Cambio de leyes y cultura, claves para poner freno a la corrupción México: IMCO
Por Gerardo Moreno/
“Si logramos cambiar las conductas y sancionarlas, la corrupción va a dejar ser una aspiración para muchas personas y ahí cambiará el accionar social, es decir que el ser gandalla no salga tan barato”
La corrupción y la impunidad son los principales problemas que frenan el desarrollo y competitividad de México y es que las mismas leyes permiten se sigan cometiendo actos de ilegalidad al no haber un castigo, generando a su vez toda una cultura social que tolera y hasta aplaude este accionar de servidores públicos, indicó el doctor Juan E. Pardinas Carpizo.
El director del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) resaltó en una visita que realizó por Sonora, que para frenar la corrupción es necesario cambiar las leyes, porque el diagnóstico de que “México es un país con buenas leyes que se aplican mal” es incorrecto y hasta perverso. Al contrario, dijo, en el país tenemos buenas leyes pero para garantizar la impunidad y malas leyes para garantizar la sanción.
Sin embargo, Pardinas Carpizo agregó que no solo cambiando las legislaturas se logrará cambiar el panorama de México, también debe haber una completa intolerancia de los ciudadanos para quien comenta un acto de corrupción.
“En la medida en que los ciudadanos sigamos tolerando la corrupción, al hablar de tolerancia me refiero a que es simplemente el nivel de aceptación social que tiene la persona que logró formarse un patrimonio a través del uso ilegitimo de posiciones políticas y que a pesar de eso los seguimos invitando a nuestros cumpleaños, bodas, bautizos. Mientras haya ese acompañamiento social no va a cambiar el problema de la corrupción en México”.
Pero dijo que el problema va más allá, pues antes de que se aprobará el “Sistema Nacional Anticorrupción”, en la Constitución Política no existía la palabra corrupción y solo se menciona bajo el contexto de corrupción de menores.
En contra parte, Pardinas Carpizo comentó que en la cultura mexicana hay todo un lenguaje para denominar actos de corrupción, donde dijo hay por lo menos 80 formas diferentes de denominarlo, por ejemplo, “moche”, “mordida”, “tranza”, “ponerse la del Puebla”, “no me des, pero ponme donde hay”, y así un lenguaje cultural que no se reflejaba en las leyes solo en las conductas.
“Es muy paradójico, porque es uno de los fenómenos que más ofende a los mexicanos no aparecía en las leyes como tal”.
Pedagogía de la impunidad
El director del IMCO aclaró que el ejemplo es la manera más pedagógica y elocuente de educar a un ser humano, ya sea una niña, un niño, o un adulto; de tal manera que la mejor manera de prevenir la corrupción es castigándola. Pero en México vemos que abundan los ejemplos de corrupción sin consecuencias, entonces se generó una pedagogía de la impunidad.
Agregó que se debe comenzar con cambiar la certeza de impunidad que tiene los funcionarios públicos y los gobernadores, quienes dicen que van a actuar de manera corrupta seguros que no les pasará nada:
“Hay que cambiarle ese modelo de certidumbre de impunidad por uno de incertidumbre, para que en el momento en el que decidan cometer un acto de corrupción, sepan que pueden enfrentar consecuencias, hoy no las enfrentan”.
Ejemplificó lo anterior con un estudio nacional donde asegura que hay 41 exgobernadores de diferentes estados de México que han sido señalados por actos de corrupción (incluido Guillermo Padrés) pero solo cuatro enfrentaron procesos judiciales, entonces se habla de menos del 10% de consecuencia penal por los actos de corrupción y eso los jóvenes lo ven como un ejemplo a seguir.
“Hay jóvenes que ven como aspiracional el tema de forjar patrimonio y riqueza muy rápido por medio de actos de corrupción, y usan este anglicismo que se ve muy cool esta riqueza súbita, pero no ven lo poco cool que es alguien tras las rejas. Entonces si logramos cambiar las conductas y sancionarlas, la corrupción va a dejar ser una aspiración para muchas personas y ahí cambiará el accionar social, es decir que el ser gandalla no salga tan barato”, recalcó.
Ley Tres de Tres
Juan Padierna recordó que en mayo del 2015 se aprobó el Sistema Nacional Anticorrupción donde se establece que se deben crear leyes secundarias, específicamente la ley orgánica del sistema, la ley de fiscalización y la ley de responsabilidades de funcionarios, y por ahí se debe comenzar por cambiar las legislaturas para después acabar con la impunidad y así cambiar la cultura.
En ese sentido, el Instituto Mexicano para la Competitividad firmó un acuerdo nacional por la transparencia (donde participa Coparmex y Sonora Ciudadana) para impulsar desde la iniciativa civil una Ley de Responsabilidades de los Funcionarios, donde se tipifique el delito de corrupción y se pongan las reglas claras para los servidores públicos.
Juan E. Pardinas indicó que la iniciativa tipifica 10 conductas de corrupción que van desde nepotismo, colusión, soborno, cohecho, hasta uso de información privilegiada, dando así una claridad de todas las conductas “reproblables” que no deben cometer los funcionarios públicos y también contempla sanciones administrativas y bases para investigaciones penales.
Precisó que la idea es conseguir 120 mil firmas físicas de ciudadanos para que esta iniciativa lleve un respaldo social y pueda ser llamada como una ley de carácter promovida únicamente por ciudadanos.
“Entren a la página ley3de3.mx, descarguen el formato y consigan firmas de sus colegas, familias, vecinos, y las lleven a los puntos de recepción. Debemos dejar de quejarnos y ponernos a actuar, este es una oportunidad para convertir la indignación por los temas de corrupción en una propuesta específica para cambiar las cosas”.