AMLO: Un 69 con sabor amargo

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín

AYER EL PRESIDENTE López Obrador cumplió 69 años de edad y convocó a la familia en su rancho de Palenque, en Chiapas, para el festejo. El sábado difundió una fotografía en la que aparece con sus nietos, hijos de José Ramón.

Quienes le conocen aseguran que es adicto a la “numerología”. La fecha de su cumpleaños, el día 13 del mes número 11 del año (habiendo nacido en 1953), tiene sus interpretaciones en el “Yo” presidencial.

También, quienes están cerca de él confiesan que fue inevitable su ira al saber que la convocatoria de la sociedad para protestar por su reforma electoral, a lo largo y ancho del país, se programó exactamente el día de su cumpleaños.

Eso lo sacó de quicio y de ahí los insultos a sus odiados adversarios (que no son otros que los millones de mexicanos que no piensan como él) a partir del lunes y hasta el jueves. “Conservadores, racistas, clasistas, “fifís”, corruptazos, ladrones”, entre otros.

El Presidente es la persona más informada del país y sabía que las manifestaciones en contra de su propósito de controlar el Instituto Nacional Electoral a través de su iniciativa de reforma electoral, serían muy numerosas.

Y así fue.

Se habla mínimo de una asistencia de entre 250 a 300 mil asistentes en la capital de la república y cuando menos en 20 ciudades del país la convocatoria fue atendida con grandes participaciones.

Se dieron dos detalles más que colmaron a López Obrador:

El primero, que no tuvo éxito al retar a sus opositores a llegar al zócalo. Hasta tuvo la “amabilidad” de solicitar que se clausurara un evento deportivo que se llevaba a cabo en la “plancha”.

Ahora, después del registro de asistencia sobre Reforma el domingo, podría haberse llenado sin problema alguno toda el área del zócalo y alrededores, que según expertos, se alcanza con 210 mil personas.

Otro detalle que enfureció a López Obrador, fue tener conocimiento del orador único. José Woldenberg, un hombre identificado con la izquierda y primer presidente del organismo con el que se logró sacar las manos del gobierno en la organización de los comicios electorales, tiene la voz completa para mover las consciencias de las y los mexicanos.

Envuelto en el traje de primer presidente del Instituto Federal Electoral, Woldenberg cumplió al exhortar al pueblo de México a evitar la destrucción del INE y recordar que la lucha por la Democracia ha costado sangre de muchos de nuestros connacionales y que no estaríamos dispuestos a perderla ahora por el deseo de un solo hombre.

Ayer domingo, para el mediodía, antes de la comida, López Obrador tenía todos los informes de las manifestaciones en el país y no es ningún ingenuo como para negar que esas convocatorias de opositores podrían ser preludios de derrotas.

Lo que pudo haber olvidado, es que durante una “mañanera” dijo que si se daba alguna manifestación de cien mil, en su contra, se iría a Palenque y ahí se quedaría.

¿Qué es lo que sucederá esta semana? ¿Cómo responderá esa fuerza ciudadana que salió a las calles a protestar en defensa de las libertades e instituciones del país? ¿Aun así, insistirá en aprobar su iniciativa de reforma electoral sin quitarle una sola coma, como a él le gusta?

Eso lo sabremos a partir de su conferencia de este lunes, pero lo que sí queda en el registro histórico, es que este domingo, 13 de noviembre del 2022, se prendió una mecha ciudadana y popular en contra de la posibilidad de instalar un dictadura en México.

Y el mensaje no sólo quedó en la sociedad mexicana, sino también para el mundo, cuando trascendieron imágenes de la comunidad de paisanos en España, manifestándose con cartelones donde se leía: “El INE no se toca”.

EN SONORA y concretamente en Hermosillo, fue por demás interesante observar a figuras que tradicionalmente se han identificado con la izquierda marxista… Con una asistencia de tres mil personas o más, se conjuntaron ciudadanos de todas las ideologías para oponerse a la iniciativa presidencial de controlar el INE… También, quedó claro, que existe consciencia plena de la gran amenaza que se cierne sobre el país, en caso de que López Obrador tenga éxito.