultura y mucho dinero.
Los cowboys, eran la banda de los Clairborne y los McLury, y otros vaqueros agregados. En cintas como Tombstone, los identificaban con una banda roja a la cintura, en tanto que el documental más completo narrado por Ed Harris, en Netflix —salvo por un detalle— decían que usaban una cinta de piel de serpiente de cascabel en el sombrero como emblema.
El detalle faltante en el documental era que Wyatt estaba casado con Celia “Mattie” Blayblock, por todas las leyes, pero la dama enfermiza e histérica, se hizo aficionada a consumir laudano, un psicotrópico aplicado como medicina, lo que hizo insoportable la vida de Wyatt.
Josephine, que era actriz y cantante, no era feliz, pero se encontró con Wyatt y ahí comenzó todo un nudo, al ponerle el cuerno al sheriff jefe de Wyatt, Johnny Beham.
OK corral no es más que el inicio de una telenovela. De héroes, pasaron los Earps a ser villanos, dado que Ike, el mejor para huir, era un tirador común y no tan rápido, que nada tenía que hacer en un duelo contra los Earps, increíblemente no disparó, se presentó a la refriega que armó, desarmado y de esta manera salvo su vida, pero su hermano inició los disparos.
Las reglas del Oeste no permitían dispararle a un hombre desarmado, tampoco a traición, dándose la figura de un duelo en que prevalecía el más rápido y certero. De menos los famosos no jugaban a traición. En la refriega resultaron seriamente heridos Virgil y Morgan, el primero en una pierna el otro en el pecho.
Ike supo manejar a los medios y propició su historia que fue secundada, ya que le dio implicaciones políticas del Sur contra el Norte, dado que apenas había concluido la guerra civil en los Estados Unidos, y Arizona, era sureño.
Así los bandos tomaron partido, los Earps era vistos como gente del Norte, de hecho eran de Illinois, Virgil sirvió en el ejército norteño, en tanto Ike y su banda optaron por ser abanderados de la causa del sur.
En realidad, los Cowboys lo que deseaban era controlar el pueblo, en tanto que la simple balacera del OK desataba implicaciones al mundo. En Londres, J. Pierpoint Morgan, y el Barón de Rothschild, supermillonarios de su tiempo, amigos de cerca del Rey Jorge, eran amos del universo, deseaban controlar las inversiones del viejo mundo a los Estados Unidos.
Morgan optó por negocios más industriales y optó por comprar los ferrocarriles de todos los Estados Unidos, lo que implicaba que el Oeste estuviera “tranquilo” en buen clima para la seguridad, de la inversión —factor clave desde 1881— lo que desalentó al judío Rotschild, pero no a Morgan.
Este presionó al presidente que puso, un emergente luego del homicidio del presidente Garfield, tomando el poder el corrupto y mediocre Chester Arthur.
Morgan presionó al presidente, este a su vez al gobernador, y este al comisario Beham. Por razones de honor, Wyatt mantuvo en reserva su relación con Josephine, al sumarse un sonoro caso de audiencias preparatorias de juicio, en que sagaces abogados representaron a los Earps, y los Cowboys, que amenazaron de muerte a los testigos, y el sheriff Beham, por rencor declaró en falsedad cambiando los hechos de la balacera.
En una audiencia a domicilio con Virgil, este identificó a un inesperado testigo que sostuvo sus declaraciones dado que el testigo padecía una enfermedad terminal, por lo que no temía a los Cowboys, y la causa fue desestimada y no alcanzaron a intimidarlo.
Pero cuando trataron de sacar a Virgil por Tucson, para tomar el tren a San Francisco, Ike discurrió tácticas de sicario moderno: Los emboscaron Ike mismo y otro pistolero en la estación, provocando una gran balacera.
En este punto Wyatt consideró que la ley no era útil para asegurar su vida, ni sus derechos y ejecutó a uno de los tiradores cowboys, a sangre fría. Los testigos vieron a los Earps no a los otros, que estaban ocultos, con eso fueron forajidos.
Con su familia alejada, Wyatt emprendió lo que se llamó la “vendetta Earp” es decir pretendió cazar a Ike y sus secuaces. Estos a su vez, se asociaron con el sheriff Beham, que los incorporó a su cuerpo de comisarios, así que estos a su vez, decidieron perseguir a los Earps, coludidos con los Cowboys. Ike había pactado anticipadamente con Wyatt la entrega de los asaltantes de la primera diligencia, pero detectives de la Wells Fargo, se adelantaron y los mataron a los presuntos culpables, Ike reclamo la recompensa, que ya no procedía. Temió se denunciado por Wyatt y que los mismos cowboys lo lincharan por traidor y hablador.
Entonces luego de una intensa campaña periodística, se acusó a los Earps de ser los malos, en tanto los cowboys eran los buenos.
La situación hubiera quedado así, con ambos bandos fuera de la ley y un tercer bando amparado por el sheriff, para perseguir a los Earps, favoreciendo a los Cowboys con estos integrados como parte de la ley, como si fuera una historia moderna, en el México de hoy los malos hechos policías.
No conforme con ese intento, Ike ordenó otro ataque a mansalva contra lo Earps, con escopetas matando a Morgan, el menor e hiriendo de nuevo a Virgil. Increíblemente, Wyatt nunca sufrió herida alguna de bala, cuchillo o de golpe alguno.
Los Earps eran simples comisarios rebasados por la perfidia de Ike, pero este optó por dedicarse a asaltar diligencias de la Wells Fargo, que vieron peligrar su gran negocio, más que de personas y carga, el transporte de valores. Luego de 6 asaltos, WF decidió apoyar en los periódicos a los Earps, y de paso denunciar a los Cowboys con Ike. La división se hizo nacional, en tanto el presidente Chester no podía enviar tropas a Arizona, porque provocaría que reviviera la guerra civil, por lo pronto se armó una guerra periodística y cada lance era consumido al instante.
La Wells Fargo encontró mejor darles dinero a los Earps para sufragar la vendetta, que era una persecución por todo el oeste, hasta por mil dólares mensuales de la época.
Los resultados de la venganza fueron apareciendo, incluso llegó al rancho de Ike, en donde mató a un cómplice que cuidó los caballos desde lo del OK Corral, y los ataques a sus hermanos, Fortunato Cruz, de origen mexicano, dado que los Clairborne pasaban la frontera, asolaban Sonora y Chihuahua y se robaban a mano armadas ganado mexicano a punta de balazos que murió de acuerdo al Oeste, en duelo personal con Wyatt que lo mató con un solo disparo.
Los choques se hicieron intensos, tanto que llegó el momento en que la violencia hizo que la WF parara su apoyo a los Earps, que cambiaron de aires a Dodge City, luego de pasar por jugadores, administradores de cantinas, y hasta encargados de la seguridad. Wyatt tuvo la percepción que el salvaje oeste había terminado y optó por salir del asunto y bajar el perfil, aplazando lo que quedaba de venganza, Ike.
Perseguidos, los Earps, igual los Cowboys, en tanto en Londres, los grandes millonarios exigieron a Chester el presidente que hiciera algo. Este envió al sanguinario general Sherman a investigar y les informó lo que todo el Oeste y Este sabían, que era un conato de guerra civil en el Oeste. Wyatt dijo a la WF que no cedería hasta matar a Ike…pero comprendió que su momento había pasado, el que no entendió fue Ike que siguió en con los asaltos de todo tipo.
Washington envió un nuevo tipo de policías, redomados tiradores, rudos vaqueros entrenados, que se llamaron los Rangers. Estos tomaron Tombstone, quitándole el poder a Ike, a quien se considera en desquite incendió todo, a cenizas, sólo quedó el letrero original del OK Corral.
Increíblemente, Wyatt se fue con Josephine al noroeste, y dejó trunca la búsqueda de Ike, que siguió con el juego de las diligencias. WF contrató Pinkertons, detectives matones muy efectivos, que se encargaron de localizar a Ike y esta vez no pudo escapar o salir a cambiar las versiones para los periódicos, para los políticos…
Un escopetazo en el cerebelo, fue su fin.
Earp terminó su éxodo en California, en la industria del cine, en que actuó como asesor, corrigiendo las cintas del oeste. Así pudo transmitir su real versión de lo ocurrido desde el OK Corral. JP Morgan se quedó con todos los trenes, Rotschild, hizo más millones y pusieron un presidente a su antojo, y bajaron la tensión que casi llega a nueva guerra civil.
Los buenos y los malos en el oeste, eran todos malos, rudos, y disparaban a la brevedad solo algunos lo hacían al amparo de la ley. Algunos incluso llevaron la violencia al sabor sicario de nuestros días, sin guardar las formas de “honor” como los duelos. La violencia sicaria también comenzó a cobrar víctimas inocentes como siempre, como en lo actual.
Una situación de inseguridad en el Oeste, convirtió todo en un episodio de bandidos contra bandidos, servían otros decían servir el orden; si Ike no hubiera robado diligencias, hubiera podido prender una nueva guerra civil, por su liderazgo político.
Los Estados Unidos en tanto cambiaron y el oeste dejó dicen de ser salvaje, Wyatt se aleja en el horizonte con el sol a espaldas, en las praderas áridas de Arizona, y dice que escuchó la llamada de las lejanas colinas y se muchos nuevos senderos por explorar / Shane The call of farewell Hills.
Este tema es historia real, con muchísimos libros, —con historiadores vestidos del Oeste— y una cantidad de películas, que nunca terminan. Todavía no se ha dicho la última palabra.
Ike, el cerebro, se la pasó amenazando a los Earps, amenazando con comérselos vivos, hasta que con un golpe de culata de una escopeta, fue sometido y llevado a la cárcel. Cuatro cowboys fueron por el, que aparte de la cruda, tenía el dolor del culatazo. Y decidió vengarse, por lo que fueron a la pensión para caballos OK Corral, y en ella, Ike les exigió que enfrentaran a los Earps.