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Evolución de la ideología de género

El género es la concreción de esos postulados intelectuales de la percepción de la realidad, una visión falsa de la naturaleza humana
El género es la concreción de esos postulados intelectuales de la percepción de la realidad, una visión falsa de la naturaleza humana

El género es la concreción de esos postulados intelectuales de la percepción de la realidad. Es una visión falsa de la naturaleza humana, perjudicial para todos y especialmente perjudicial para las mujeres

 

Por Dr. Jorge Ballesteros

La ideología de género esencialmente es una antropología con una concepción sobre qué consiste ser un ser humano y específicamente sobre la sexualidad humana. Para la ideología de género nuestro cuerpo no nos da ninguna información relevante sobre nuestra sexualidad.

Para la ideología de género nuestra sexualidad consiste en nuestra autodefinición personal: “Soy lo que digo ser”. Hablamos de una ideología porque no es un sistema de pensamiento ni de ciencia coherente con la realidad de las cosas y precisamente el gran daño de la ideología de género es que niega lo que somos esencialmente los humanos; el ser humano en su substrato solo existimos hombres y mujeres, en términos biológicos XX y XY y no hay un tercer sexo.

A mí me define mi masculinidad, yo no solo amo y practico el sexo como hombre, sino que siento, me emociono, miro, rezo como hombre porque no puedo hacerlo de otra manera.

La ideología de género es uno de esos errores estúpidos desde el punto de vista antropológico que produjo la filosofía alemana y francesa de los años 60 y 70, una verdadera una locura intelectual, hasta el punto de defender que el lenguaje es performativo y que nuestras palabras crean la realidad; nosotros mismos nos creamos a nosotros mismo.

El género es la concreción de esos postulados intelectuales de la percepción de la realidad. Es una visión falsa de la naturaleza humana, perjudicial para todos y especialmente perjudicial para las mujeres.

Toda esa filosofía tuvo su ebullición en las sociedades europeas y se trasladó a los Estados Unidos y ahí formó parte de la doctrina oficial de las grandes universidades norteamericanas de entonces y desde ahí nos llega impulsado por el dinero.

Hoy día lo que hemos llamado izquierda no es más que un uso cultural que hace el capitalismo para ampliar nuevos mercados. A la tradicional ética tradicional cristiana, que ha inspirado 2000 años en occidente la sustituyó la nueva ética sexual del capitalismo.

El cuerpo se ha mercantilizado, la pornografía substituye a la relación interpersonal. Los cambios de género para la filosofía son nuevos mercados farmacológicos y quirúrgicos; las operaciones para ir arreglando el cuerpo para que esté deseable en el mercado y para evitar el envejecimiento, todo ese mundo no es más que mercados que se abren soportados por estas ideologías que destruyen la ética antropológica personal de la gente.

Y por eso es tan poderoso, al final esto no viene de los políticos, viene de esas grandes fundaciones norteamericanas financiadas por millonarios de todo el mundo, que además están impregnadas de ese tópico absurdo pero muy real que en el siglo XVIII influyen como piensan los que se educan en el mundo anglosajón que son los maltusianismos.

El género tiene además mucho que ver con la obsesión contra la población, contra la vida, con ese miedo contra el crecimiento de los seres humanos como si fuere una amenaza contra el planeta y eso nos vincula también con ese ecologismo antihumanista hoy tan vigente que parece defender todo lo que existe en el planeta, menos a esa “bacteria nociva” que dicen es el ser humano.

Lo común a todo esto es antihumanismo y nuevos mercados; Suecia Finlandia, Gran Bretaña, Francia. Están prohibiendo los tratamientos de cambio de sexo incluso su origen con la hormonación cruzada para los menores de edad. No lo hacen por una conversión intelectual hacia un humanismo valorado de la sexualidad sino porque ya llevan bastantes años y ven que no sirve para nada.

Muchas veces vamos viendo a los niños que se autoproclaman como trans lo que pasa es que tiene otra patología distinta, por ejemplo, es muy frecuente que enfermedades del espectro del autismo, se tapa todo eso y no se diagnostica con el inicio del proceso de transición pero luego siguen y se está comprobando que se está dando un índice de suicidios entre los que han avanzado a la transacción de sexo mucho mayor que con cualquier otro grupo de contraste.

Y por eso lo sistemas médicos que empezaron hace tiempo a autorizar este tratamiento en menores, ahora los están prohibiendo porque están viendo que no funcionan y que hacen a quienes inician ese camino, víctimas dependientes de la industria farmacológica para toda la vida, necesita estarse hormonando y estar añadiendo cirugías toda la vida y eso no es vida para nadie.

¿Qué diría a los padres y educadores partidarios de los procesos de cambio de sexo en menores?

En un estudio reciente de la asociación de pediatría norteamericana, en que se valoran todos los estudios publicados en Estados Unidos sobre problemas de identidad de género en menores de edad, llegan a la conclusión de que más de un 90% de esos menores superan ese problema y desaparece con la adolescencia, por eso aplicar hormonización y cirugías al 100% es una irresponsabilidad y abuso infantil.

¿Cuál es el mejor antídoto para “vacunar” nuestros hijos contra la ideología de género?

Debes de saber que tu hijo va a ser influenciado por esas ideas de la ideología de género ya que no puedes tenerlo en una esfera de cristal hasta los 3 años, que vayan a la guardería y se encontraran con otro ambiente y luego “cuando le das el móvil tiene ahí toda la mierda del universo: ya no está protegido” la pornografía ahí es una realidad presente.

Lo que hay que hacer es que desde muy pequeñitos educar a nuestros hijos en el amor la sexualidad, a su cuerpo sexuado, a valorar el cuerpo sexuado de los demás, a entender que nuestra condición sexuada dual hombre mujer indica todo un posible proyecto de vida que es lo que siempre se ha llamado matrimonio entre un hombre y una mujer y en consecuencia abierto a la vida, que no hay otra forma más que la donación de si de los esposos y desde el punto de vista biológico, significa la unión del espermatozoide con el óvulo para dar lugar a una nueva vida.

Por eso la ética sexual, lo que la Cristiandad llamó castidad no es un conjunto de reglas o inhibiciones; es un proyecto para educar el cuerpo para amar y merece la pena ese esfuerzo sobre todo a determinadas edades, pero como todo en esta vida para lograr algo grande se necesita un esfuerzo para estudiar y prepararse para ser un ganador en una olimpiada y ganar una medalla de oro, pero eso es ilusionante y positivo que merece la pena.

Los padres de familia debemos de ocuparnos de la educación de los hijos desde los primeros años porque después empiezan los problemas.

Hay que hablar en la casa de sexo, del cuerpo masculino y del femenino, de sus órganos y de sus funciones, del matrimonio, del embrazo, de los abortos e inculcarles la virtud del pudor y del valor respeto de su cuerpo. Hay que hablarles de la identidad sexual y del rol masculino y femenino.

Una buena educación afectiva sexual debe de empezar a esas edades tan tempranas 2 o 3 años, que es la edad de la identidad sexual, cuando un niño se percibe a sí mismo como distinto de su hermanita y la hermanita como distinta de su hermanito.

Esa educación afectivo sexual tiene dos componentes: la primera dar a los niños seguridades morales e intelectuales sobre la sexualidad humana en su inmenso valor antropológico para un proyecto de felicidad personal; lo contrario de lo que dice la ideología de género.

Y el segundo componente es enseñarles a amar su libertad, porque los hijos pueden cometer errores en materia de sexualidad, espero no sean muchos, ni durante mucho tiempo, y si aman su libertad sabrán que no son sus errores, que no son sus meteduras de pata, sino que se comete un error y pues que hay que dejar de cometerlo y ya está.

Si hay seguridades morales e intelectuales (el antigénero) les ayudamos amar su libertad para que no crean nunca que son lo que les apetece los que les atrae o los errores que cometen, los hemos blindado frente a esta incomprensión cultural generalizada respecto de la maravilla de la sexualidad humana que forma parte de la cultura dominante hoy en día y de paso hay que advertirles de los riesgos de la pornografía porque se la van a encontrar.