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Aguas termales de Aconchi: un lugar mágico, accesible y divertido

Por Gerardo Moreno

Justo en medio del estado de Sonora y a aproximadamente dos horas de carretera, saliendo de Hermosillo, se encuentra un lugar mágico donde literalmente brota el agua caliente de la tierra. Se trata de las Aguas Termales de Aconchi.

Gustavo Enrique Quijada, responsable del paraje turístico, platica sobre las propiedades curativas que le atribuyen al “agua caliente”.

“Agua Caliente”, como lo conocen los lugareños, es un lugar donde los visitantes y turistas llegan por decenas a pasar un día en contacto con la naturaleza, en familia y para bañarse en estas aguas que en la antigüedad eran consideradas curativas, platicó el señor Gustavo Enrique Quijada Navarro, encargado del lugar.

 “Hasta ahorita muy bien, muy bien, ahí la llevamos seguro, esperamos que vengan muchas más personas y que todo esté muy tranquilo”, dijo Gustavo Enrique Quijada Navarro, ejidatario encargado de las Aguas Termales.

Las aguas termales se encuentran a cuatro kilómetros del pueblo de Aconchi, avanzando por un camino de terracería hasta el Ejido San José, que es donde están los nacimientos de aguas.

Estos son posibles gracias a que por ahí pasa el Río Sonora, donde se filtran las aguas por el subsuelo y luego brotan en la sierra de Aconchi, que es un territorio volcánico, de ahí que salgan a temperaturas cálidas.

Conforme a la actividad volcánica del subsuelo, las aguas llegan a tener hasta los 50 grados centígrados y por eso antes eran consideradas como milagrosas y muchas personas acudían a bañarse en ellas para aliviar enfermedades o dolores.

Los paseantes llegan desde tempranas horas, montan sus campamentos e incluso se quedan a pasar la noche en el lugar.

Tiene tres nacimientos de agua, dos abastecen las pilas de baja profundidad, acomodadas para niños y familias, y una más del otro lado del cerro donde se llena otra alberca un poco más honda para adultos.

“Brota del suelo, arriba… son tres nacimientos que están aquí del volcán. Que es este que mantiene estas albercas, allá son dos, no sé si verías uno que sale por la acequia de tierra y se junta con el que viene canalizado de cemento…  son dos nacimientos que están para arriba”, platicó.

Hoy se habilitó el lugar para ser una zona de recreación familiar, en ella se construyeron también dos albercas de agua al tiempo, cuenta con decenas de asadores y bancas instaladas a lo largo del lugar y amplios espacios para poder acampar.

El costo por entrar a las aguas termales de Aconchi es de solo 20 pesos por persona y ahí se puede pasar todo el día y si desean también toda la noche en familia o con grupos de amigos.

El contacto con la naturaleza y el recibimiento de los pobladores hace muy agradable la estancia.

“Si tenemos problemas con cierta gente que anda rápido, por el camino para llegar aquí, lo mismo en los carros que en las motos, por eso siempre estamos invitando a que anden tranquilos porque queremos se sea un ambiente familiar”, comentó.

Además cuando es temporada de lluvias nace una cascada de agua fría que llena el lugar, para completar el cuadro mágico: “En estos momentos está seca, porque no ha llovido, pero en julio y agosto que es la temporada de lluvias vuelve a salir la cascada y es algo muy bonito”.

Tan solo durante las vacaciones de Semana Santa y Pascua llegan alrededor de cinco mil visitantes a las aguas termales de Aconchi, sin embargo, está abierto prácticamente todos los días para que cualquier persona las visite.

Aconchi, Sonora, es uno de los municipios de la ruta del Río Sonora, fue fundado en 1639 y desde entonces mantiene una población amable que hasta estos días está dispuesta a recibir a turistas y aventureros.