¿A quién le importa la crisis de inseguridad en Sonora?

Por Gabriel Rigo Gutiérrez E.

CRISIS Y VACÍO… Se ha querido tapar el sol con un dedo, pero la realidad es aplastante, hay zonas en Sonora donde la población está constantemente bajo fuego cruzado, debido a la guerra entre bandas criminales.

Los nombres de los cárteles en disputa salen sobrando cuando los sonorenses vemos que nadie garantiza condiciones de tranquilidad y paz.

Las balaceras ocurren a plena luz del día, en medio de bulevares, cerca de escuelas, kínders o centros comerciales. Los pistoleros no tienen “códigos de ética” ni reglas. Arrasan parejo.

Las autoridades han intentado matizar con una narrativa esquiva reportando que los sicarios van por “objetivos directos”. No es cierto. El riesgo es alto, siempre que hay armas. Y le recuerdo dos casos recientes de víctima colaterales:

El sábado pasado en la masacre ocurrida en el Ejido Luis B. Sánchez (comisaría de San Luis Río Colorado), trascendió que un niño de siete años de edad fue alcanzado por las balas de ese convoy de 50 pistoleros. El infante solo jugaba en el patio de su casa.

En la ejecución que ocurrió en Hermosillo el pasado lunes por la noche, la mujer que acompañaba a la víctima mortal resultó con heridas de bala. Estaban en una cenaduría en la Colonia Las Quintas.

Ahora, la autoridad no puede salir con que no hay nada que temer porque es un pleito entre bandas, usan el gastado argumento que “es entre ellos”. No es así. Fingen que en Guaymas, en Obregón, en Empalme, en Caborca, en SLRC, la gente no escucha el estridente tablateo de las AK-45 cuando hay balaceras en las calles. Tal vez quisieran que la gente mejor cerrara los ojos y se taparan los oídos. “No hay afectaciones”, nos quieren machacar.

¿Que no hay daños? Por favor… estamos ante una autoridad pasmada. No solo desde hace un año, esto es de más atrás. Pero claro, hoy son incapaces de hacer valer su papel. Insensibles ante la intranquilidad que viven las familias. Ya es hora que reaccionen, dejen de creer esa fantasía del país de los abrazos. Eso no existe. Como tampoco ha dado resultado militarizar. Las cicatrices que le está causando a la sociedad con este ambiente de brutal inseguridad, tardarán mucho en sanar…

TENTACIONES… Ojalá que los agentes de Policía Municipal en Hermosillo hayan escuchado bien al Comisario de Seguridad Pública, Manuel Emilio Hoyos, y no se anden pasando de vivos durante esta temporada decembrina, con eso de las “detenciones de rutina” a los conductores hermosillenses… Y es que dicen que es muy grande la tentación de ver tanta raza con aguinaldo en la bolsa… Eso dicen. No me consta. Por lo pronto la advertencia a esos agentes gandallas, ya está sobre la mesa.

DARDO FINAL: “Todos somos iguales ante la Ley, pero no ante los encargados de aplicarla”: Jerzy Lec.