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Amenazan yaquis con bloqueo después de cuaresma

Por Rigo Gutiérrez E./

“Nosotros vamos a seguir adelante, el recurso agua no se negocia, sino que seguimos adelante; como en tiempos de guerra, fue una tregua y es una tregua hasta ahora”: Miguel Ángel Cota, asesor técnico de la tribu

El bloqueo carretero a la altura de Vícam se volvió moneda de cambio. La “tregua” pactada entre altos funcionarios del Gobierno Federal y gobernadores consagrados yaquis, fue sólo eso, con lo cual dejan en suspenso la posibilidad de regresar, así lo afirmó Miguel Ángel Cota Tórtola, asesor técnico de la etnia yaqui en rueda de prensa conjunta con delegados federales.

Como se recordará, durante ocho meses, los opositores al acueducto Independencia ―aglutinados en el Movimiento Ciudadano por el Agua de Cajeme y representantes yaquis― mantuvieron “cierres” intermitentes en la rúa México 15, pero fue hasta el mediodía del pasado miércoles cuando liberaron totalmente el paso, la razón: inician los ritos de la cuaresma.

Así, mientras transcurra esta celebración sagrada ―la cual ocupa a los ocho pueblos de la tribu―, se interrumpirá la protesta al pie de la carretera federal. Pero al tiempo de la tregua, la etnia esperará resultados de la Consulta que se realiza hasta el momento para determinar el Impacto Ambiental del acueducto, solicitado a la Semarnat.

El resultado de este análisis será clave para definir si regresan los bloqueos, al final de la cuaresma o en semanas posteriores.

Acaba la cuaresma, acaba la tregua

Juan Domingo Molina, uno de los asesores étnicos que trabaja cerca a este proceso de consulta, detalló que de cuatro etapas que consta el levantamiento del análisis, ya se encuentran en la segunda, la cual consiste en informar a la comunidad sobre la obra.

“A nosotros nos están proveyendo de información que requerimos para poder decidir y con esa información poder acudir y demostrar que efectivamente nuestros propuestas, razonamientos técnicos y legales nos dan esta razón. Quiero decirles que ya tenemos información relevante para demostrar nuestros razonamientos, argumentación técnico-jurídico, sabemos cuáles son las afectaciones directas de este acueducto río abajo”, sostuvo.

Y es que recordó que en el primer estudio de Impacto Ambiental, descartaron aspectos como la misma información y afectaciones a los pueblos que están junto al río.

Por su parte Miguel Ángel Cota está consciente que las protestas encabezadas por los opositores la obra que dota de agua a esta ciudad capital, incomodan a los hermosillenses, pero argumenta que la tribu todo el tiempo ha batallado y hoy lo es con  el agua.

“A los gobiernos, la gente de nuestra tribu clama que ya nos dejen vivir en paz, queremos que nuestra etnia siga preservando, esto a los gobiernos a lo mejor les molesta, en este caso al Gobierno del Estado que ha sido represor y quiere hacer una división interna en nuestros pueblos”, indicó el asesor en clara referencia al encono entre las autoridades tradicionales y las que reconoce la administración estatal.

“Nosotros vamos a seguir adelante, el recurso agua no se negocia, sino que seguimos adelante; como en tiempos de guerra, fue una tregua y es una tregua hasta ahora”, apuntó.

Yaquis de Palacio

Un día previo a estos anuncios, en Palacio de Gobierno el mandatario estatal, Guillermo Padrés Elías, recibió a ocho gobernadores yaquis, que a ojos de la autoridad estatal son reconocidos como los auténticos representantes de los ocho pueblos de la nación yaqui.

En dicha charla, se estableció un convenio de colaboración en el cual, entre otros aspectos se facultaba a la autoridad estatal para ser un interlocutor entre el gobierno federal y la tribu, para conseguir recursos adicionales, para ser invertidos en programas que van desde vivienda, servicios públicos y hasta reordenamiento de tierras.

Ahí en el Salón Gobernadores también salió a relucir el conflicto de legitimidad de las autoridades. Un crisis interna de esta etnia que más allá de cargar hacia un lado u otro “la razón” exhibe ante la sociedad, la fractura de un importante grupo étnico, avivado por intereses políticos.