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La Elegancia: ¿Cómo elegir siempre lo mejor?

Por Guadalupe Rojo

La VIDA sin duda, es una constante sucesión de elecciones.

El día está lleno de ellas, y también las semanas los meses y los años.

Toda elección tiene su consecuencia.

No es lo mismo casarte con Juan que casarte con Pedro, no es lo mismo hacer deporte que no hacer ningún tipo de ejercicio físico y así podríamos poner una lista interminable de ejemplos.

Por eso las elecciones que hagamos en nuestra vida, están revestidas de una importancia que muchas veces no llegamos a darles el valor correcto en su momento. Decidimos por el impulso inmediato del placer, sin meditar en el impacto que nuestros actos pueden tener en el futuro.

Hace tiempo leí un pequeño libro que se llama La elegancia: el perfume del espíritu, y la huella qué dejo en mí no ha desparecido con el tiempo, pues define la elegancia, como la capacidad para elegir siempre lo mejor, no solo en el vestir, pues una persona no es elegante solo porque vista de forma armónica y bella, aunque sin duda eso es una pequeña parte de la elegancia, una persona es elegante, porque sus elecciones para responder y para actuar ante la vida, son siempre las mejores, de manera que una serie de actitudes personales crean una personalidad, amable y llena de virtudes.

Necesariamente, tenemos que darnos cuenta de que las decisiones que tomamos sobre nuestro tiempo, nuestro trabajo, nuestra actitud hacia los demás, nuestros bienes, y nuestra relación con Dios, es lo que nos va a definir como personas y es lo que va a labrar nuestro futuro.

Por todo esto nos podemos plantear ¿cómo puedo hacer para optar siempre por lo mejor?

Y como todo en la vida tiene su sistema, hay que tomar algunas consideraciones en cuenta para decidir.

1.- Sé prudente, no te guíes por el placer inmediato, medita las consecuencias que tus actos pueden tener a futuro.

2.- No afectes con tus decisiones a los demás, tu derecho a ser feliz, no está sobre el derecho de los demás.

3.- Las decisiones correctas, exigen esfuerzo, hay que tener fortaleza, porque los grandes logros exigen grandes esfuerzos, aprende a ir contra tus propias inclinaciones de comodidad si quieres conseguir las cosas que realmente son importantes como la ciencia necesaria para vivir y las virtudes.

4.- Aprende a controlar tu apetito por los placeres, pues todos los excesos atentan contra la sobrevivencia de la persona.

5.- Estudia, lo que sea necesario para tu desarrollo espiritual, profesional y laboral, por desgracia, no tenemos la ciencia infusa, desde que nuestros primeros padres Adán y Eva, salieron del paraíso, hay que adquirir la ciencia con esfuerzo.

6.- Opta siempre por la verdad, el camino de la mentira, siempre causa enredos y desprestigio.

7.- Saber cómo tomar una decisión adecuada, no quiere decir que siempre lo hemos de conseguir, pues la debilidad de la carne o la más conocida concupiscencia muchas veces nos harán transitar por donde no es el camino adecuado. Hay que contar con nuestra propia debilidad y las faltas que produce, pero no hay que desanimarnos, siempre es posible enderezar el camino, es parte de la vida, caer y levantarse. No hay que dejarse abatir por las propias faltas, hay que arrepentirnos de ellas, pedir perdón a Dios, y seguir con alegría en la lucha por ser mejor persona.

8.- Tu puedes fallar, y también los demás, ten con tu prójimo el mismo trato que te gustaría para ti.